III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-25283)
Decreto 199/2023, de 14 de noviembre, del Consell, por el que se declaran bien de interés cultural, con la categoría de monumento, los azudes de Mutxamel y de Sant Joan del término municipal de Mutxamel.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 296

Martes 12 de diciembre de 2023

3.1

Descripción y datos histórico-artísticos.
Introducción.

La huerta de Alicante es uno de los secanos regados más interesantes del Levante
peninsular, siendo uno de los pilares históricos donde ha descansado la sociedad
alicantina. La base del funcionamiento de esta huerta ha sido el sistema de acequias y el
reparto de sus aguas, que funcionan desde época musulmana, del cual el municipio de
Mutxamel conserva en el cauce del río Montnegre o Seco las cabeceras de esta red de
riegos, que son el Assut Vell o de Mutxamel, el Nou, de Sant Joan o de El Gualeró y el
de El Campello, verdaderas joyas de la arquitectura hidráulica.
El secular déficit hídrico dio lugar a un sistema de riego basado en un estricto
cómputo horario y a la construcción de presas que retuvieran y desviaran el agua
generada por las precipitaciones extraordinarias otoñales. El modélico pantano de Tibi es
un excelente ejemplo de la necesidad acuciante de almacenar agua para poder regar los
campos en períodos clave del ciclo agrícola pero, también, del deseo de evitar que los
caudales, tan extraordinarios como necesarios, producto de las precipitaciones
torrenciales se perdieran en el mar. Este embalse y los azudes localizados aguas abajo
compusieron un singular sistema hidráulico sometido a los vaivenes de la meteorología.
Las pertinaces sequías padecidas, junto con los excesos hidrometeorológicos,
contribuyeron a crear una peculiar cultura del agua en la que técnica, control institucional
y religiosidad popular se dieron la mano y contribuyeron a componer un paisaje de
regadío deficitario de enorme interés que ha estado vigente hasta las décadas postreras
del siglo pasado.
Los azudes reúnen una serie de valores fundamentales. Son fruto, sin duda, de la
respuesta de una sociedad hábil que de la escasez de agua hizo virtud y resolvió esta
problemática con unas construcciones que optimizan su uso, y que han dejado una
huella no solo física, sino también cultural y social.
Si la presa de Tibi tiene importancia capital como pieza de arquitectura hidráulica, por
lo que supuso en la técnica constructiva durante siglos, los tres azudes o presas
menores no van a la zaga. Su interés tipológico es menos destacable, si bien forma parte
de un ambicioso proyecto de evitar el desperdicio del agua, que captan las aguas que se
producen más abajo del pantano de Tibi y es origen de acequias primarias en el sistema
de riego de la huerta de Alicante.
El río Montnegre nace en la Hoya de Castalla y desemboca en el municipio de El
Campello. Durante su recorrido recibe diversos nombres: en su nacimiento, próximo a
Castalla y hasta el pantano de Tibi, se le denomina río Verde; aguas abajo de la presa,
cruzando el término de Jijona va encajonado por tierras oscuras que le dan nombre como
río Montnegre; recibe las aguas del barranco de Jijona y ya en término de Mutxamel,
pasados los azudes, se denomina, río Seco, haciendo alusión a un cauce sin agua durante
muchos meses al año y que casi siempre solo la lleva en época de lluvias torrenciales.
El azud o presa de derivación resulta fundamental, como técnica de riego, en el
sistema valenciano. Su función primordial consiste en detener el agua para, con
posterioridad, dividirla y encauzarla. En los ríos pequeños, como es el caso del
Montnegre, el agua eventual producto de los fuertes aguaceros equinocciales tiene un
gran valor, de ahí la existencia de esos azudes que regulaban y dirigían los caudales del
río hacia las diferentes acequias que surcaban la vieja huerta alicantina.
Para que los azudes estuvieran limpios y en condiciones se creó el oficio de azutero,
con las funciones de cuidar del azud, distribuir el agua a las distintas acequias y avisar
cuando venia el aiguaüt, es decir el agua de avenida del río. Los azuteros eran
empleados del Sindicato de Riego, subían todos los meses al pantano de Tibi, tomaban
medidas del nivel del agua e iban hasta la oficina de Alicante a dar parte. Este oficio de
azutero se transmitía por herencia de padres a hijos. Los últimos azuteros que ha habido
son: Pepe «L’Assut» al pantano de Tibi, Carlos «Sant Peret» al azud de Mutxamel, José
Planelles «Pinotxo» al azud de Sant Joan, y el Tío Saoro «la Canaleta» al azud de El
Campello.

cve: BOE-A-2023-25283
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