III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2021-4395)
Resolución de 13 de enero de 2021, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural a favor de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Montehermoso (Cáceres), con categoría de monumento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Sábado 20 de marzo de 2021
Sec. III. Pág. 32138
en la zona: Juan López de Ordieta, que nos señala 1550 como la fecha más antigua de
construcción del templo. Así pues, los años que van desde 1546 y 1569 nos indican
movimiento en la construcción de este edificio. Hacia 1575 y ya construido el templo, se
levantó la torre, atribuida al maestro brocense Juan Bravo. Por último, en torno a 1678 se
edificó la sacristía.
Como es fácil comprobar hoy día, el templo se haya inacabado. Diversos investigadores
atribuyen tal motivo a razones posiblemente económicas.
El edificio está compuesto por un cuerpo de planta rectangular, dividido en tres tramos,
y la capilla mayor de planta poligonal, dirigida al este.
La iglesia es una obra maestra de cantería, pudiendo observar una extensa y variada
tipología de marcas de cantero distribuidas por toda su fábrica. En los muros laterales
destacan tres grandes contrafuertes prismáticos y seis en la cabecera, ataulados en su
zona más alta. El perímetro mural se remata con una sencilla cornisa, en la que se abren
doce gárgolas de carácter animalístico y antropomorfo (conocidas en la localidad como los
«doce lobos»), algunas en posiciones obscenas, otras en actitud defensiva portando
mazas. Se distribuyen del siguiente modo: dos en los pies, cuatro en el ábside poligonal,
tres en la fachada este y otras tres en la fachada oeste. En la cornisa de la torre nos
encontramos con otras cuatro gárgolas cuyas representaciones animalísticas se
corresponden con los cuatro evangelistas.
De la estructura básica del edificio sobresale la sacristía, adosada al primer tramo de
la nave y a la capilla mayor en el costado sur. Es una estancia rectangular, muy amplia,
con un acceso adintelado. Está formada por dos cuerpos de distinta altura, el mayor es de
sillares de granito y, el menor, de cantería con sillares en la esquina, ambos con cubierta
de tejas a un agua. Una inscripción sobre una ventana rectangular indica la fecha de su
realización: Año de 1678.
Continuando la fachada, y unida al ala norte, se eleva la torre, de planta cuadrada y
esbelta construcción de cantería, como el resto del edificio. Se levantó hacia 1575, y se
atribuye al maestro brocense Juan Bravo. Desde el interior del templo se accede a la torre
a través de una puerta adintelada que comunica con una escalera de tramos rectos. En
altura presenta un basamento y dos cuerpos separados por imposta en gola. Destacan
tres ventanas, rematadas por un pequeño arco conopial. El cuerpo de campanas presenta
cuatro vanos de medio punto, uno por cada frente. Se remata el cuerpo superior de la torre
con una pequeña cornisa, friso con decoración de círculos, cornisa de doble moldura con
gárgolas en las esquinas y pretil con pináculos en las esquinas y en el centro de cada
lateral, mostrando ocho en total. En el lado este, un cuerpo saliente sobre tres matacanes.
En el interior de la torre sobresale, en su planta inferior, una pequeña bóveda de
cañón, con pequeños nervios transversales moldurados, que descansan sobre pequeñas
ménsulas también decoradas con molduras (Pedro de Ybarra utilizó mucho este sistema
de cubierta en sacristías, brazos de crucero o capillas laterales, incluso hay un ejemplo
similar a éste, aunque mucho más rico, en la escalera de la torre del templo de Santa
María, en Cáceres). El primer tramo de escaleras en esta sala es recto, con un moldurado
pasamanos sobre el pretil de cantería. Al cuerpo de campanas se accede por una escalera
de caracol realizada con piezas de cantería perfectamente recortadas. La torre alberga
tres campanas de gran tamaño y dos pequeñas. En alguna se puede observar la fecha de
realización, 1998, y las señas de la prestigiosa fundición local Gabriel Ribera. Disponen de
sistema eléctrico para su funcionamiento.
La fábrica del edificio es de sillares de granito en su gran mayoría, pero en las zonas
inferiores de las paredes laterales de la capilla mayor se observa una disposición y labra
de los sillares diferentes a la que existe en el resto del templo, al ser de menor tamaño y
con una labra irregular, lo que hace suponer que puede tratarse de restos de una
construcción anterior que serían aprovechados para la obra nueva.
