III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-8471)
Decreto 42/2024, de 9 de abril, del Consell, para la declaración de bien de interés cultural, con la categoría de bien inmaterial, de la Festa de la Mare de Déu del Castell, de Cullera.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 26 de abril de 2024

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hecho, que no se da a menudo, puesto que en las grandes procesiones son un grupo de
personas las elegidas siempre, muy organizadas, para hacer de portadores de las
andas, o incluso es el clero quien se encarga. El recorrido establecido empieza en el
patio de la Iglesia, calle de Dalt, plaza de la Verdura, calle de Dalt, plaza Agustín Bou,
calle de Baix, calle dels Gils, calle de la Séquia, calle dels Horts, calle de Sant Sebastià,
calle del Riu, calle de la Séquia, calle Nou, calle Teatre, plaza de la Sal, calle Ramón y
Cajal, plaza de l’Església. Al entrar a la iglesia, de nuevo el órgano y la rueda de
campanas reciben a la Mare de Déu, y continúan sonando cuando el custodio saca de
las andas la imagen y se la ofrece al clero, que la vuelve a depositar en el trono. El trono
sube y se finaliza con una fórmula litúrgica, y el Regina Coeli. Al finalizar la procesión, al
cabo de un rato, se dispara un castillo de fuegos artificiales.
Procesión de la Vega-Puerto: El miércoles (quinto día de las fiestas) tiene lugar el
segundo de los actos litúrgicos y rituales en los barrios de la villa. En este caso, el
séquito procesional se traslada al barrio de la Vega-Puerto, con una importante
participación de la comunidad pesquera y marinera. Este acto se inició en 1988 y sigue
la estructura de las auroras (Arrabal/San Antonio), aunque tenemos que destacar la
participación del barrio, que acompaña al séquito, de una manera menos ordenada, en
grupos y no en hileras, como si se tratara de una manifestación religiosa, una romería,
manteniendo, aun así, la solemnidad y simbología. En la iglesia de los Santos Juanes, la
imagen es bajada de su sitial con el órgano y la rueda de campanas sonando. Es el
custodio, como siempre, quien da al clero la imagen, que es llevada a las andas elegidas
para el traslado. El custodio incorpora y fija la imagen a las andas.
Los portadores del barrio Vega-Puerto sacan del templo la imagen con las campanas
volteando, entre vivas y aplausos, como de costumbre, y se inicia el traslado, que tiene
este desarrollo: – SCUDAMM de cornetas y tambores, – cruz mayor levantada, – pueblo,
con formación irregular, agrupado y llenando las calles, – Milicia y Custodia, – andas de
la Virgen María, portada por los portadores del barrio Mare de Déu, – clero, presidido por
el cura de la parroquia visitada, en este caso de San Francisco de Asís, – camareras,
con acompañantes, – tauleters, con acompañantes, – Junta del Patronato, – corporación
municipal, presidida por el alcalde/alcaldesa, con la Policía Local y ordenanzas, – banda
de música.
El recorrido se hace por las calles: patio de l’Església, paseo Dr. Alemany, calle
Ateneo, calle Colón, calle de la Bega, calle Padre A. Belenguer, calle Ausiàs March y
avenida del Port. A lo largo del recorrido encontramos altares, decoraciones florales,
alfombras vegetales, disparo de cohetes, por parte del vecindario. Al llegar a los jardines
de la avenida del Puerto, el séquito para un momento, y la Mare de Déu es colocada en
un entarimado, desde donde se hace una plegaria y proclamación de la palabra. Al bajar
las andas del entarimado, son las mujeres del barrio, madres, hermanas y mujeres de los
marineros, las que se encargan de llevar las andas al hombro. En esta ocasión también
se dispara un castillo de fuegos artificiales, que alumbra de color el río Júcar. El recorrido
de vuelta se hace desde la avenida del Port, pasando por la calle Rey Don Jaime, calle
Ateneo, paseo Dr. Alemany y acaba en el patio de la Iglesia, donde la Mare de Déu
vuelve a entrar entre el vuelo de campanas, la rueda y el órgano. El proceso final es
igual a las otras salidas de la imagen, que es desmontada de las andas por el custodio,
dada en manos al clero y llevada a su trono, y, mientras sube, se canta la Salve
marinera. Como hemos comentado, la singularidad de este traslado reside en la
participación de la comunidad marinera, protagonista del barrio, y, especialmente, de las
mujeres, que realizan solas el trayecto de vuelta.
Rosario de la Aurora de San Antonio: Sin restar importancia ni emociones al resto de
traslados, procesiones en honor de la Mare de Déu, el Rosario de la Aurora de San
Antonio se ha convertido, desde los inicios, en 1940, en uno de los rituales festivos más
seguidos tanto por la comunidad portadora, los y las vecinas de Cullera, como de
visitantes y peregrinos, que acompañan a la Mare de Déu hasta tocar el agua del mar
Mediterráneo justo en el momento en el que empieza un nuevo día. El último día de

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Núm. 102