T.C. Sección del Tribunal Constitucional. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Sentencias. (BOE-A-2024-14000)
Pleno. Sentencia 87/2024, de 4 de junio de 2024. Recurso de amparo 4949-2021. Promovido por don Alirio Ramón León Viloria respecto de las sentencias de las salas de lo Penal del Tribunal Supremo, de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y de la Audiencia Provincial que le condenaron por un delito contra la salud pública. Supuesta vulneración de los derechos a la intimidad, a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las garantías: prueba aportada por agente encubierto que no afecta a la intimidad y habiendo mediado el adecuado control judicial. Votos particulares.
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No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 8 de julio de 2024
Sec. TC. Pág. 85465
una importante organización criminal de ciudadanos de origen venezolano que estaría
dedicándose a la introducción en España de grandes cantidades de cocaína por vía
aérea, lo que se correspondía –según dicho oficio– con otras líneas de investigación
seguidas en esa sección de estupefacientes en el aeropuerto Adolfo Suárez MadridBarajas, conforme a las cuales se estaría utilizando dicha infraestructura como
plataforma de entrada para las sustancias estupefacientes.
En el oficio se puso en conocimiento de esa misma fiscalía que el 18 de enero
de 2019 se había recibido comunicación de la Comisaría General de Policía Judicial
informando de las gestiones efectuadas desde mediados de diciembre del año 2018, en
relación con esa organización criminal integrada por individuos de origen venezolano,
dedicados al tráfico de sustancias estupefacientes, específicamente cocaína, por medio
del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
La comunicación destaca que uno de los principales dirigentes en España era un
varón de origen venezolano que se hacía llamar «Rafa», quien sería la persona
encargada de coordinar la estructura de entrada de la ilícita mercancía en España por
medio de «maleteros» en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Se destacó que efectuado un acercamiento al llamado «Rafa» por parte de uno de
los integrantes de la sección de agentes encubiertos, se había podido comprobar que
hacía alarde de que tenía varias «salidas de mercancía en Sudamérica» (Venezuela,
Bolivia, Paraguay y República Dominicana), todas con maletas que enviaba en avión,
que en España tenía alguna infraestructura para «rescatar» esa mercancía y que estaba
en disposición de mandar grandes cantidades de cocaína de manera periódica. Llegó a
indicar que para un primer envío a modo de prueba serían unos cincuenta kilogramos de
cocaína, explicitando el precio del rescate por kilogramo en 26 000 €, sin que pudiera
quedarse con mercancía como forma de pago.
El llamado «Rafa» interpeló al agente si tenía algún medio de comunicación
encriptado, ya que él tenía un terminal llamado «encrochat» o «PGP» y le indicó que
podía comunicarse en un primer momento por medio de la aplicación «WhatsApp»,
facilitándole el número de abonado.
Añadió que en el transcurso de la vigilancia practicada se había podido observar
cómo estos sujetos adoptaban numerosas medidas de seguridad, haciendo repentinos
cambios de sentido de la marcha y deteniéndose de manera improvisada, con la
evidente finalidad de detectar alguna presencia policial. También que durante la cita
permanecían en constante alerta sobre las personas que transitaban por los alrededores.
Refirió que durante el operativo se intensificaron las gestiones con el fin de identificar al
citado «Rafa» y a su acompañante, así como para obtener algún dato objetivo que
condujera a su identificación, aunque el resultado fue infructuoso debido a las medidas
anteriormente señaladas y a la alta probabilidad de que detectaran la presencia policial,
lo que perjudicaría el buen fin de la investigación y la integridad del agente encubierto,
en caso de ser descubierto.
Infirió que el propio «Rafa» sería el encargado de monopolizar la distribución de toda
la cocaína introducida, ya que indicó que el pago se haría en dinero en efectivo y no con
un porcentaje de la sustancia transportada. Esto permitía deducir que la organización
dispondría de la infraestructura necesaria para su ilícita comercialización en España y a
tenor de la cantidad inicial que pretendía introducir de cincuenta kilogramos, dicha red
era lo suficientemente amplia para dar salida a tal cantidad de droga, lo que resultaba
también de la infraestructura que decía disponer actualmente a través del aeropuerto
Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Se concluyó entonces que «[t]odo parece indicar que dicha red de distribución afecta
a diferentes puntos del territorio nacional, dada la gran cantidad de sustancia
estupefaciente que pretende introducir, así como la disposición que tiene de mandar
grandes cantidades de droga de manera periódica, lo que se deduce también de las
distintas salidas que utiliza desde países como Venezuela, Bolivia, Paraguay o República
Dominicana».
