I. Disposiciones generales. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LAS ILLES BALEARS. Ciencia, tecnología e innovación. (BOE-A-2022-15291)
Ley 7/2022, de 5 de agosto, de la ciencia, la tecnología y la innovación de las Illes Balears.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 20 de septiembre de 2022

Sec. I. Pág. 129174

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
I
La ciencia, entendida como el conjunto de conocimientos en los ámbitos diversos, es
fundamental para mejorar la calidad de vida y la competitividad, y como tal, debe estar
en la base de cualquier economía basada en el conocimiento, y debe ser, por lo tanto,
objeto de especial atención por parte de los poderes públicos.
La característica de insularidad del archipiélago balear confiere unas peculiaridades
a esta región, tanto de carácter social como económico, que conviene tener presentes
cuando se pretende conocer y establecer la estructura y las relaciones que se producen
en el ámbito de los agentes implicados en la producción del conocimiento y en su
utilización, especialmente en una región marcada por una estructura empresarial definida
a partir de la pequeña y mediana empresa y en un entorno geofísico privilegiado, pero
muy frágil, fragmentado y de escala muy pequeña donde todos los impactos negativos
afectan por igual y se dejan sentir en un margen temporal más inmediato.
En la década de los sesenta, la comunidad autónoma de las Illes Balears inició un
empuje económico muy importante, en parte gracias al entorno geofísico privilegiado y a
la proximidad a los principales mercados europeos emisores del turismo de masas de
«sol y playa»; este turismo de masas emerge con fuerza a partir de la Segunda Guerra
Mundial gracias a las políticas de bienestar y al abaratamiento del transporte aéreo. Este
empuje permitió que amplios sectores de la sociedad pudieran llegar a unas cotas
elevadas de bienestar. Este hecho ha conducido a que las Illes Balears sea una región
europea con una renta per cápita superior a la media y con un desarrollo basado en los
servicios, esencialmente en los que derivan del turismo. Aun así, existen registros de
pérdida de renta per cápita relativa con respecto al resto de comunidades autónomas a
partir de 1985, que sitúan hoy en día a las Illes Balears en el entorno de la media
española, por lo que se puede considerar que el actual modelo de crecimiento basado en
el monocultivo del turismo y de la construcción ha entrado desde ya hace tiempo en una
lógica de rendimientos decrecientes (más turismo no implica ya más renta per cápita
relativa). Este deterioro relativo en nuestro principal indicador de bienestar social es el
reflejo de problemas crecientes en cuanto a mejorar la calidad del trabajo, las mejoras de
las condiciones sociales, medioambientales y de buen gobierno. Este conjunto de
problemas deriva de un desarrollo poco sostenible, con una forma de generación de
riqueza que ha transitado por caminos, en general, de escaso valor añadido. La mejora
del nivel tecnológico y de la productividad de las empresas de las Illes Balears es
necesaria para crear ventajas competitivas sostenibles para un crecimiento económico a
largo plazo. Esta competitividad se podría conseguir a corto plazo mediante la
moderación salarial, pero cuando los competidores siguen la misma estrategia los
beneficios desaparecen, lo cual podría poner en marcha una espiral de competición
destructiva basada en un deterioro continuo de los salarios, sin que haya aumentado la
productividad ni el poder de compra de los asalariados. Por lo tanto, si se quiere mejorar
el nivel de bienestar a largo plazo, hay que optar por una estrategia de modernización
basada en la innovación. Inicialmente esta estrategia puede estar basada en
importaciones de tecnología e inversiones desde el exterior, pero todo ello tiene que ir
complementándose progresivamente con la construcción de un sistema de innovación
propio. Las recientes necesidades sociales conducen, por lo tanto, a la necesidad de una
transformación productiva que contribuya a un crecimiento económico basado
directamente en la generación, la distribución y el uso del conocimiento y de la
información.
Así pues, resulta fundamental establecer políticas públicas que protejan la
investigación como actividad generadora de conocimiento, el desarrollo tecnológico
derivado de la investigación y la innovación que genera valor añadido, y asegurar una
financiación adecuada de estas actividades, tal como ocurre en las regiones y los países
más desarrollados con las áreas de actividad que no pueden defenderse por ellas
mismas en el mercado tradicional de bienes y servicios.

cve: BOE-A-2022-15291
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Núm. 226