III. Otras disposiciones. MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO. Impacto ambiental. (BOE-A-2024-1666)
Resolución de 22 de enero de 2024, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula informe de impacto ambiental del proyecto "Creación de nuevos recintos en el muelle de Cataluña. Puerto de Barcelona".
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 29 de enero de 2024

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Con relación a la alteración de la calidad del agua, el Instituto Español de
Oceanografía, señala que será necesario indicar la naturaleza de los floculantes que se
emplearán para favorecer el proceso de sedimentación durante el relleno, y evaluar su
impacto potencial en la zona. El promotor informa que el uso de floculantes es algo
habitual para gestionar materiales con altas cantidades de finos, ya que permite reducir
la turbidez, la pérdida de material en suspensión y la dispersión y movilización de
contaminantes, así como mejorar la respuesta a nivel de consolidación de los materiales
de relleno hidráulico dentro de recintos. Sin embargo, no puede concretar con tanta
antelación el tipo de floculantes a utilizar y sus características concretas, ya que
dependerá de las características del material a dragar y verter en cada momento y de las
opciones técnicas disponibles. En cualquier caso, garantiza que, como condición
necesaria para su aprobación, los floculantes deberán ser inertes o sin afección al medio
ambiente y tener experiencia acreditada en este tipo de usos.
En la zona de estudio destaca la cercanía del Delta del Llobregat y su acuífero
profundo, identificado en el Plan de Gestión del Segundo Ciclo para el cumplimiento de
la Directiva Marco del Agua como masa de agua de la Vall Baixa i Delta del Llobregat
(masa de agua subterránea, código 39), en mal estado químico y cuantitativo,
principalmente por la intrusión marina. En el Delta del Llobregat existen un acuífero
superficial (discontinuo y de poca entidad) y un acuífero profundo, separados por una
unidad de materiales fundamentalmente limosos y arcillosos que actúa como acuitardo,
de 45,8 m de espesor, denominada comúnmente como cuña de limos, que protege al
acuífero profundo de posibles afecciones externas. Hacia los bordes del delta las arcillas
pasan a ser más arenosas con lo que los dos acuíferos quedan conectados, pudiéndose
hablar, hidrogeológicamente, del acuífero único. En los cortes geológicos realizados, se
observa que en la zona del muelle Cataluña la batimetría alcanza cotas inferiores al
acuífero superficial y, por tanto, ya no hay presencia de este, pasando el acuitardo a
estar directamente en contacto con el mar.
La Autoridad Portuaria de Barcelona realiza la vigilancia de la calidad de las aguas y
la afección sobre el acuífero del Delta del Llobregat, bajo el marco de los programas de
control y vigilancia de la Directiva Marco del Agua y bajo la supervisión de la Agencia
Catalana del Agua. Así, se realizan controles periódicos a través de una red de control
establecida con un total de 16 estaciones, dando como resultado una caracterización de
las aguas del puerto incluida en el documento ambiental, que de manera particular toma
como referencia los resultados de las 4 estaciones más cercanas a las actuaciones y
analiza factores como la temperatura, la salinidad, la densidad, los niveles de saturación
de oxígeno, fluorescencia, turbidez, los nutrientes inorgánicos, el índice FAN, los
contaminantes orgánicos, etc.
En cuanto a la afección sobre el acuífero profundo del Delta del Llobregat, según
recoge el documento ambiental, el material a utilizar provendrá tanto del reciclado de
residuos de la construcción y demolición, y/o materiales procedentes de cantera
(creación de las motas de cierre), como de los dragados planificados durante los
próximos años en el puerto (material de relleno). De este modo, al aportar material con
una permeabilidad similar al material actual, a priori no se prevé una alteración sobre la
hidrología del acuífero. Además, la aportación de material aumentará el espesor de
salvaguarda del acuitardo, reforzando la protección del acuífero. Por otro lado, aunque
en la mayor parte del ámbito de estudio ya no hay presencia del acuífero superficial, el
hecho de desplazar la línea de costa mar adentro, puede provocar cambios en la
piezometría del acuífero superficial, aunque según indica la Autoridad Portuaria de
Barcelona, el seguimiento realizado demuestra que los niveles piezométricos se
estabilizan rápidamente tras las obras recuperando el nivel anterior, de manera que la
construcción de todas las infraestructuras ya ejecutadas no han producido afección
sobre los niveles piezométricos del acuífero superficial.
La Dirección General de Políticas Ambientales y Medio Natural de la Generalitat de
Cataluña y la Subdirección General de Protección del Mar del MITECO, coinciden en
indicar la necesidad de incorporar en el plan de vigilancia (PVA) el seguimiento de los

cve: BOE-A-2024-1666
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Núm. 25