Diferentes ventanas abocinadas y molduradas se abren en el edificio: una sobre la
portada de los pies, dos en el muro de la epístola, una en el muro del evangelio, y una más
en la cabecera, además de varias pequeñas con arco conopial distribuidas en el cuerpo de
la torre.
cve: BOE-A-2021-4395
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 68
Sábado 20 de marzo de 2021
Sec. III. Pág. 32138
en la zona: Juan López de Ordieta, que nos señala 1550 como la fecha más antigua de
construcción del templo. Así pues, los años que van desde 1546 y 1569 nos indican
movimiento en la construcción de este edificio. Hacia 1575 y ya construido el templo, se
levantó la torre, atribuida al maestro brocense Juan Bravo. Por último, en torno a 1678 se
edificó la sacristía.
Como es fácil comprobar hoy día, el templo se haya inacabado. Diversos investigadores
atribuyen tal motivo a razones posiblemente económicas.
El edificio está compuesto por un cuerpo de planta rectangular, dividido en tres tramos,
y la capilla mayor de planta poligonal, dirigida al este.
La iglesia es una obra maestra de cantería, pudiendo observar una extensa y variada
tipología de marcas de cantero distribuidas por toda su fábrica. En los muros laterales
destacan tres grandes contrafuertes prismáticos y seis en la cabecera, ataulados en su
zona más alta. El perímetro mural se remata con una sencilla cornisa, en la que se abren
doce gárgolas de carácter animalístico y antropomorfo (conocidas en la localidad como los
«doce lobos»), algunas en posiciones obscenas, otras en actitud defensiva portando
mazas. Se distribuyen del siguiente modo: dos en los pies, cuatro en el ábside poligonal,
tres en la fachada este y otras tres en la fachada oeste. En la cornisa de la torre nos
encontramos con otras cuatro gárgolas cuyas representaciones animalísticas se
corresponden con los cuatro evangelistas.
De la estructura básica del edificio sobresale la sacristía, adosada al primer tramo de
la nave y a la capilla mayor en el costado sur. Es una estancia rectangular, muy amplia,
con un acceso adintelado. Está formada por dos cuerpos de distinta altura, el mayor es de
sillares de granito y, el menor, de cantería con sillares en la esquina, ambos con cubierta
de tejas a un agua. Una inscripción sobre una ventana rectangular indica la fecha de su
realización: Año de 1678.
Continuando la fachada, y unida al ala norte, se eleva la torre, de planta cuadrada y
esbelta construcción de cantería, como el resto del edificio. Se levantó hacia 1575, y se
atribuye al maestro brocense Juan Bravo. Desde el interior del templo se accede a la torre
a través de una puerta adintelada que comunica con una escalera de tramos rectos. En
altura presenta un basamento y dos cuerpos separados por imposta en gola. Destacan
tres ventanas, rematadas por un pequeño arco conopial. El cuerpo de campanas presenta
cuatro vanos de medio punto, uno por cada frente. Se remata el cuerpo superior de la torre
con una pequeña cornisa, friso con decoración de círculos, cornisa de doble moldura con
gárgolas en las esquinas y pretil con pináculos en las esquinas y en el centro de cada
lateral, mostrando ocho en total. En el lado este, un cuerpo saliente sobre tres matacanes.
En el interior de la torre sobresale, en su planta inferior, una pequeña bóveda de
cañón, con pequeños nervios transversales moldurados, que descansan sobre pequeñas
ménsulas también decoradas con molduras (Pedro de Ybarra utilizó mucho este sistema
de cubierta en sacristías, brazos de crucero o capillas laterales, incluso hay un ejemplo
similar a éste, aunque mucho más rico, en la escalera de la torre del templo de Santa
María, en Cáceres). El primer tramo de escaleras en esta sala es recto, con un moldurado
pasamanos sobre el pretil de cantería. Al cuerpo de campanas se accede por una escalera
de caracol realizada con piezas de cantería perfectamente recortadas. La torre alberga
tres campanas de gran tamaño y dos pequeñas. En alguna se puede observar la fecha de
realización, 1998, y las señas de la prestigiosa fundición local Gabriel Ribera. Disponen de
sistema eléctrico para su funcionamiento.
La fábrica del edificio es de sillares de granito en su gran mayoría, pero en las zonas
inferiores de las paredes laterales de la capilla mayor se observa una disposición y labra
de los sillares diferentes a la que existe en el resto del templo, al ser de menor tamaño y
con una labra irregular, lo que hace suponer que puede tratarse de restos de una
construcción anterior que serían aprovechados para la obra nueva.
Diferentes ventanas abocinadas y molduradas se abren en el edificio: una sobre la
portada de los pies, dos en el muro de la epístola, una en el muro del evangelio, y una más
en la cabecera, además de varias pequeñas con arco conopial distribuidas en el cuerpo de
la torre.
cve: BOE-A-2021-4395
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 68