III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-16390)
Decreto 50/2024, de 29 de abril, del Consell, para la declaración de bien de interés cultural, con la categoría de bien inmaterial, de la actividad tradicional Cultura del Cáñamo de Callosa de Segura.
12 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 190
Miércoles 7 de agosto de 2024
Sec. III. Pág. 101868
desde su cultivo en la huerta, hasta la venta de los productos elaborados, pasando por la
preparación de la fibra, la elaboración de la materia base, el aprovechamiento de
productos secundarios o sus variadas fases de artesanía especializada. Cada fase tenía
su ámbito espacial característico, en la huerta y en el núcleo urbano, siendo realizadas la
mayoría en espacios construidos exprofeso, cabe destacar pues:
a) La balsa: para cocer/macerar el cáñamo en la huerta de Callosa.
b) El obrador: edificio de características muy singulares, con amplios ventanales
para trabajar la fibranatural, espadar y rastrillar.
c) La fábrica de hilar: dónde realizaban el proceso industrial artesanal de esta fibra
convertida en hilos, cabos y redes que llegaron a abastecer a todo el territorio nacional.
Nuevas actuaciones de salvaguarda.
La Cultura del Cáñamo viene ligada a Callosa de Segura, prácticamente desde sus
orígenes, siendo esta localidad nexo unión de las distintas fases de transformación y
elaboración de productos derivados de esta fibra textil, tanto en el ámbito agrícola como
industrial, formando parte de la idiosincrasia y carácter de este municipio distintos
elementos tanto arquitectónicos, culturales, etnográficos e históricos que la han llevado a
ser la Ciudad del Cáñamo como así se conoce a esta ciudad, al ser la base de la
estructura socio-económica local que a lo largo del siglo XX ha hecho de Callosa de
Segura referente de emprendimiento de agricultores, industriales y comerciantes que
han dado la supervivencia necesaria en los momentos de mayor crisis económica como
la derivada del final de los años veinte y de posguerra siendo ejemplo para las
poblaciones de alrededor, incluso a niveles provincial y nacional, por sus productos de
hilos, cuerdas, redes, calzado, etc.
La demanda de productos con materias primas derivadas del petróleo acabó con
esta industria que comenzando de manera artesanal fue incorporando su primera
mecanización, lo que llevó una caída importante en la demanda de materiales realizados
con cáñamo, lo que supuso una fuerte emigración de la población callosina en los
años 60, lo que no amainó el espíritu aventurero y de prosperidad de nuestros
empresarios que adaptaron sus empresas y fábricas a estos nuevos materiales para
seguir siendo en la actualidad una potencia a nivel mundial en la fabricación de hilos,
cuerdas y redes de pesca, seguridad o deportivas. Pero desde su desaparición hasta la
puesta de en marcha del Museo del Cáñamo «Roque Francisco Albert Lucas» en el
año 1986, este Ayuntamiento ha trabajado en la recuperación de elementos, utensilios y
documentación relativa a esta actividad socioeconómica, especialmente con la
colaboración de don Roque Francisco Albert Lucas, fundador de este Museo y a quien
está dedicado desde el año 2019. Con la intención de dar a conocer cómo se
desarrollaban estos trabajos, comenzaron en agosto de 1987 las Demostraciones
Nacionales de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, que hoy en día está más que
consolidada como un reclamo de turistas, investigadores y autoridades que junto al
público asistentes congrega a más de dos mil personas cada 14 de agosto. En su afán
de seguir actuando en la promoción de este Museo y su cultura etnográfica tan particular,
se trasladó desde las instalaciones en un local alquilado al antiguo Matadero Municipal
en el año 1995 tras su cierre. Un edificio protegido por el Plan General de Ordenación
Urbana de 1928 obra del Arquitecto don Juan Vidal Ramos, ocupando una de sus naves,
aun así, con una importante obra de rehabilitación en 2010, y tras el traslado de los
Museos de Semana Santa y Arqueológico, ocupa por su especial relevancia y alta
demanda, todo el edificio, equipado con nuevas tecnologías para facilitar la comprensión
de los materiales expuestos y el contexto sociocultural que los enmarca a los visitantes.
