III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-3102)
Decreto 156/2022, de 21 de diciembre, por el que se declara bien de interés cultural la "Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol" de la localidad de Capilla (Badajoz), con la categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 6 de febrero de 2023
Sec. III. Pág. 17488
Además, existe la posibilidad de que determinados arcos interiores y exteriores del templo
también fueran originalmente de herradura, y que fueran retallados posteriormente. Por ese
motivo, el profesor Antonio Almagro realizó un estudio en 1992, intentando localizar el
supuesto mihrab de la mezquita, en el hipotético muro de la quibla y actual fachada de los
pies del templo, la cual se situaría, al igual que muchos templos islámicos de Al-Andalus,
con orientación hacia el estrecho de Gibraltar, vía de peregrinación a La Meca. Se da la
circunstancia, además, de que este muro es de mayor espesor y distinto material
constructivo que el resto del templo. Pero, según su informe, tras realizar las pertinentes
investigaciones, no pudo localizar dicho elemento, por lo que él mismo descartó que el
edificio fuera, en origen, una mezquita.
El artesonado es otra zona interesante del templo. En 1991-1992 se restauró la
cubierta, debido a su mal estado, desmontándose por completo y recolocándose los
materiales originales de mayor valor y mejor conservados. Actualmente, se observa una
armadura en la nave central en la que se aprecian varias fases constructivas. En esta
armadura, el elemento que pertenecería a la fase cronológica del templo más antigua,
altomedieval, ya sea islámica o mudéjar, es un tirante pareado con lacería, situado a los
pies de la iglesia. Así describe Antonio Almagro esta tiranta: «Destaca en primer lugar una
doble tiranta con estructura apeinazada de lazo, con tres estrellas de ocho de trazado
simple, pero con muy buena factura. Esta tiranta está situada aproximadamente sobre la
clave de los dos primeros arcos de los pies de la nave y tiene el aspecto de haber formado
parte de la estructura más antigua de la cubierta. Sólo se conserva este ejemplar que ha
quedado como elemento fósil pues hoy no cumple función alguna». Esta tiranta apoyaba,
según Pilar Mogollón, en canes lobulados antes del desmontaje y recolocación del
artesonado. Así pues, este elemento nos permite pensar que el resto del artesonado, de par
e hilera, sería originalmente de las mismas características. La cubrición de las naves
laterales, a una sola vertiente, es de rollizos, posterior, correspondiente a una reforma
antigua del templo, realizada en torno a los siglos XV-XVI.
El artesonado del ábside central es una armadura de colgadizo de limas mohamares,
con cuatro faldones, almizate y piña de mocárabes. En cuanto al artesonado del ábside de
la nave del evangelio, también es de colgadizo, más sencillo que el anterior. Las dos son
obras mudéjares datables en el siglo XV.
Así pues, y a modo de conclusión, podemos decir que en el templo existe una primera
fase altomedieval, datada en época cristiana (o incluso islámica, según algunos autores),
que afectaría a algunos arcos, muros y parte del artesonado. Posteriormente, el inmueble
sufriría una importante reforma en torno a los siglos XV-XVI, fecha de la que dataría el resto
del edificio, incluida la zona absidial; la portada de la epístola correspondería al siglo XVII.
Otro elemento interesante del templo son sus pinturas murales. Durante las citadas
obras de restauración de la iglesia aparecieron numerosas pinturas murales en su interior,
que fueron restauradas entre 1996 y 1997. Las mismas datan de finales del siglo XV y
comienzos del siglo XVI. Están realizadas mediante la técnica de temple en seco, y constan
de diez paneles repartidos entre el presbiterio, arquerías, muros, etc. Las escenas son
variadas. En estas pinturas se aprecia el trabajo de varios artistas, los llamados «Maestros
de Capilla». En una de ellas, situada en el muro del evangelio en una hornacina, se simula
una arquitectura. En cuanto al resto, en el testero central del presbiterio se representa una
escena de lucha entre moros y cristianos, tal vez la batalla de Clavijo con el apóstol
Santiago al frente o la toma de Tentudía. En otras escenas se representan los siguientes
temas: santa Catalina junto a otras dos santas; una «Misa de san Gregorio», con el
conocido milagro y un personaje anónimo; san Sebastián y san Fabián, con mitra; san
Cristóbal; san Antonio de Padua; así como varios santos sin identificar. Las pinturas están
acompañadas de diferentes textos en letra gótica.
