III. Otras disposiciones. MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA, RELACIONES CON LAS CORTES Y MEMORIA DEMOCRÁTICA. Sector agroalimentario. (BOE-A-2022-2168)
Orden PCM/81/2022, de 9 de febrero, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 8 de febrero de 2022, por el que se aprueba el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica Agroalimentario (PERTE Agroalimentario).
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Jueves 10 de febrero de 2022
Sec. III. Pág. 17677
los peores momentos de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, donde el sector
agroalimentario español y todos los agentes que forman parte de su cadena de valor
(productores primarios, transformación, comercialización y distribución) han
desempeñado una actividad esencial durante este periodo, garantizando la seguridad
alimentaria a toda la población.
Del mismo modo, cabe destacar que presenta numerosas externalidades positivas,
ya que participa destacadamente en la conformación de la cultura, el paisaje, la
gastronomía o las tradiciones, es un yacimiento de empleo fundamental y un motor de
actividad económica en las zonas rurales. Operando como fundamento de la actividad en
el medio rural, permite a su vez una más compensada distribución poblacional en un
país que ha de afrontar un reto demográfico y la preservación medioambiental. Por todo
ello, el sector agroalimentario contribuye a la cohesión social y territorial de nuestro país.
La estructura de la cadena alimentaria integra una serie de eslabones de muy
heterogénea composición. En primer lugar, el sector productor que se caracteriza por un
alto nivel de atomización; en segundo lugar, la industria agroalimentaria que está
conformada, en su mayor parte, por pequeñas y medianas empresas que conviven con
grandes grupos industriales españoles e internacionales, y en tercer lugar el sector de la
distribución que se encuentra estructurado en dos tipos de canales, el de venta
caracterizado por un alto nivel de concentración y el comercio especializado más disperso.
Esta atomización característica de los primeros eslabones de la cadena, la
heterogeneidad en la dimensión económica de sus protagonistas, la estacionalidad en el
mercado y la rigidez de la demanda, se traduce en una asimetría en las relaciones de los
distintos eslabones que la componen. Ello unido a la dependencia de las producciones
agrarias de factores climáticos y biológicos convierte a un sector estratégico para
cualquier economía, como es el sector agroalimentario, en un sector vulnerable. El
apoyo a la innovación, el desarrollo y la investigación en el sector agroalimentario resulta
imprescindible para hacer frente a los retos que tiene que afrontar el sector.
Por todo ello, y de acuerdo con el artículo 8 del Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de
diciembre, se dan las circunstancias necesarias para declarar este proyecto como
Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica, cuyo eje
central será apostar de manera decidida por la innovación, la digitalización y la
sostenibilidad de todo el sector, a través de programas de apoyo e instrumentos
transformadores que promuevan una producción y una industria agroalimentaria
sostenible, competitiva y resiliente.
El PERTE Agroalimentario se concibe como una propuesta de interés general para el
conjunto de la economía, por su capacidad de arrastre y potencial transformador; y para
la sociedad, por el impulso del empleo de calidad y por su contribución al reto
demográfico y al equilibrio territorial. Deberá actuar como elemento vertebrador y tractor
de la consolidación del desarrollo sostenible del sector agroalimentario y de su
modernización y transformación digital.
Como se detalla en la Memoria que acompaña a este acuerdo, este proyecto cumple
los criterios a los que alude el artículo 8.3 Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre,
para ser declarado como PERTE, ya que representa una importante contribución al
crecimiento económico, a la creación de empleo y a la competitividad de la industria y la
economía española, habida cuenta de sus efectos de arrastre positivos en el mercado
interior y la sociedad, ya que se dirige a un sector estratégico de la economía española.
