III. Otras disposiciones. MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO. Impacto ambiental. (BOE-A-2022-19378)
Resolución de 10 de noviembre de 2022, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula declaración ambiental estratégica del Plan Hidrológico (3.er ciclo) y del Plan de Gestión del Riesgo de inundación (2.º ciclo) de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico Oriental.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 22 de noviembre de 2022

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administración competente en la conservación o gestión de la respectiva masa de agua,
zona protegida para la conservación de hábitats o especies dependientes del agua o
reserva natural fluvial, que concrete todos los objetivos medioambientales aplicables al
caso, indique las particularidades que el régimen de caudales debe cumplir para procurar
su logro, y finalmente confirme la idoneidad del régimen de caudales planteado. En las
masas de agua y zonas protegidas a que se refiere esta condición no se otorgará
ninguna nueva concesión o autorización para actuaciones que incrementen la presión
por extracciones o por alteración del régimen de caudales sin disponer de la seguridad
de que con ello no se dificulta o impide el logro de sus respectivos objetivos
medioambientales. Todo ello salvo que la actuación esté amparada por la excepción al
principio de no deterioro regulada en el artículo 39 del Reglamento de Planificación
Hidrológica, la excepción al principio de no provocar un perjuicio a la integridad de un
espacio Red Natura 2000 en el artículo 46 de la Ley 42/2007, del patrimonio natural y la
biodiversidad, la excepción al principio de evitar alterar el régimen hidrológico de
reservas naturales fluviales del artículo 244 quáter 1.a) del Reglamento del dominio
público hidráulico, u otras excepciones legales aplicables.
c) Fuera de los casos en los que el régimen de caudales ecológicos permita
garantizar una pérdida neta de biodiversidad cero, la normativa del plan debe indicar que
las pérdidas netas de biodiversidad que el régimen de caudales ecológicos
conceptualmente asuma o posteriormente con su puesta en práctica provoque, deben
ser compensadas desde el momento en que dichas pérdidas pasen de ser virtuales a ser
reales con el nuevo otorgamiento o ampliación de concesiones u otras autorizaciones
que permitan aumentar las extracciones o el grado de alteración del régimen de
caudales en que dicho régimen de caudales ecológicos se haya aplicado. Los elementos
objeto de compensación deben ser los mismos (especies o hábitats) que vayan a sufrir la
pérdida neta provocada. En tales casos debe ser de aplicación el principio de que «quien
contamina, paga». En estas nuevas concesiones o autorizaciones se ha de incluir un
seguimiento ambiental de los efectos reales causados sobre los objetivos
medioambientales de las masas de agua o zonas protegidas afectadas. La
compensación se referirá en primera instancia al nivel teórico de pérdida de
biodiversidad asumido por el régimen de caudales ecológicos que se aplica, y en
segunda instancia a la pérdida de biodiversidad realmente constatada mediante el
seguimiento ambiental de la concesión o autorización, si resultase superior a la
inicialmente estimada.
d) En masas de agua muy modificadas por presión por extracciones o por
alteración del régimen de caudales o masas naturales que no cumplen sus objetivos
medioambientales por estas mismas presiones, tal como frecuentemente ocurre en
tramos fluviales aguas abajo de embalses, el programa de medidas debe incluir la
realización de un diagnóstico individualizado que permita conocer, cuantificar e ilustrar
gráficamente la brecha existente entre su actual régimen alterado y su régimen natural
estimado, al menos mediante comparación de los respectivos caudales medios
mensuales en un hidrograma, y determinar la influencia de dicha brecha sobre la
biocenosis acuática y ribereña, en particular sobre especies o hábitats que sean objeto
de algún tipo de protección o tengan valor económico, al objeto de permitir redefinir en el
siguiente ciclo de planificación de manera individualizada y rigurosa tanto su máximo y
buen potencial ecológico como un nuevo régimen de caudales ecológico que pueda
permitir aproximar en la mayor medida posible el régimen alterado al régimen natural
mejorando el estado de conservación de los hábitats y especies afectados, y en su caso
aproximando el buen potencial al buen estado ecológico sin provocar efectos negativos
significativos sobre el uso que motiva la designación de la masa de agua como muy
modificada ni sobre el medio ambiente en sentido más amplio. Entre tanto, en el tercer
ciclo en estas masas no se otorgarán nuevas concesiones o autorizaciones que alejen
aún más de la naturalidad el actual régimen alterado de caudales, aumentando la
presión por extracciones o por alteración de caudales. Ello salvo que la actuación esté
amparada por las excepciones reguladas en el artículo 39 del Reglamento de

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