III. Otras disposiciones. MINISTERIO DE INDUSTRIA Y TURISMO. Ayudas. (BOE-A-2024-16383)
Orden ITU/831/2024, de 2 de agosto, por la que se establecen las bases reguladoras de ayudas para el desarrollo de instalaciones manufactureras altamente eficientes y descarbonizadas, como parte del PERTE de Descarbonización Industrial, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y se convocan estas ayudas para el año 2024.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 7 de agosto de 2024
Sec. III. Pág. 101702
Las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria se pueden clasificar en
dos grandes grupos: Emisiones derivadas del uso de la energía, es decir, de
combustibles fósiles en procesos térmicos, que representan el 65 % de las emisiones
totales de la industria; y emisiones de proceso, no relacionadas con el uso de la energía,
sino con las reacciones químicas en los procesos industriales, que representan el 35 %
del total. Estas emisiones de proceso pueden ser también de otros gases de efecto
invernadero distintos del dióxido de carbono, como el óxido nitroso o los
perfluorocarbonos.
Entre los sectores intensivos en energía, ha de distinguirse entre aquellos sectores
intensivos en el uso de energía térmica o de energía eléctrica. Según el Balance
Energético de la Secretaría de Estado de Energía, la electricidad representó el 32 % del
consumo final de energía en los sectores industriales, mientras que el 68 % se utilizó
directamente como energía térmica. El uso de energía eléctrica es uno de los principales
vectores de descarbonización industrial, no genera emisiones directas en las
instalaciones industriales y su descarbonización se logrará mediante la penetración cada
vez mayor de las energías renovables en el sector eléctrico.
Las industrias intensivas en energía térmica, algunas de las cuales también son
intensivas en el uso de energía eléctrica, utilizan todavía combustibles fósiles de forma
mayoritaria para sus procesos energéticos, especialmente gas natural (64 % de la
energía térmica final), pero el uso de productos petrolíferos sigue siendo relevante (17 %
de la energía térmica), aunque en tendencia decreciente, mientras que el uso de las
energías renovables térmicas está aumentando (15 % de la energía térmica). Muchas de
estas industrias intensivas en energía térmica son sectores básicos como la siderurgia y
otras metálicas básicas, el sector químico, papel y pasta de papel o el de fabricación de
productos de minerales no metálicos, que incluye el cemento, azulejos, ladrillos y tejas, o
vidrio. Entre los procesos térmicos, se debe hacer distinción por niveles de temperatura.
La descarbonización de muchos procesos de baja temperatura (hasta 200 ºC) puede
realizarse con tecnologías como las bombas de calor o la generación de calor a partir de
energía solar. La electrificación está cada vez más extendida en procesos incluso de
media temperatura (hasta 500.º C). Pero la descarbonización de procesos de alta y muy
alta temperatura (por encima de 1.000 ºC) es más compleja tecnológicamente y necesita
desarrollos tecnológicos e inversiones más cuantiosas y con mayor incertidumbre.
Existen algunas tecnologías para la descarbonización de estos procesos de mayor
temperatura, pero en muchos casos todavía no han sido implementadas a escala
industrial.
En cuanto a las emisiones de proceso, estas son especialmente relevantes en
algunos sectores como el cementero, donde son incluso superiores a las derivadas del
uso de la energía térmica, el vidriero, el cerámico y algunas industrias químicas. Estas
emisiones no están relacionadas con el uso de combustibles fósiles y su reducción
presenta retos específicos. Las principales vías para lograrlo pasan por la reformulación
de productos sustituyendo materias primas y por tecnologías de captura,
almacenamiento y uso de carbono.
Las industrias que más gases de efecto invernadero (GEI) emiten se encuentran
sujetas al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (RCDE).
