Comunidad Autónoma de Extremadura. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-24341)
Resolución de 11 de octubre de 2024, de la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural, a favor de la «Gasolinera del Tiro de Pichón o de Cepansa» de la localidad de Mérida (Badajoz), con categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Jueves 21 de noviembre de 2024
Sec. III. Pág. 156349
Sobre el cuerpo central se erige una torre de gran altura que originalmente albergaba un
depósito de agua y servía como espacio para anuncios y señales luminosas.
La marquesina o «porche de doble andén» se encuentra frente a estos elementos, y bajo
ella se ubicaban los surtidores de gasolina. El cuerpo central actúa como una fachada-telón,
con los cuerpos laterales ligeramente retranqueados y dispuestos en ángulo para integrarse
con la marquesina, otorgando a la planta la mencionada forma trapezoidal.
La fachada presenta tres arcos de medio punto: el arco central da acceso al cuerpo
principal y los arcos laterales permiten la entrada a los cuerpos anexos. Este tipo de huecos
es típico de la arquitectura «tradicional» de los años 50 y de los poblados de colonización.
Ejemplos similares pueden encontrarse en la hostería del «Matadero Regional» de Mérida.
Una gruesa cornisa recorre todo el frente del edificio, y los cuerpos anexos cuentan
con amplias ventanas con guardapolvos gruesos, características de la arquitectura
popular y tradicional de la época.
La torre, que se sitúa sobre el cuerpo principal, se apoya sobre una especie de cuerpo
hexagonal, cubierto de teja árabe en su perímetro y con un alero decorativo. Sobre este, se
sitúa la torre, de planta octogonal y gran altura. El cuerpo de la torre está decorado con
bandas horizontales en relieve en todos sus lados. Estas bandas son interrumpidas por una
amplia faja vertical que apoya sobre ménsulas en dos de sus lados. Sobre el cuerpo principal
se sitúa un mirador, en el cual se localizan dos pequeñas ventanas de medio punto en cada
uno de sus ocho lados. Estas ventanas recuerdan las de un campanario medieval. Distintas
molduraciones, a modo de alfices, decoran cada uno de los lados del mirador. La torre se
cubre con un tejadillo de teja tradicional rematado por un pináculo cerámico.
La función principal de esta torre era (contener el depósito de agua, pero también
decorativa y propagandística, al señalar la localización de la gasolinera. Este modelo de
gasolinera con torre estuvo muy extendido en su momento. De hecho, el chapitel de
coronación fue utilizado por arquitectos tan destacados como Alejandro de la Sota, en
las torres de los pueblos de colonización de Esquivel (Sevilla) y Entrerríos (Badajoz).
En cuanto a la marquesina, esta se compone de dos partes: la primera es una
cubierta sencilla a dos aguas con revestimiento de teja árabe que parte del cuerpo
central y termina sobre una estructura triangular de gran interés (llamada «templete» en
el proyecto). Esta estructura posee dos elementos de gran valor arquitectónico e
histórico-artístico. En primer lugar, las tres columnas de granito (cada una de ellas con su
basa, fuste y capitel) de orden toscano que sustentan la marquesina en esta zona.
Sobre el cuerpo de las columnas se sitúa un entablamento, con sendos carteles
cerámicos, en uno de los cuales puede leerse con cierta dificultad la palabra «Gasolina»,
mientras que el segundo cartel es ilegible. Ambos están tapados por carteles modernos
del siglo XXI sin valor histórico.
La cubierta de la marquesina se resuelve mediante un chapitel cerámico, de diseño
geométrico, a base de líneas quebradas verdes y blancas, el cual remata en una
pequeña esfera de granito, de tradición neoherreriana, habitual en la arquitectura
española desde el final de la Guerra Civil.
A simple vista, es perceptible la monumentalidad del edificio, dada la diversidad de
estilos arquitectónicos que se dan cita en el mismo. Así describe el arquitecto en la
memoria del proyecto, el diseño de la estación: «Se ha adoptado para los edificios el
estilo puramente regional, apoyándose el templete delantero en tres columnas de granito
al estilo romano, siendo rematado por una pequeña cúpula triangular chapada de azulejo
de dibujos de tonos verdes». Aunque el propio arquitecto adscribe el proyecto al
regionalismo, es evidente su eclecticismo.
Otro aspecto de interés del inmueble es la diversidad de materiales empleados, pues se
combinan elementos totalmente tradicionales (cubiertas de palos de madera y teja árabe) con
otros estrictamente contemporáneos (viguetas de Castilla, forjados de rasilla, cargaderos y
jácenas de hormigón armado). Así pues, en este edificio se utiliza una tecnología
contemporánea en su mayor parte, revestida de un lenguaje tradicionalista, lenguaje que, en
este momento, tal vez, estaba ya un poco desfasado, lo que convierte a la gasolinera en un
edificio de transición.
cve: BOE-A-2024-24341
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 281
Jueves 21 de noviembre de 2024
Sec. III. Pág. 156349
Sobre el cuerpo central se erige una torre de gran altura que originalmente albergaba un
depósito de agua y servía como espacio para anuncios y señales luminosas.
