III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-18147)
Decreto 58/2022, de 25 de mayo, por el que se declara bien de interés cultural a la "Iglesia Parroquial de Santiago" de la localidad de Losar de la Vera (Cáceres), con la categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 4 de noviembre de 2022
Sec. III. Pág. 151024
franjas cada uno. El superior lleva dos, la primera decorada con un tema vegetal y la
segunda con haces fasciculados y gallones en el medio. El inferior presenta el mismo
número de bandas, la superior con hojas entrelazadas, y la inferior con tallos ondulantes,
muy estilizados, alternando con cabezas de querubín. El más interesante es el cuerpo
central por la variedad de formas talladas, pues cada uno de los tacos de madera
salientes a modo de ménsulas, desarrolla un motivo ornamental distinto si bien pueden
clasificarse en tres grupos: figuras mitológicas o fantásticas, mascarones humanos y
testas de animales llevando entre ellas sencillas rosetas
El conjunto parece obra de mediados del siglo XVI por el empleo de numerosas
formas renacentistas: dentículo, arquitos, casetones, cabezas de querubín, etc.
En cuanto al proceso constructivo de la parroquia, la carencia de datos imposibilitar
establecer con seguridad fechas de construcción del templo. Sabemos, no obstante, que,
en 1254, Losar de la Vera contaba ya con una iglesia de la que no se ha conservado
resto alguno y podría situarse en el mismo emplazamiento que la actual dado que el
núcleo urbano está ordenado a partir de la plaza.
Es lógico pensar que debido al incremento demográfico que la población
experimenta a fines del siglo XV, el primitivo templo resultara insuficiente y esto
justificara la construcción de un nuevo edificio parroquial, pudiendo situar por tanto el
inicio de las obras en el último cuarto de citado siglo.
Tales obras, a juzgar por el estado actual, debieron iniciarse por los pies siguiendo la
técnica arquitectónica y el estilo propio del momento. De este modo, el gótico
hispanoflamenco está presente en la cabecera, aunque ésta date ya de principios del
siglo XVI, empleándose sus típicas bolas en la ventana y parte interior del arco triunfal;
pero es posible apreciarlo con mayor precisión en la fachada de poniente, tanto en la
forma de la portada con conopio y alfiz, como en el propio escudo de los reyes y sus
emblemas. El blasón de los monarcas es un elemento de datación de gran importancia
pues permite fechar la portada entre 1479 y 1491, con anterioridad a la conquista de
Granada, cuyas armas no figuran en él. Su presencia supone además una cierta
vinculación del templo a la monarquía.
Durante la primera mitad del siglo XVI, se reformó el interior del cuerpo de la iglesia,
pues los elementos de apoyo son claramente posteriores a las formas góticos-flamencas
de la cabecera y los pies, siendo alterado también el arco triunfal, pues, en principio,
debió llevar en su totalidad los adornos esféricos, desaparecidos en su cara anterior al
adosarse dichos elementos de apoyo. Por otra parte, la sección de los arcos formeros es
ya bastante avanzada y tanto éstos como las propias columnas responden más bien a
las formas propias de mediados de siglo.
Por estas fechas se actuaría en el coro, aunque siempre en fechas anteriores al
segundo tercio del siglo XVI por la pervivencia del arco carpanel y los dos rebajados
propios del gótico final, si bien, la cubierta de madera, como ya se ha mencionado, es ya
plenamente renacentista.
Con posterioridad, a estas obras se construyó la Capilla del Santo Sepulcro, pues,
aunque las nervaduras de su bóveda conservan perfil gótico, el arco de entrada es de
ejecución muy avanzada, posiblemente del tercer cuarto de la centuria dada la
pervivencia en núcleos rurales de las técnicas constructivas y el retraso con el que se
asumen las nuevas formas.
En el siglo XVII, se construye el frontón partido con remates herrerianos de la
fachada occidental, mientras que la espadaña del vértice de la fachada se haría a
principios del siglo XVIII. También en el siglo XVII, se llevaron a cabo obras de
reconstrucción de parte del muro de la esquina noroeste del templo que se había
hundido, y que se concluirían en 1639, según la inscripción existente en uno de los
sillares de la esquina. Posteriormente, los libros de cuentas nos hablan de los trabajos
de reconstrucción de la esquina suroeste, que restauraría el artífice Antonio Domínguez
hacia el año 1797, fecha que figura en uno de los sillares del muro.