cve: BOE-A-2024-14000
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 164
Lunes 8 de julio de 2024
Sec. TC. Pág. 85465
una importante organización criminal de ciudadanos de origen venezolano que estaría
dedicándose a la introducción en España de grandes cantidades de cocaína por vía
aérea, lo que se correspondía –según dicho oficio– con otras líneas de investigación
seguidas en esa sección de estupefacientes en el aeropuerto Adolfo Suárez MadridBarajas, conforme a las cuales se estaría utilizando dicha infraestructura como
plataforma de entrada para las sustancias estupefacientes.
En el oficio se puso en conocimiento de esa misma fiscalía que el 18 de enero
de 2019 se había recibido comunicación de la Comisaría General de Policía Judicial
informando de las gestiones efectuadas desde mediados de diciembre del año 2018, en
relación con esa organización criminal integrada por individuos de origen venezolano,
dedicados al tráfico de sustancias estupefacientes, específicamente cocaína, por medio
del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
La comunicación destaca que uno de los principales dirigentes en España era un
varón de origen venezolano que se hacía llamar «Rafa», quien sería la persona
encargada de coordinar la estructura de entrada de la ilícita mercancía en España por
medio de «maleteros» en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Se destacó que efectuado un acercamiento al llamado «Rafa» por parte de uno de
los integrantes de la sección de agentes encubiertos, se había podido comprobar que
hacía alarde de que tenía varias «salidas de mercancía en Sudamérica» (Venezuela,
Bolivia, Paraguay y República Dominicana), todas con maletas que enviaba en avión,
que en España tenía alguna infraestructura para «rescatar» esa mercancía y que estaba
en disposición de mandar grandes cantidades de cocaína de manera periódica. Llegó a
indicar que para un primer envío a modo de prueba serían unos cincuenta kilogramos de
cocaína, explicitando el precio del rescate por kilogramo en 26 000 €, sin que pudiera
quedarse con mercancía como forma de pago.
El llamado «Rafa» interpeló al agente si tenía algún medio de comunicación
encriptado, ya que él tenía un terminal llamado «encrochat» o «PGP» y le indicó que
podía comunicarse en un primer momento por medio de la aplicación «WhatsApp»,
facilitándole el número de abonado.
Añadió que en el transcurso de la vigilancia practicada se había podido observar
cómo estos sujetos adoptaban numerosas medidas de seguridad, haciendo repentinos
cambios de sentido de la marcha y deteniéndose de manera improvisada, con la
evidente finalidad de detectar alguna presencia policial. También que durante la cita
permanecían en constante alerta sobre las personas que transitaban por los alrededores.
Refirió que durante el operativo se intensificaron las gestiones con el fin de identificar al
citado «Rafa» y a su acompañante, así como para obtener algún dato objetivo que
condujera a su identificación, aunque el resultado fue infructuoso debido a las medidas
anteriormente señaladas y a la alta probabilidad de que detectaran la presencia policial,
lo que perjudicaría el buen fin de la investigación y la integridad del agente encubierto,
en caso de ser descubierto.
Infirió que el propio «Rafa» sería el encargado de monopolizar la distribución de toda
la cocaína introducida, ya que indicó que el pago se haría en dinero en efectivo y no con
un porcentaje de la sustancia transportada. Esto permitía deducir que la organización
dispondría de la infraestructura necesaria para su ilícita comercialización en España y a
tenor de la cantidad inicial que pretendía introducir de cincuenta kilogramos, dicha red
era lo suficientemente amplia para dar salida a tal cantidad de droga, lo que resultaba
también de la infraestructura que decía disponer actualmente a través del aeropuerto
Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Se concluyó entonces que «[t]odo parece indicar que dicha red de distribución afecta
a diferentes puntos del territorio nacional, dada la gran cantidad de sustancia
estupefaciente que pretende introducir, así como la disposición que tiene de mandar
grandes cantidades de droga de manera periódica, lo que se deduce también de las
distintas salidas que utiliza desde países como Venezuela, Bolivia, Paraguay o República
Dominicana».
cve: BOE-A-2024-14000
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 164