III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-8575)
Resolución de 28 de febrero de 2023, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural a favor del yacimiento arqueológico "La Nava" del término municipal de Cabeza del Buey (Badajoz), con la categoría de zona arqueológica.
10 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 80

Martes 4 de abril de 2023
a.

Sec. III. Pág. 49949

Edificio del «ámbito A».

Conforma un recinto de planta aproximadamente cuadrangular, de 14,60 x 15 m, con
uno de sus muros curvos, en el centro de la pared norte, cuya función no se ha podido
determinar. Se accede a él, al menos, a través de un vano lateral de un metro de
anchura. Técnicamente se levanta con piedra mediana trabada con un mortero «pobre»
de cal, sobre cimentación de bloques de mayor tamaño. En su acabado pudo contar con
«crustae» de mármol, algunos de cuyos fragmentos se recuperaron en el proceso de
excavación. El pavimento, en cambio, debió ser de mosaico, conservado parcialmente
en el ángulo sureste del interior de la estancia. Muestra una decoración geométrica de
círculos secantes, con teselas de color azul, verde y amarillo, en una composición muy
extendida en la musivaria romana bajoimperial.
b.

Edificio del «ámbito B».

A unos 40 m del anterior se excavaron los restos de un nuevo edificio, a priori con
una planta notablemente más compleja, que integra un conjunto de habitaciones en
torno a lo que parece ser un espacio abierto o «peristilo» de una «domus» o el área
residencial de la villa. Destaca una gran estancia, al norte, presidida por un muro curvo,
que se podría identificar como «triclinium», por su ubicación respecto al patio, su
amplitud y la morfología absidada del fondo de la sala, propia de la arquitectura de las
grandes casas romanas a partir del siglo III.
Aunque no se excavó en su integridad, parece que esta gran estancia se abría hacia
ese patio –«peristylum»–, en cuyo centro podrían identificarse los restos de un hipotético
estanque o «impluvium», por su acabado con mortero hidráulico –«opus signinum»– o
profundidad –de 1,65 m–, sin que por el momento pueda determinarse con seguridad su
naturaleza, planta completa o los demás elementos que cabrían identificarse en este tipo
de estructuras domésticas. En torno a este estanque, como viene siendo habitual en
éstas, se describe un espacio semiabierto, perimetral, pavimentado con cantos de río y
teselas de cerámica de distintos colores organizados en diferentes bandas.
Hacia el ángulo NO de este espacio (presumiblemente abierto) se ha determinado un
conjunto de estancias, de menor tamaño que la anterior, comunicadas entre sí y con este
supuesto «peristylum». Interesa resaltar sobre todo los pavimentos en dos de ellas,
sendos mosaicos con motivos geométricos. En una de las habitaciones –«A»–, la
decoración bícroma describe una ancha banda al O, decorada con cuadrados de
distintos tamaños, organizados en una composición diagonal, donde los pequeños se
ubican en los ángulos de los mayores. Insertos en ellos, se dibujan cruces o aspas que
parecen reproducir motivos vegetales sumamente estilizados. El pavimento de la
habitación «B» presenta una variedad cromática y complejidad mayor que el anterior,
con dos composiciones distintas separadas por una cenefa blanca: una, de octógonos
sobre fondo azul que generan en sus ángulos pequeños cuadrados blancos oblicuos; la
otra, de rombos y cuadrados que encierran elementos vegetales sumamente
esquematizados, triángulos y elipses entrelazadas o «nudos de Salomón».
Las paredes de estas estancias también debieron estar ornamentadas, empleando
«crustae» de mármol, constatadas en el zócalo conservado de los muros o los estratos
de amortización excavados en el interior.
Termas del «ámbito C».

En el ámbito más occidental se ubican las construcciones más sobresalientes,
monumentales y mejor conservadas del complejo, que se corresponden con la
instalación termal. En buena medida, su conservación obedece a la técnica empleada en
los muros, de mejor y más robusta factura, y al carácter originalmente semisubterráneo
de muchos de los espacios que la componen, con alzados –o profundidad– de
hasta 1,50 m. Describe un esquema longitudinal, de hasta 35 m y con orientación N-S,
que integra distintas zonas en su interior, con morfología y cometidos diferentes, entre
las que pueden ser reconocibles algunos ámbitos y recorridos propios de las termas

cve: BOE-A-2023-8575
Verificable en https://www.boe.es

c.