III. Otras disposiciones. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2021-9933)
Acuerdo 59/2021, de 3 de junio, de la Junta de Castilla y León, por el que se declara la villa de Villasana de Mena (Burgos) bien de interés cultural, con categoría de conjunto histórico.
5 páginas totales
Página
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 14 de junio de 2021

Sec. III. Pág. 72525

ANEXO
Villa de Villasana de Mena
La villa de Villasana de Mena se localiza al noreste de la provincia de Burgos, en la
zona más Oriental de Las Merindades, en el corazón del Valle de Mena, corredor
tradicional que unía la Meseta y los pueblos del norte.
Con un origen que podría remontarse a época altomedieval, el pequeño poblamiento
se ubicaba en la margen izquierda del río Cadagua, en el alto conocido como Monte el
Ribero, donde hasta mediados del siglo XIX se levantaba la desaparecida iglesia de
Santa María, de origen románico y el antiguo cementerio.
La configuración del actual conjunto histórico tiene lugar en la segunda mitad del
siglo XII, en la margen opuesta del río, alcanzando la categoría de villa por concesión de
Alfonso VIII.
Hacia 1260 la Casa de Velasco ocupa y fortifica la villa levantando sus murallas en la
margen derecha del río Cadagua y construyendo su Torre, bastión defensivo contra los
ataques de sus enemigos, los Salazar. Desde este momento, la familia Velasco tendrá el
dominio de la villa, y más tarde el señorío que le confiere Enrique II por su apoyo en la
lucha que sostiene el monarca con su hermanastro Pedro I, consolidándose así una
nueva situación jurídica, que se mantendrá desde el siglo XII hasta el XIX.
El ascenso al trono de la dinastía de los Trastámara consolidó el poder de los
Velasco, alcanzando su mayor esplendor en 1493 con Bernardino Velasco, Condestable
de Castilla y Merino Mayor de las Merindades y Mena. En este siglo, Sancho Ortiz de
Matienzo, natural de Villasana y tesorero-presidente de la Casa de Contratación de
Sevilla, Abad de Jamaica y canónigo de la catedral de Sevilla, mandó construir el
convento de Santa Ana, de monjas Clarisas, como panteón familiar, frente a la plaza del
Mercado, que en esa época era uno de los espacios urbanos más importantes de la villa,
donde se producía el mayor intercambio socioeconómico de la zona y que pasará a
llamarse plaza de Santa Ana. En esta misma plaza se realizarán las obras de ampliación
de su residencia, el palacio de Matienzo.
En el siglo XVII, Don Bernardino de Velasco obtuvo la licencia para vender el señorío
de Villasana a los condes de Noblejas, que ostentaron el poder hasta que en 1844 se
liquidan los derechos de la familia, extinguiéndose así el señorío sobre la villa.
La estructura de la Villasana de Mena presenta un trazado claramente ortogonal,
característico de las repoblaciones reales llevadas a cabo a partir de Alfonso V, muy
similar al que podemos encontrar en Medina de Pomar, la Puebla de Arganzón o
Miranda de Ebro.
El núcleo urbano antiguo presenta una estructura parcelaria derivada de la retícula
que ha configurado su característica malla ortogonal. Las manzanas que surgen de la
trama reticular, se dividen en parcelas estrechas y alargadas con edificaciones alineadas
al frente de parcela, conformándose claramente las calles, con pequeños patios al fondo
de las parcelas que quedan en el interior de las manzanas.
Con un trazado urbanístico muy característico, la configuración de la villa ya estaba
definida en el siglo XIII por una calle central, denominada calle del Medio, y dos calles
paralelas a esta, una hacia el sur denominada calle Encimera y otra por el norte, más
cercana al río, denominada calle Bajera. Estas tres calles son atravesadas por otras tres
denominadas calle Fuelle, calle Cocedera y calle del Convento. La muralla de la ciudad
presenta cuatro puertas, una a cada extremo de la calle del Medio, otra junto al río y la
cuarta detrás del convento, junto a las eras, todas ellas vinculadas a los caminos
principales. Se completa su protección con la torre defensiva, conocida como Torre de
los Velasco.
Originariamente el caserío se concentraba sobre el eje que atraviesa
longitudinalmente el recinto, dedicándose la parte trasera de las viviendas a las huertas,
cercadas por muretes de piedra. Si algo caracteriza al conjunto histórico de Villasana son
estos muretes que rematan las parcelas cercadas de su tejido tradicional. En ellas es
donde se localizaba la huerta o cuadra de la vivienda. Hoy en día, estos espacios

cve: BOE-A-2021-9933
Verificable en https://www.boe.es

Núm. 141