Permitirá combinar conocimiento, experiencia y recursos para el impulso de su
competitividad y sostenibilidad social, económica y medioambiental El PERTE
Agroalimentario objeto de esta memoria se concibe como una iniciativa integral sobre el
sector agroalimentario, los agentes que forman parte de su cadena de valor y sus
empresas auxiliares, con un objetivo claro y definido: la creación del ecosistema
necesario para que se pueda fomentar el desarrollo, la transformación digital y la
modernización de dicho sector en España, atendiendo de manera integral a todas las
necesidades y específicamente en el ámbito industrial.
cve: BOE-A-2022-2168
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 35
Jueves 10 de febrero de 2022
Sec. III. Pág. 17677
los peores momentos de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, donde el sector
agroalimentario español y todos los agentes que forman parte de su cadena de valor
(productores primarios, transformación, comercialización y distribución) han
desempeñado una actividad esencial durante este periodo, garantizando la seguridad
alimentaria a toda la población.
Del mismo modo, cabe destacar que presenta numerosas externalidades positivas,
ya que participa destacadamente en la conformación de la cultura, el paisaje, la
gastronomía o las tradiciones, es un yacimiento de empleo fundamental y un motor de
actividad económica en las zonas rurales. Operando como fundamento de la actividad en
el medio rural, permite a su vez una más compensada distribución poblacional en un
país que ha de afrontar un reto demográfico y la preservación medioambiental. Por todo
ello, el sector agroalimentario contribuye a la cohesión social y territorial de nuestro país.
La estructura de la cadena alimentaria integra una serie de eslabones de muy
heterogénea composición. En primer lugar, el sector productor que se caracteriza por un
alto nivel de atomización; en segundo lugar, la industria agroalimentaria que está
conformada, en su mayor parte, por pequeñas y medianas empresas que conviven con
grandes grupos industriales españoles e internacionales, y en tercer lugar el sector de la
distribución que se encuentra estructurado en dos tipos de canales, el de venta
caracterizado por un alto nivel de concentración y el comercio especializado más disperso.
Esta atomización característica de los primeros eslabones de la cadena, la
heterogeneidad en la dimensión económica de sus protagonistas, la estacionalidad en el
mercado y la rigidez de la demanda, se traduce en una asimetría en las relaciones de los
distintos eslabones que la componen. Ello unido a la dependencia de las producciones
agrarias de factores climáticos y biológicos convierte a un sector estratégico para
cualquier economía, como es el sector agroalimentario, en un sector vulnerable. El
apoyo a la innovación, el desarrollo y la investigación en el sector agroalimentario resulta
imprescindible para hacer frente a los retos que tiene que afrontar el sector.
Por todo ello, y de acuerdo con el artículo 8 del Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de
diciembre, se dan las circunstancias necesarias para declarar este proyecto como
Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica, cuyo eje
central será apostar de manera decidida por la innovación, la digitalización y la
sostenibilidad de todo el sector, a través de programas de apoyo e instrumentos
transformadores que promuevan una producción y una industria agroalimentaria
sostenible, competitiva y resiliente.
El PERTE Agroalimentario se concibe como una propuesta de interés general para el
conjunto de la economía, por su capacidad de arrastre y potencial transformador; y para
la sociedad, por el impulso del empleo de calidad y por su contribución al reto
demográfico y al equilibrio territorial. Deberá actuar como elemento vertebrador y tractor
de la consolidación del desarrollo sostenible del sector agroalimentario y de su
modernización y transformación digital.
Como se detalla en la Memoria que acompaña a este acuerdo, este proyecto cumple
los criterios a los que alude el artículo 8.3 Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre,
para ser declarado como PERTE, ya que representa una importante contribución al
crecimiento económico, a la creación de empleo y a la competitividad de la industria y la
economía española, habida cuenta de sus efectos de arrastre positivos en el mercado
interior y la sociedad, ya que se dirige a un sector estratégico de la economía española.
Permitirá combinar conocimiento, experiencia y recursos para el impulso de su
competitividad y sostenibilidad social, económica y medioambiental El PERTE
Agroalimentario objeto de esta memoria se concibe como una iniciativa integral sobre el
sector agroalimentario, los agentes que forman parte de su cadena de valor y sus
empresas auxiliares, con un objetivo claro y definido: la creación del ecosistema
necesario para que se pueda fomentar el desarrollo, la transformación digital y la
modernización de dicho sector en España, atendiendo de manera integral a todas las
necesidades y específicamente en el ámbito industrial.
cve: BOE-A-2022-2168
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 35