III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-8703)
Decreto 30/2024, de 5 de marzo, del Consell, para complementar la declaración de bien de interés cultural, con la categoría de bien inmaterial, de la Romeria de les Canyes de Castelló, con la que se incorpora la procesión de las gaiatas y su simbolismo como seña identitaria de la ciudad de Castelló de la Plana.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 30 de abril de 2024

Sec. III. Pág. 49608

romería se caracteriza por el desplazamiento a un lugar sagrado, de manera individual o
colectiva, con la esperanza de conseguir un bien. Adquiere una dimensión ritual, puesto
que tiene carácter anual y sobre todo implica identidad y pertenencia a un lugar
determinado, de forma que entre los romeros hay un sentimiento de hermandad y
vínculo identitario, que representa un símbolo inmaterial que se crea en estos contextos
de sociabilidad.
En 1375 se tiene documentada una procesión: «... fon proposat en consell per lo dit
síndich que com ell agués de volentat dels jurats donat I kafiç de forment a la karitat de la
professó del Castell Vell...».
Se trataría de una típica procesión penitencial propia de la religiosidad medieval y
directamente vinculada a las pestes que a menudo azotaban estas tierras. Diferentes
historiadores vinculan la romería actual con las que empezaron a realizarse durante el
siglo XVI, pero sin relacionarla con el traslado del castillo a la llanura. Estas romerías
eran penitenciales y durante épocas de carestía, enfermedades o sequía se realizaban a
ermitas u otros lugares considerados de culto alrededor de la ciudad. En 1503 el Consejo
decide siete procesiones por la sequía, una de las cuales está dirigida al eremitorio de
Santa María Magdalena. Se conservan los albaranes de los gastos de las procesiones
realizadas a la mencionada ermita en 1572, puesto que se empieza a crear la costumbre
de acudir a causa de la sequía que azotaba la zona. Será, por lo tanto, alrededor
de 1562 y 1570 cuando se produce el llamado voto entre el clero y las autoridades, con
el objetivo de hacer una romería anual al eremitorio de la Magdalena. En estos
documentos se observa cierta instauración de una romería penitencial para invocar
ayuda, tanto material como espiritual, a la ermita de Santa María Magdalena en el
castillo Viejo, el tercer sábado de Cuaresma: «...e així mateix fonch proposat per dit jurat
que el tercer dissabte de Quaresma acostuma la universitat fer cascun any a la hermita
de Santa Magdalena una professó de pregàries de aygua...».
A lo largo de todo el siglo XVII se continúa haciendo la procesión, y será a mediados
de este siglo cuando se bendecirá la ermita de San Roque de Canet. Durante el siglo
XVIII se consolida la romería como una celebración popular, que recogen Diago en 1613
o Llorens de Clavell en 1730. En estos documentos aparecen temas importantes como la
reconstrucción del eremitorio hasta adquirir la forma actual o la primera vez que surgen
las gaiatas. Se describe la romería, con la participación del clero, autoridades, gremios y
la misa con limosna a los pobres. También resulta curioso que describa el ritual de la
vuelta (tornada) a la basílica del Lledó, la llegada a la ciudad y la procesión nocturna
donde penitentes, mujeres y niñas «... llevando muchas luzes en gayatas de caña».
La romería se ha realizado de manera continuada, aunque con ciertas interrupciones
debidas a carencia de dinero, problemas con la iglesia, hundimientos o guerras. De 1745
a 1749 no hubo romerías a la ermita de la Magdalena, puesto que el eremitorio estaba
en ruinas y no había dinero para las celebraciones. En el 1750 se recupera, pero su
sentido no es el mismo. Ahora se realiza la romería «con el motivo de ser de grazias y en
memoria de la translación del pueblo del Heremitorio de la santa al presente sitio...».
Desde Tortosa, en 1774, se ordena que la vuelta se realice antes de anochecer, pero
la Cofradía de la Sangre se opone porque las gaiatas no lucirán del mismo modo. Hubo
diferentes prohibiciones durante varios años, hasta que en 1793 la romería cambia de
día y será el domingo en lugar del sábado y, además, la vuelta se realiza hacia las cuatro
de la tarde. Estas reformas han perdurado hasta hoy, pero la vuelta, que se hacía
demasiado pronto, se fue cambiando hacia la noche para que las gaiatas pudieran lucir
su esplendor.
En 1852 se celebra el VI centenario de la ciudad de Castelló de la Plana, de forma
que se introduce por primera vez la caña verde, y también cuatro personas vestidas con
indumentaria tradicional a modo de maceros con mazas, además de una modificación en
el itinerario de la procesión hasta la salida de la ciudad.
A lo largo del siglo XX, la romería se consolida como manifestación de la identidad
de todo un pueblo. Será a partir de 1952, con el cumpleaños fundacional de la ciudad,
cuando se empiece a realizar una verdadera romería multitudinaria, además de instaurar

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