La marquesina o «porche de doble andén» se encuentra frente a estos elementos, y bajo
ella se ubicaban los surtidores de gasolina. El cuerpo central actúa como una fachada-telón,
con los cuerpos laterales ligeramente retranqueados y dispuestos en ángulo para integrarse
con la marquesina, otorgando a la planta la mencionada forma trapezoidal.
La fachada presenta tres arcos de medio punto: el arco central da acceso al cuerpo
principal y los arcos laterales permiten la entrada a los cuerpos anexos. Este tipo de huecos
es típico de la arquitectura «tradicional» de los años 50 y de los poblados de colonización.
Ejemplos similares pueden encontrarse en la hostería del «Matadero Regional» de Mérida.
Una gruesa cornisa recorre todo el frente del edificio, y los cuerpos anexos cuentan
con amplias ventanas con guardapolvos gruesos, características de la arquitectura
popular y tradicional de la época.
La torre, que se sitúa sobre el cuerpo principal, se apoya sobre una especie de cuerpo
hexagonal, cubierto de teja árabe en su perímetro y con un alero decorativo. Sobre este, se
sitúa la torre, de planta octogonal y gran altura. El cuerpo de la torre está decorado con
bandas horizontales en relieve en todos sus lados. Estas bandas son interrumpidas por una
amplia faja vertical que apoya sobre ménsulas en dos de sus lados. Sobre el cuerpo principal
se sitúa un mirador, en el cual se localizan dos pequeñas ventanas de medio punto en cada
uno de sus ocho lados. Estas ventanas recuerdan las de un campanario medieval. Distintas
molduraciones, a modo de alfices, decoran cada uno de los lados del mirador. La torre se
cubre con un tejadillo de teja tradicional rematado por un pináculo cerámico.
La función principal de esta torre era (contener el depósito de agua, pero también
decorativa y propagandística, al señalar la localización de la gasolinera. Este modelo de
gasolinera con torre estuvo muy extendido en su momento. De hecho, el chapitel de
coronación fue utilizado por arquitectos tan destacados como Alejandro de la Sota, en
las torres de los pueblos de colonización de Esquivel (Sevilla) y Entrerríos (Badajoz).
En cuanto a la marquesina, esta se compone de dos partes: la primera es una
cubierta sencilla a dos aguas con revestimiento de teja árabe que parte del cuerpo
central y termina sobre una estructura triangular de gran interés (llamada «templete» en
el proyecto). Esta estructura posee dos elementos de gran valor arquitectónico e
histórico-artístico. En primer lugar, las tres columnas de granito (cada una de ellas con su
basa, fuste y capitel) de orden toscano que sustentan la marquesina en esta zona.
Sobre el cuerpo de las columnas se sitúa un entablamento, con sendos carteles
cerámicos, en uno de los cuales puede leerse con cierta dificultad la palabra «Gasolina»,
mientras que el segundo cartel es ilegible. Ambos están tapados por carteles modernos
del siglo XXI sin valor histórico.
La cubierta de la marquesina se resuelve mediante un chapitel cerámico, de diseño
geométrico, a base de líneas quebradas verdes y blancas, el cual remata en una
pequeña esfera de granito, de tradición neoherreriana, habitual en la arquitectura
española desde el final de la Guerra Civil.
A simple vista, es perceptible la monumentalidad del edificio, dada la diversidad de
estilos arquitectónicos que se dan cita en el mismo. Así describe el arquitecto en la
memoria del proyecto, el diseño de la estación: «Se ha adoptado para los edificios el
estilo puramente regional, apoyándose el templete delantero en tres columnas de granito
al estilo romano, siendo rematado por una pequeña cúpula triangular chapada de azulejo
de dibujos de tonos verdes». Aunque el propio arquitecto adscribe el proyecto al
regionalismo, es evidente su eclecticismo.
Otro aspecto de interés del inmueble es la diversidad de materiales empleados, pues se
combinan elementos totalmente tradicionales (cubiertas de palos de madera y teja árabe) con
otros estrictamente contemporáneos (viguetas de Castilla, forjados de rasilla, cargaderos y
jácenas de hormigón armado). Así pues, en este edificio se utiliza una tecnología
contemporánea en su mayor parte, revestida de un lenguaje tradicionalista, lenguaje que, en
este momento, tal vez, estaba ya un poco desfasado, lo que convierte a la gasolinera en un
edificio de transición.
cve: BOE-A-2024-24341
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 281