III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-2536)
Resolución de 3 de junio de 2020, de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, por la que se incoa expediente para declarar bien de interés cultural, con la categoría de monumento, los azudes de Mutxamel y de Sant Joan del término municipal de Mutxamel.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 40

Miércoles 16 de febrero de 2022

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salían a los partidores principales y el guardián del agua desde las casetas de riego
partía el agua a las correspondientes acequias.
Descripción pormenorizada de los bienes objeto de la declaración.

a) Azud de Mutxamel, Vell o de les Fontetes y construcciones anexas a la acequia
Mayor o del Consell. Es una obra fundamental dentro de la historia de la huerta de
Alicante, ya que desviaba las aguas con una boquera hacia la acequia Mayor, principal
arteria del sistema de riegos. La vida del azud es fruto de una sucesión de arreglos, de
reconstrucciones y de proyectos superpuestos unos a otros.
Se trata de un muro rectilíneo cuya longitud es de 46 metros; tiene una anchura
constante en sección curva en forma de montículo, desde la coronación en el extremo
situado aguas abajo alcanza los 9,5 metros con una altura de 3,40 metros. La parte
situada aguas arriba se encuentra rellena de tarquines. Probablemente el núcleo de la
presa sea de piedra en forma de mampostería, revestida exteriormente por sillería
dispuesta en hiladas paralelas al sentido longitudinal. La longitud media de cada sillar es
de 0,85 metros. Presenta un recrecimiento en la coronación con pilares empotrados cada
dos metros, compuestos por un solo sillar de 40 por 40 centímetros y un metro de altura,
con ranuras para encajar tablas de madera o tablachos.
Este azud, situado en la partida de la Almaina, es la presa menor más antigua de las
tres. Muchos investigadores piensan que fue construida en el siglo XIII, aunque
anteriormente pudo existir una presa de arco de medio punto de origen romano.
Realmente, los primeros datos documentales que se conservan sobre su existencia
datan de finales del siglo XV pero, a partir del siglo XVI, se encuentran referencias más
concretas en los textos de Pascual Madoz y Antonio José Cavanilles, sin olvidar el
detallado estudio de las fuentes escritas que ha realizado Armando Alberola a finales del
siglo XX.
Como documentos a señalar, encontramos como en 1578 la ciudad de Alicante
pensaba levantar un nuevo azud aunque se decidió que urgía más retocar el existente,
alzando la pared y reforzándolo por los extremos. En otoño de 1590, una gran avenida
arruinó en gran medida esta presa menor y afectó a la acequia del Consell. Las obras de
reparación concluyeron un año más tarde.
A principios de siglo XVIII, el cabildo alicantino quiso nuevamente realizar obras de
mejora en este azud y encargaron la redacción de los capítulos para el arriendo de las
obras, adjudicadas en 1712. Será A. J. Cavanilles quien nos describa esta obra
hidráulica como «un largo murallón que en arco atraviesa el río, consta de sillares hasta
el grueso capaz de resistir las furiosas avenidas».
Aunque la presa debió quedar perfectamente reformada no pudo soportar las
diversas riadas acaecidas a finales del siglo XVIII como la avenida de agosto de 1789
que rompió los azudes de Mutxamel y de Sant Joan e inutilizó la acequia Mayor al
rellenarla con los arrastres, o la avenida de septiembre de 1793 que arrancó el azud y su
casamata y arrasó campos y caminos. Una nueva avenida en 1794, destruyó el Molí
Nou. Tras años de discusión sobre quien debía correr con los gastos de las
reparaciones, una orden real de 1797, establecía un reparto por tercias –una tercera
parte correspondía a la Real Hacienda y las dos restantes a los interesados en el riego–.
La ejecución del nuevo azud y el arreglo de la acequia Mayor se realizarían según los
planos del arquitecto Vicente Gascó. Aun así, el 13 de marzo de 1802, el rey Carlos IV
aprobaba unos nuevos planos elaborados por José Cascant y el 14 de agosto el cabildo
de la ciudad de Alicante se daba por enterado de que los preparativos para comenzar
estaban ultimados.
El azud que se levanta en la actualidad es una reconstrucción realizada a principios
del siglo XIX. Su función primigenia era recoger las aguas de las avenidas que
rebasaban el pantano para, una vez asimiladas al Agua Vieja, ser distribuidas para el
riego en Mutxamel, Tàngel y El Palamó, pero, el caudal actual es tan modesto que se
hace necesario acumular el agua en el denominado «Pantanet». Este es un depósito

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