Otras Resoluciones. Consejería Para La Transición Ecológica Y Sostenibilidad. Impacto Ambiental.- (2021060574)
Resolución de 24 de febrero de 2021, de la Dirección General de Sostenibilidad, por la que se formula declaración ambiental estratégica del Plan Territorial de La Campiña.
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NÚMERO 44
Viernes, 5 de marzo de 2021
12471
u otras soluciones constructivas, que eleven las garantías de eficiencia perseguidas.
Las soluciones en escolleras o gaviones, en este orden, son más compatibles ambientalmente que las de hormigón, aunque tengan un chapado de piedra. Ambas
evitan la impermeabilización y permiten la colonización con vegetación acuática y riparia, manteniéndose la continuidad biológica de los márgenes del ecosistema fluvial
y quedando sustituida la consolidación de la obra de hormigón, por raíces y manto
vegetal.
7. Piscinas naturales. En el alzado de la base o azud de apoyo se deben distinguir tres
secciones: 1) una no desmontable, la de estribos o defensa de las márgenes; y otras
dos desmontables; 2) la de caudales ordinarios, 3) y la de estiaje o cauce inscrito.
Esta última debe asegurar la continuidad para el paso de peces (como orden de
magnitud orientativo serían 25-50 cm de calado y velocidades de corriente no superiores a 1m/s en época de desove) al quedar su cota por debajo o rasante a la de
lecho natural. El azud no debe emplazarse o sumarse a una zona de rápidos o salto
ya existente que amplifique los efectos de erosión y barrera aguas abajo del mismo.
8. Charcas. Las charcas con uso abrevadero, riego o incendios pueden convertirse en
reservorios involuntarios de peces no autóctonos de carácter invasor (percasoles y
peces gato fundamentalmente). Para evitar repoblaciones involuntarias de estas especies, desde las charcas hacia los arroyos o ríos próximos situados aguas abajo, por
extravasamiento de las aguas en época de lluvias, conviene que las charcas o balsas
cuenten con dispositivos de vaciado que permitan eliminar mediante secado completo las especies invasoras. Sin costes energéticos, en las charcas de muro (donde
el nivel más bajo de las aguas queda normalmente por encima de la rasante del
terreno), el dispositivo de mayor eficiencia es la instalación de un desagüe de fondo
durante la construcción de la charca. Sin desagüe de fondo cabe la utilización de un
sifón invertido, viable aproximadamente hasta los 5 m de profundidad. Los costes
por combustible de los bombeos con motor, tanto en las charcas de muro como en
las de gua (única alternativa), limitan la viabilidad de esta opción.
9. Abastecimiento y riegos. En los planes de abastecimiento y regadíos, se debe preservar la calidad de las aguas superficiales, evaluando previamente las alternativas que
constituyan una opción medioambiental significativamente mejor a partir de aguas
muy modificadas o aguas artificiales ya existentes. En cualquier caso, deberían proscribir nuevas derivaciones a partir de aguas corrientes en los meses de caudales
bajos (junio, julio, agosto y septiembre) de carácter limitante en los ecosistemas
fluviales, garantizando los usos consuntivos en esa época a partir de los volúmenes
almacenados durante el periodo de caudales altos.
Viernes, 5 de marzo de 2021
12471
u otras soluciones constructivas, que eleven las garantías de eficiencia perseguidas.
Las soluciones en escolleras o gaviones, en este orden, son más compatibles ambientalmente que las de hormigón, aunque tengan un chapado de piedra. Ambas
evitan la impermeabilización y permiten la colonización con vegetación acuática y riparia, manteniéndose la continuidad biológica de los márgenes del ecosistema fluvial
y quedando sustituida la consolidación de la obra de hormigón, por raíces y manto
vegetal.
7. Piscinas naturales. En el alzado de la base o azud de apoyo se deben distinguir tres
secciones: 1) una no desmontable, la de estribos o defensa de las márgenes; y otras
dos desmontables; 2) la de caudales ordinarios, 3) y la de estiaje o cauce inscrito.
Esta última debe asegurar la continuidad para el paso de peces (como orden de
magnitud orientativo serían 25-50 cm de calado y velocidades de corriente no superiores a 1m/s en época de desove) al quedar su cota por debajo o rasante a la de
lecho natural. El azud no debe emplazarse o sumarse a una zona de rápidos o salto
ya existente que amplifique los efectos de erosión y barrera aguas abajo del mismo.
8. Charcas. Las charcas con uso abrevadero, riego o incendios pueden convertirse en
reservorios involuntarios de peces no autóctonos de carácter invasor (percasoles y
peces gato fundamentalmente). Para evitar repoblaciones involuntarias de estas especies, desde las charcas hacia los arroyos o ríos próximos situados aguas abajo, por
extravasamiento de las aguas en época de lluvias, conviene que las charcas o balsas
cuenten con dispositivos de vaciado que permitan eliminar mediante secado completo las especies invasoras. Sin costes energéticos, en las charcas de muro (donde
el nivel más bajo de las aguas queda normalmente por encima de la rasante del
terreno), el dispositivo de mayor eficiencia es la instalación de un desagüe de fondo
durante la construcción de la charca. Sin desagüe de fondo cabe la utilización de un
sifón invertido, viable aproximadamente hasta los 5 m de profundidad. Los costes
por combustible de los bombeos con motor, tanto en las charcas de muro como en
las de gua (única alternativa), limitan la viabilidad de esta opción.
9. Abastecimiento y riegos. En los planes de abastecimiento y regadíos, se debe preservar la calidad de las aguas superficiales, evaluando previamente las alternativas que
constituyan una opción medioambiental significativamente mejor a partir de aguas
muy modificadas o aguas artificiales ya existentes. En cualquier caso, deberían proscribir nuevas derivaciones a partir de aguas corrientes en los meses de caudales
bajos (junio, julio, agosto y septiembre) de carácter limitante en los ecosistemas
fluviales, garantizando los usos consuntivos en esa época a partir de los volúmenes
almacenados durante el periodo de caudales altos.