III. Otras disposiciones. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-1561)
Acuerdo 5/2024, de 11 de enero, de la Junta de Castilla y León, por el que se declara el Monasterio de Nuestra Señora de la Anunciada, en Villafranca del Bierzo (León), bien de interés cultural con categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Sábado 27 de enero de 2024

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marqués de Villafranca del Bierzo, Don Pedro de Toledo Osorio Colonna, destacado
político bajo los reinados de Felipe II y Felipe IV, figura de gran trascendencia histórica y
relevante ejemplo del mecenazgo aristocrático de principios del siglo XVI.
En este sentido el monasterio guarda una interesante colección de bienes muebles
vinculados a las estancias de los marqueses de Villafranca y sus relaciones con Italia y
Flandes.
El interior de la iglesia de la Anunciada conserva extraordinarios recuerdos de lo que
fue uno de los episodios de patronazgo y coleccionismo más brillantes en la España de
la primera mitad del siglo XVII, protagonizado por el V marqués de Villafranca en su
etapa al servicio de Felipe III, primero como capitán general de las galeras del
Mediterráneo y más adelante como gobernador del Milanesado.
La fundación del monasterio conllevó la realización de importantes reformas, un largo
proceso constructivo en el que se utilizó un lenguaje clasicista. Se trata de un conjunto
de gran austeridad, en sintonía con el espíritu monacal y la interpretación más sobria de
la ideología contrarreformista, en el que la única licencia ornamental que encontramos
son los esgrafiados de las cubiertas y el contraste entre el estuco blanco de los
paramentos y la piedra vista de los ejes.
En el exterior, también muy sobrio, destaca la gran portada-retablo, enmarcada por
un gran arco y pilastras toscanas, presidida por el grupo de la Anunciación en la
hornacina que corona el primer orden y por un escudo de los Toledo, ocupando el
tímpano del gran frontón.
La iglesia, de estilo barroco-italiano, fue construida entre 1655 y 1660, bastantes
años después de la fundación del Monasterio. Consta de una sola nave dividida en tres
tramos mediante pilastras dóricas que sostienen arcos fajones de medio punto, cubierta
en el presbiterio por una cúpula de media naranja elevada sobre pechinas. A los pies del
templo en la parte alta se ubica el coro dividido por un poderoso muro y una reja, y en la
inferior destaca el panteón de los marqueses de Villafranca.
El panteón de los marqueses de Villafranca, fundadores y patronos del Monasterio la
Anunciada, constituye uno de los conjuntos sepulcrales aristocráticos más destacados
de los existentes en Castilla y León, clave para entender el tránsito del gusto manierista
al primer barroco. De planta cuadrada y bóveda rebajada, varios arcosolios acogen
enterramientos de la familia del Marquesado de Villafranca.
La cripta del Monasterio está presidida por el túmulo de piedras duras de factura
italiana sustentado por una base de madera policromada integrada por distintos
elementos en el que reposan los restos de don Pedro de Toledo y su hija Sor María de la
Trinidad. Tiene planta rectangular y sus dimensiones son: 2,58 m de longitud, 1,48 m
anchura y 0,70 m de altura. El túmulo está realizado con la técnica de «commesso»,
especie de taracea a base de mármoles y piedras duras, de origen clásico, que conoce
su apogeo en el Renacimiento. Aunque no hay duda sobre el origen italiano de la pieza,
sin embargo, no existe unanimidad entre los investigadores sobre la adscripción a un
taller concreto. Esta técnica se utiliza también en la decoración de los frontales de altar
que ocupan la base de los arcosolios de la capilla.
Destaca el majestuoso retablo mayor de madera de nogal policromada, cuyas piezas
principales fueron adquiridas en Italia por el fundador del Monasterio y la monumental
custodia tabernáculo de mármoles y piedras semipreciosas elaborada en Roma y
montada en Villafranca por el orfebre y marmolista Carlo Minotti (1617-1618), en cuya
base se halla instalado el sagrario.
En la parte izquierda del presbiterio, destaca otro hito espiritual y patrimonial
vinculado al fundador, la hornacina-sepulcro y la urna de bronce sobredorado que guarda
las reliquias de San Lorenzo de Brindis, amigo personal del quinto marqués cuyo cuerpo
fue traído por éste a su fundación berciana tras el fallecimiento del fraile capuchino en
Lisboa en 1619.
De gran interés es el conjunto de treinta pinturas de la serie los Ermitaños
conservadas entre la iglesia y las dependencias del Monasterio, supervivientes de una
colección integrada en origen por noventa y cuatro lienzos, que el quinto marqués

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Núm. 24