En cuanto a las dependencias anexas por el lado norte, cabe pensar que el conjunto
actual haya sido fruto de una reforma posterior de época moderna que determinará su
cve: BOE-A-2022-18147
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 265
Viernes 4 de noviembre de 2022
Sec. III. Pág. 151024
franjas cada uno. El superior lleva dos, la primera decorada con un tema vegetal y la
segunda con haces fasciculados y gallones en el medio. El inferior presenta el mismo
número de bandas, la superior con hojas entrelazadas, y la inferior con tallos ondulantes,
muy estilizados, alternando con cabezas de querubín. El más interesante es el cuerpo
central por la variedad de formas talladas, pues cada uno de los tacos de madera
salientes a modo de ménsulas, desarrolla un motivo ornamental distinto si bien pueden
clasificarse en tres grupos: figuras mitológicas o fantásticas, mascarones humanos y
testas de animales llevando entre ellas sencillas rosetas
El conjunto parece obra de mediados del siglo XVI por el empleo de numerosas
formas renacentistas: dentículo, arquitos, casetones, cabezas de querubín, etc.
En cuanto al proceso constructivo de la parroquia, la carencia de datos imposibilitar
establecer con seguridad fechas de construcción del templo. Sabemos, no obstante, que,
en 1254, Losar de la Vera contaba ya con una iglesia de la que no se ha conservado
resto alguno y podría situarse en el mismo emplazamiento que la actual dado que el
núcleo urbano está ordenado a partir de la plaza.
Es lógico pensar que debido al incremento demográfico que la población
experimenta a fines del siglo XV, el primitivo templo resultara insuficiente y esto
justificara la construcción de un nuevo edificio parroquial, pudiendo situar por tanto el
inicio de las obras en el último cuarto de citado siglo.
Tales obras, a juzgar por el estado actual, debieron iniciarse por los pies siguiendo la
técnica arquitectónica y el estilo propio del momento. De este modo, el gótico
hispanoflamenco está presente en la cabecera, aunque ésta date ya de principios del
siglo XVI, empleándose sus típicas bolas en la ventana y parte interior del arco triunfal;
pero es posible apreciarlo con mayor precisión en la fachada de poniente, tanto en la
forma de la portada con conopio y alfiz, como en el propio escudo de los reyes y sus
emblemas. El blasón de los monarcas es un elemento de datación de gran importancia
pues permite fechar la portada entre 1479 y 1491, con anterioridad a la conquista de
Granada, cuyas armas no figuran en él. Su presencia supone además una cierta
vinculación del templo a la monarquía.
Durante la primera mitad del siglo XVI, se reformó el interior del cuerpo de la iglesia,
pues los elementos de apoyo son claramente posteriores a las formas góticos-flamencas
de la cabecera y los pies, siendo alterado también el arco triunfal, pues, en principio,
debió llevar en su totalidad los adornos esféricos, desaparecidos en su cara anterior al
adosarse dichos elementos de apoyo. Por otra parte, la sección de los arcos formeros es
ya bastante avanzada y tanto éstos como las propias columnas responden más bien a
las formas propias de mediados de siglo.
Por estas fechas se actuaría en el coro, aunque siempre en fechas anteriores al
segundo tercio del siglo XVI por la pervivencia del arco carpanel y los dos rebajados
propios del gótico final, si bien, la cubierta de madera, como ya se ha mencionado, es ya
plenamente renacentista.
Con posterioridad, a estas obras se construyó la Capilla del Santo Sepulcro, pues,
aunque las nervaduras de su bóveda conservan perfil gótico, el arco de entrada es de
ejecución muy avanzada, posiblemente del tercer cuarto de la centuria dada la
pervivencia en núcleos rurales de las técnicas constructivas y el retraso con el que se
asumen las nuevas formas.
En el siglo XVII, se construye el frontón partido con remates herrerianos de la
fachada occidental, mientras que la espadaña del vértice de la fachada se haría a
principios del siglo XVIII. También en el siglo XVII, se llevaron a cabo obras de
reconstrucción de parte del muro de la esquina noroeste del templo que se había
hundido, y que se concluirían en 1639, según la inscripción existente en uno de los
sillares de la esquina. Posteriormente, los libros de cuentas nos hablan de los trabajos
de reconstrucción de la esquina suroeste, que restauraría el artífice Antonio Domínguez
hacia el año 1797, fecha que figura en uno de los sillares del muro.
En cuanto a las dependencias anexas por el lado norte, cabe pensar que el conjunto
actual haya sido fruto de una reforma posterior de época moderna que determinará su
cve: BOE-A-2022-18147
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 265