En España, existen más de 500 instalaciones industriales sujetas a este régimen, que
son responsables del 84 % del total de las emisiones de GEI de la industria. La mayoría
de estas industrias son intensivas en el uso de energía térmica y algunas también en
emisiones de proceso. La transformación ecológica del sector industrial debe centrarse
prioritariamente en estos sectores, pues son aquellos que más impacto tendrán en la
descarbonización de la industria y de la economía en general, porque presentan retos
específicos especialmente exigentes y por su capacidad para transferir la
descarbonización a lo largo de toda la cadena de valor industrial, al proveer a otras
industrias de insumos esenciales –ya respetuosos con el clima y el medioambiente– y al
tener la capacidad de diseminar tecnología probada en entornos especialmente
exigentes.
cve: BOE-A-2024-16383
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 190
Miércoles 7 de agosto de 2024
Sec. III. Pág. 101702
Las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria se pueden clasificar en
dos grandes grupos: Emisiones derivadas del uso de la energía, es decir, de
combustibles fósiles en procesos térmicos, que representan el 65 % de las emisiones
totales de la industria; y emisiones de proceso, no relacionadas con el uso de la energía,
sino con las reacciones químicas en los procesos industriales, que representan el 35 %
del total. Estas emisiones de proceso pueden ser también de otros gases de efecto
invernadero distintos del dióxido de carbono, como el óxido nitroso o los
perfluorocarbonos.
Entre los sectores intensivos en energía, ha de distinguirse entre aquellos sectores
intensivos en el uso de energía térmica o de energía eléctrica. Según el Balance
Energético de la Secretaría de Estado de Energía, la electricidad representó el 32 % del
consumo final de energía en los sectores industriales, mientras que el 68 % se utilizó
directamente como energía térmica. El uso de energía eléctrica es uno de los principales
vectores de descarbonización industrial, no genera emisiones directas en las
instalaciones industriales y su descarbonización se logrará mediante la penetración cada
vez mayor de las energías renovables en el sector eléctrico.
Las industrias intensivas en energía térmica, algunas de las cuales también son
intensivas en el uso de energía eléctrica, utilizan todavía combustibles fósiles de forma
mayoritaria para sus procesos energéticos, especialmente gas natural (64 % de la
energía térmica final), pero el uso de productos petrolíferos sigue siendo relevante (17 %
de la energía térmica), aunque en tendencia decreciente, mientras que el uso de las
energías renovables térmicas está aumentando (15 % de la energía térmica). Muchas de
estas industrias intensivas en energía térmica son sectores básicos como la siderurgia y
otras metálicas básicas, el sector químico, papel y pasta de papel o el de fabricación de
productos de minerales no metálicos, que incluye el cemento, azulejos, ladrillos y tejas, o
vidrio. Entre los procesos térmicos, se debe hacer distinción por niveles de temperatura.
La descarbonización de muchos procesos de baja temperatura (hasta 200 ºC) puede
realizarse con tecnologías como las bombas de calor o la generación de calor a partir de
energía solar. La electrificación está cada vez más extendida en procesos incluso de
media temperatura (hasta 500.º C). Pero la descarbonización de procesos de alta y muy
alta temperatura (por encima de 1.000 ºC) es más compleja tecnológicamente y necesita
desarrollos tecnológicos e inversiones más cuantiosas y con mayor incertidumbre.
Existen algunas tecnologías para la descarbonización de estos procesos de mayor
temperatura, pero en muchos casos todavía no han sido implementadas a escala
industrial.
En cuanto a las emisiones de proceso, estas son especialmente relevantes en
algunos sectores como el cementero, donde son incluso superiores a las derivadas del
uso de la energía térmica, el vidriero, el cerámico y algunas industrias químicas. Estas
emisiones no están relacionadas con el uso de combustibles fósiles y su reducción
presenta retos específicos. Las principales vías para lograrlo pasan por la reformulación
de productos sustituyendo materias primas y por tecnologías de captura,
almacenamiento y uso de carbono.
Las industrias que más gases de efecto invernadero (GEI) emiten se encuentran
sujetas al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (RCDE).
En España, existen más de 500 instalaciones industriales sujetas a este régimen, que
son responsables del 84 % del total de las emisiones de GEI de la industria. La mayoría
de estas industrias son intensivas en el uso de energía térmica y algunas también en
emisiones de proceso. La transformación ecológica del sector industrial debe centrarse
prioritariamente en estos sectores, pues son aquellos que más impacto tendrán en la
descarbonización de la industria y de la economía en general, porque presentan retos
específicos especialmente exigentes y por su capacidad para transferir la
descarbonización a lo largo de toda la cadena de valor industrial, al proveer a otras
industrias de insumos esenciales –ya respetuosos con el clima y el medioambiente– y al
tener la capacidad de diseminar tecnología probada en entornos especialmente
exigentes.
cve: BOE-A-2024-16383
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 190