III. Otras disposiciones. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-7051)
Acuerdo 16/2023, de 9 de marzo, de la Junta de Castilla y León, por el que se declara las Mascaradas en Castilla y León, bien de interés cultural de carácter inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 17 de marzo de 2023

Sec. III. Pág. 40656

Las máscaras se elaboran con distintos materiales, corcho, cuero, madera, hojalata y
se complementan con diferentes adornos, pieles, crines y pelos de vaca y cuernos o
colmillos, y también cintas de colores o retazos de trapos.
El recubrimiento del rostro se acompaña de una indumentaria especial a la que se
unen diversos objetos simbólicos como cencerros, esquilas y campanillas, matracas,
carracas y elementos fustigadores como pelotas en el extremo de una cuerda, fustas,
ganchos, tenazas articuladas, trallas o sacudidores, palos, zambombas, varas de
mimbre, zurriagos, varas con pellejos de animal, sobeos, castañuelas, espadas de
madera, vejigas hinchadas de cerdo, tridentes, tornaderas, cachas, colas de trapos.
Instrumentos amenazantes como cuernos, teas encendidas, maza, o materiales que se
lanzan o arrojan a los espectadores como ceniza, paja, harina, salvado, sal, agua, barro.
En otros casos se trata de objetos para pintar o rozar.
Todos estos elementos utilizados en las mascaradas están ligados con el entorno y
se han interpretado como elementos propiciadores de la fertilidad o como purificadores, y
conforman junto a los gestos, persecuciones o gritos, el ambiente sonoro característico
de la celebración. En algunos casos se ejecutan melodías musicales con instrumentos
cercanos, flauta o dulzaina, atabal, tamboril, tambor o bombo.
En las mascaradas intervienen diferentes y distinto número de personajes. En primer
lugar, los diablos, que aparecen con distintos nombres como zangarrones, zamarrones,
zarragones, zarrones, zaharrones, cigarrones, botargas o birrias, entre otros, y se les
considera como representantes del mal que atacan y se defienden con diversos
instrumentos. Su representación como ser sobrenatural lo relaciona con la figura del
demonio cristiano, pero también con un ser mítico intercesor entre los vivos y los muertos.
Estos personajes malignos suelen tener una pareja femenina, que en algunas
comarcas se denomina filandorra o hilandera, por llevar huso y rueca. En algunas
localidades se interpreta como la mujer del diablo y en otras ocasiones como una mujer
acompañada de un soldado protector o vigilante o como bruja acompañante del diablo.
Estos personajes malignos suelen ir acompañados de personajes secundarios, los
galanes, madama, bailador y bailadora, novio y novia. Representan la bondad y el bien,
bailando en diferentes momentos o realizando caricias o simulaciones de acto sexual,
como símbolo de propiciatorio de la fertilidad.
En este grupo está también la pareja del ciego y su lazarillo, que suele denominarse
Molacillo o criado. Se dedican a cantar coplas y cantares con referencias a los sucesos
acontecidos a lo largo del año con tono satírico o burlesco y a veces, también intentan
venderlas mendigando por la localidad. También se representa la figura del labrador y el
pastor como representantes de ritos propiciatorios de la fertilidad de la tierra y los
animales, como la vaca y la vaquilla.
Objeto de la declaración
La transmisión oral, la identidad de los miembros de la colectividad, las acciones que
se representan, los personajes que intervienen, la indumentaria y objetos utilizados, la
música, los sonidos, el espacio en el que se desarrollan, el marco temporal, el
protagonismo de la comunidad, la diversidad de símbolos y significados, la pervivencia a lo
largo de la historia y la vitalidad actual, constituyen una relación sintética de los contenidos
de estas celebraciones y rituales festivos, que constituyen el objeto de esta declaración.
El papel de las mascaradas en la cohesión e identidad de la colectividad, el
contenido simbólico y la complejidad de significados de estas manifestaciones festivas,
su continuidad histórica y vinculación con la elaboración de mitos y ritos, la diversidad de
expresiones creativas, desde las representaciones callejeras hasta la elaboración y
mantenimiento de máscaras y trajes, la transmisión de músicas, danzas, la creación de
personajes, son las condiciones y características que determinan la importancia y
relevancia de estas celebraciones. Pero sobre todo es la participación y cooperación en
la organización y mantenimiento de estos rituales festivos por parte de los vecinos de

cve: BOE-A-2023-7051
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Núm. 65