Otros elementos de interés patrimonial del templo son dos pilas de agua bendita con
blasones de los Zúñiga y cruces potenzadas grabadas, una de ellas situada sobre una
lápida romana reutilizada.
cve: BOE-A-2023-3102
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 31
Lunes 6 de febrero de 2023
Sec. III. Pág. 17488
Además, existe la posibilidad de que determinados arcos interiores y exteriores del templo
también fueran originalmente de herradura, y que fueran retallados posteriormente. Por ese
motivo, el profesor Antonio Almagro realizó un estudio en 1992, intentando localizar el
supuesto mihrab de la mezquita, en el hipotético muro de la quibla y actual fachada de los
pies del templo, la cual se situaría, al igual que muchos templos islámicos de Al-Andalus,
con orientación hacia el estrecho de Gibraltar, vía de peregrinación a La Meca. Se da la
circunstancia, además, de que este muro es de mayor espesor y distinto material
constructivo que el resto del templo. Pero, según su informe, tras realizar las pertinentes
investigaciones, no pudo localizar dicho elemento, por lo que él mismo descartó que el
edificio fuera, en origen, una mezquita.
El artesonado es otra zona interesante del templo. En 1991-1992 se restauró la
cubierta, debido a su mal estado, desmontándose por completo y recolocándose los
materiales originales de mayor valor y mejor conservados. Actualmente, se observa una
armadura en la nave central en la que se aprecian varias fases constructivas. En esta
armadura, el elemento que pertenecería a la fase cronológica del templo más antigua,
altomedieval, ya sea islámica o mudéjar, es un tirante pareado con lacería, situado a los
pies de la iglesia. Así describe Antonio Almagro esta tiranta: «Destaca en primer lugar una
doble tiranta con estructura apeinazada de lazo, con tres estrellas de ocho de trazado
simple, pero con muy buena factura. Esta tiranta está situada aproximadamente sobre la
clave de los dos primeros arcos de los pies de la nave y tiene el aspecto de haber formado
parte de la estructura más antigua de la cubierta. Sólo se conserva este ejemplar que ha
quedado como elemento fósil pues hoy no cumple función alguna». Esta tiranta apoyaba,
según Pilar Mogollón, en canes lobulados antes del desmontaje y recolocación del
artesonado. Así pues, este elemento nos permite pensar que el resto del artesonado, de par
e hilera, sería originalmente de las mismas características. La cubrición de las naves
laterales, a una sola vertiente, es de rollizos, posterior, correspondiente a una reforma
antigua del templo, realizada en torno a los siglos XV-XVI.
El artesonado del ábside central es una armadura de colgadizo de limas mohamares,
con cuatro faldones, almizate y piña de mocárabes. En cuanto al artesonado del ábside de
la nave del evangelio, también es de colgadizo, más sencillo que el anterior. Las dos son
obras mudéjares datables en el siglo XV.
Así pues, y a modo de conclusión, podemos decir que en el templo existe una primera
fase altomedieval, datada en época cristiana (o incluso islámica, según algunos autores),
que afectaría a algunos arcos, muros y parte del artesonado. Posteriormente, el inmueble
sufriría una importante reforma en torno a los siglos XV-XVI, fecha de la que dataría el resto
del edificio, incluida la zona absidial; la portada de la epístola correspondería al siglo XVII.
Otro elemento interesante del templo son sus pinturas murales. Durante las citadas
obras de restauración de la iglesia aparecieron numerosas pinturas murales en su interior,
que fueron restauradas entre 1996 y 1997. Las mismas datan de finales del siglo XV y
comienzos del siglo XVI. Están realizadas mediante la técnica de temple en seco, y constan
de diez paneles repartidos entre el presbiterio, arquerías, muros, etc. Las escenas son
variadas. En estas pinturas se aprecia el trabajo de varios artistas, los llamados «Maestros
de Capilla». En una de ellas, situada en el muro del evangelio en una hornacina, se simula
una arquitectura. En cuanto al resto, en el testero central del presbiterio se representa una
escena de lucha entre moros y cristianos, tal vez la batalla de Clavijo con el apóstol
Santiago al frente o la toma de Tentudía. En otras escenas se representan los siguientes
temas: santa Catalina junto a otras dos santas; una «Misa de san Gregorio», con el
conocido milagro y un personaje anónimo; san Sebastián y san Fabián, con mitra; san
Cristóbal; san Antonio de Padua; así como varios santos sin identificar. Las pinturas están
acompañadas de diferentes textos en letra gótica.
Otros elementos de interés patrimonial del templo son dos pilas de agua bendita con
blasones de los Zúñiga y cruces potenzadas grabadas, una de ellas situada sobre una
lápida romana reutilizada.
cve: BOE-A-2023-3102
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 31