III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-7590)
Decreto 25/2024, de 26 de marzo, por el que se declara bien de interés cultural el "Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida", de la localidad de Mérida (Badajoz), con carácter de patrimonio cultural inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 93

Martes 16 de abril de 2024

Sec. III. Pág. 42950

ANEXO
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida
[Se publica, como anexo, un extracto de los informes emitidos por don Santiago
López Moreda, catedrático de Filología Latina de la UEX, y don José Luis Mosquera
Müller, cronista oficial de la ciudad de Mérida, aportados para la incoación del
expediente, así como el contenido del informe emitido por la Real Academia de
Extremadura. Los citados informes y documentación íntegros a la que hace referencia el
acuerdo de incoación constan en el expediente administrativo correspondiente. Este
expediente se podrá consultar en las dependencias de la Dirección General de
Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural (avenida Valhondo, s/n. Módulo 4, Planta 2.ª,
06800 Mérida, Badajoz) por las personas interesadas en el procedimiento, de acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 12 y siguientes de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de
transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno y el artículo 15 y
siguientes de la Ley 4/2013, de 21 de mayo, de Gobierno Abierto de Extremadura].

En 1910, Enrique Salanava escribe en la revista «Por esos mundos» un artículo en el
que alude al sueño de recuperar el teatro de Mérida para el uso para el que fue
diseñado: «don José Ramón Mélida abriga la esperanza de poder excavarlo todo para
descubrir en su totalidad graderías y escenario y reconstruir la escena, y hasta
representar a ser posible, como en aquellos tiempos de grandeza y poderío, cual se
viene efectuando en el Teatrero romano de Orange, en Francia. Esto resultará un
positivo ingreso si la idea llega a realizarse totalmente y será una hermosa nota de
cultura para nuestro país» (Álvarez Amaro 2022: 24).
No pasará mucho hasta que este asunto se plantee de nuevo, pues a finales
de 1911, con motivo de Jorge Bonsor a las excavaciones arqueológicas en el teatro,
aquel apunta la posibilidad de llevar a cabo representaciones teatrales, conciertos y
juegos florales anuales en el espacio arqueológico (Álvarez Amaro 2022: 25).
José Ramón Mélida ya tenía en su cabeza esa posibilidad, y su relación con el
mundo del teatro comenzaría a ser estrecha en los años siguientes, especialmente con
María Guerrero. Ya en abril de 1915, hay noticias de una primera visita de la actriz y su
marido a las excavaciones de Mérida.
Pero ciertamente la historia del Festival arranca en 1924 cuando un grupo de
estudiantes de Badajoz representan «Cautivos» de Plauto en el teatro romano
recientemente recuperado. José Ramón Mélida después convenció a Margarita Xirgú y a
Miguel de Unamuno para adaptar la «Medea» de Séneca, que se representó el 18 de
junio de 1933.
El propio Unamuno y el presidente de la República, Manuel Azaña, asistieron a la
representación de «Medea», «representación memorable» (Diario «El Sol») de la que iba
a ser la tragedia más representada en la historia del Festival. Miguel de Unamuno
escribía en el diario «Ahora» de Madrid: «El Teatro de Mérida, a cielo abierto de España,
ha sido desenterrado- ¡tanta tradición hispano-romana por desenterrar!...–gracias sobre
todo, al benemérito Mélida, y hoy, al sol, nos habla de un secular pasado de grandeza.
Todo lo que se hizo durar para siempre vuelve a ser restaurado, de una o de otra
manera; sólo perecen las ruinas que se construyeron como tales, queriendo o sin
quererlo...».
Tras la interrupción de la guerra civil, en 1939 se representó la «Aulularia» de Plauto,
por el Carro de la Farándula; después «Fedra» de Séneca, por un grupo de Teatro
Universitario. José Tamayo tuvo el empeño de que las representaciones tuvieran una cita
anual con los mitos clásicos y los mitos escénicos hasta el día de hoy. El Festival se
planteaba así dos cuestionres: qué clásicos representar y en qué escenarios.
En 1955, se da respuesta a ambos interrogantes al aceptar las tragedias de
Shakespeare: «Julio César», en versión de José María Pemán, que hace transcurrir uno

cve: BOE-A-2024-7590
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Los inicios del Festival.