Paralelo a este Museo del Cáñamo, reconocido oficialmente como Colección
Museográfica el 24 de marzo de 1994 y en trámite para su valoración y denominación
como Museo de la Comunitat Valenciana, se constituyó una Escuela de Monitores de los
Trabajos del Cáñamo, promovida y dirigida por don Roque Fco. Albert Lucas, que realiza
demostraciones o exhibiciones a los visitantes con personas que han trabajado en estos
cve: BOE-A-2024-16390
Verificable en https://www.boe.es
5.2
Núm. 190
Miércoles 7 de agosto de 2024
Sec. III. Pág. 101868
desde su cultivo en la huerta, hasta la venta de los productos elaborados, pasando por la
preparación de la fibra, la elaboración de la materia base, el aprovechamiento de
productos secundarios o sus variadas fases de artesanía especializada. Cada fase tenía
su ámbito espacial característico, en la huerta y en el núcleo urbano, siendo realizadas la
mayoría en espacios construidos exprofeso, cabe destacar pues:
a) La balsa: para cocer/macerar el cáñamo en la huerta de Callosa.
b) El obrador: edificio de características muy singulares, con amplios ventanales
para trabajar la fibranatural, espadar y rastrillar.
c) La fábrica de hilar: dónde realizaban el proceso industrial artesanal de esta fibra
convertida en hilos, cabos y redes que llegaron a abastecer a todo el territorio nacional.
Nuevas actuaciones de salvaguarda.
La Cultura del Cáñamo viene ligada a Callosa de Segura, prácticamente desde sus
orígenes, siendo esta localidad nexo unión de las distintas fases de transformación y
elaboración de productos derivados de esta fibra textil, tanto en el ámbito agrícola como
industrial, formando parte de la idiosincrasia y carácter de este municipio distintos
elementos tanto arquitectónicos, culturales, etnográficos e históricos que la han llevado a
ser la Ciudad del Cáñamo como así se conoce a esta ciudad, al ser la base de la
estructura socio-económica local que a lo largo del siglo XX ha hecho de Callosa de
Segura referente de emprendimiento de agricultores, industriales y comerciantes que
han dado la supervivencia necesaria en los momentos de mayor crisis económica como
la derivada del final de los años veinte y de posguerra siendo ejemplo para las
poblaciones de alrededor, incluso a niveles provincial y nacional, por sus productos de
hilos, cuerdas, redes, calzado, etc.
La demanda de productos con materias primas derivadas del petróleo acabó con
esta industria que comenzando de manera artesanal fue incorporando su primera
mecanización, lo que llevó una caída importante en la demanda de materiales realizados
con cáñamo, lo que supuso una fuerte emigración de la población callosina en los
años 60, lo que no amainó el espíritu aventurero y de prosperidad de nuestros
empresarios que adaptaron sus empresas y fábricas a estos nuevos materiales para
seguir siendo en la actualidad una potencia a nivel mundial en la fabricación de hilos,
cuerdas y redes de pesca, seguridad o deportivas. Pero desde su desaparición hasta la
puesta de en marcha del Museo del Cáñamo «Roque Francisco Albert Lucas» en el
año 1986, este Ayuntamiento ha trabajado en la recuperación de elementos, utensilios y
documentación relativa a esta actividad socioeconómica, especialmente con la
colaboración de don Roque Francisco Albert Lucas, fundador de este Museo y a quien
está dedicado desde el año 2019. Con la intención de dar a conocer cómo se
desarrollaban estos trabajos, comenzaron en agosto de 1987 las Demostraciones
Nacionales de los Trabajos Artesanales del Cáñamo, que hoy en día está más que
consolidada como un reclamo de turistas, investigadores y autoridades que junto al
público asistentes congrega a más de dos mil personas cada 14 de agosto. En su afán
de seguir actuando en la promoción de este Museo y su cultura etnográfica tan particular,
se trasladó desde las instalaciones en un local alquilado al antiguo Matadero Municipal
en el año 1995 tras su cierre. Un edificio protegido por el Plan General de Ordenación
Urbana de 1928 obra del Arquitecto don Juan Vidal Ramos, ocupando una de sus naves,
aun así, con una importante obra de rehabilitación en 2010, y tras el traslado de los
Museos de Semana Santa y Arqueológico, ocupa por su especial relevancia y alta
demanda, todo el edificio, equipado con nuevas tecnologías para facilitar la comprensión
de los materiales expuestos y el contexto sociocultural que los enmarca a los visitantes.
Paralelo a este Museo del Cáñamo, reconocido oficialmente como Colección
Museográfica el 24 de marzo de 1994 y en trámite para su valoración y denominación
como Museo de la Comunitat Valenciana, se constituyó una Escuela de Monitores de los
Trabajos del Cáñamo, promovida y dirigida por don Roque Fco. Albert Lucas, que realiza
demostraciones o exhibiciones a los visitantes con personas que han trabajado en estos
cve: BOE-A-2024-16390
Verificable en https://www.boe.es
5.2