III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2021-4391)
Decreto 59/2020, de 14 de octubre, por el que se declara "La Danza y las Fiestas de San Blas" de Garbayuela (Badajoz) como bien de interés cultural, con carácter de patrimonio cultural inmaterial.
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No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 68
Sábado 20 de marzo de 2021
Sec. III. Pág. 32084
suelen ser los dos «danzaores más echados palante». Desde allí empiezan a danzar y
van a recoger a las autoridades y, luego, al cura (antes también recogían al
«mayordomo»), para acompañarlos y traerlos a la iglesia.
La procesión se inicia y acaba en el templo, una vez que se ha recogido la imagen
del santo y tras un recorrido que dura alrededor de una hora.
Un momento especialmente interesante se produce antes de entrar en la iglesia,
cuando se subastan lo cuatro brazos de las andas para entrar a San Blas. Una vez en el
interior, se realiza una nueva subasta, esta vez para coger la imagen del palio y colocarla
en la hornacina del Retablo Mayor. Es el momento de «subir el santo a su trono». La
puja parece estar relacionada con gente que hace alguna promesa a manda.
Tras los actos religiosos, en la misma puerta de la Iglesia, se regalan a todos los
asistentes dulces y sangría o limonada. Los dulces también se pueden comprar. Estos
dulces son ofrendados voluntariamente por los vecinos. Casi todos colaboran pero, la
mitad de los dulces los elabora también el Consejo Pastoral
Los dulces más abundantes son los «canutos de san Blas» aunque también se
reparten rosquillas y otros dulces que aportan los vecinos, como mantecados, flores,
empanadillas...
La «Danza de San Blas», como plantea Juan Rodríguez Pastor, es una de las cuatro
danzas tradicionales que se conservan en la comarca de la Siberia extremeña, junto con
la de Peloche, la de Villarta de los Montes y la de Helechosa de los Montes. Durante
unas décadas, en la segunda mitad del siglo XX, fue la única «danza de palos o paloteo»
en la Baja Extremadura, hasta que, en el año 1992, se recuperó la de Villarta de los
Montes.
En la escasa bibliografía sobre la danza se cita como «danza de paloteo», «danza de
palillos», «de palos»; pero, en Garbayuela, únicamente la denominan como «Danza de
San Blas», que es hoy, sin duda, el símbolo, la insignia, no solo de la «Fiesta de San
Blas», sino de Garbayuela.
El número de «danzaores» es variable; bailan todos los mozos que quieren, eso sí,
en número par. Suelen reunirse en unas quince o veinte parejas. Al frente van los dos
«danzaores de cabeza». Nadie los elige; suelen ser los más dispuestos a ello.
En origen es una danza reservada a los hombres, sin embargo, gracias a la labor del
ya citado Luis Agenjo las mujeres, de una cierta edad, saben bailar, otra cosa es que
solo una lo haga desde 1995.
En lo que se refiere al vestuario de los «danzaores», es hoy muy uniforme y sencillo,
estando compuesto por camisa blanca, lazo generalmente rojo al cuello, pantalón negro
largo, zapatos negros y faja roja en la cintura. También forman parte de ese atuendo los
dos palillos de azuche (acebuche), rectos, ya secos, bien curados, a ser posible con
nudos, para darle mayor fortaleza y resonancia.
Los «danzaores» comienzan a danzar en la plaza, mientras van a recoger a la
corporación municipal y al cura para acompañarlos hasta la iglesia. Luego, cuando llegan
a la iglesia, los «danzaores» hacen dos filas a los lados del pasillo central de la iglesia;
por el medio, pasan los sacerdotes y el alcalde.
Dentro de la iglesia, recogen al santo y, según danzan en el pasillo de la iglesia, las
parejas de «danzaores», más alejadas de la puerta, empiezan a salir, pasando bajo el
arco formado por los «palillos» de las demás parejas. Detrás de los «danzaores» salen el
estandarte y la imagen del santo.
En la puerta de la iglesia se inicia la procesión. Los «danzaores» la acompañan,
delante de la imagen del santo, en doble fila, trenzando los pasos de la danza, haciendo
continuos cruces y giros, y entrechocando los palos, al son de la música.
La música fue de flauta y tamboril, pero actualmente se compone de guitarras,
acordeón y saxofón. Son los «tocaores». Por lo demás la «Danza de San Blas» nunca
ha tenido letra, sólo música, una música muy sencilla y repetitiva que fue publicada por
Bonifacio Gil, en su «Cancionero popular de Extremadura».
cve: BOE-A-2021-4391
Verificable en https://www.boe.es
La Danza en las Fiestas.
Núm. 68
Sábado 20 de marzo de 2021
Sec. III. Pág. 32084
suelen ser los dos «danzaores más echados palante». Desde allí empiezan a danzar y
van a recoger a las autoridades y, luego, al cura (antes también recogían al
«mayordomo»), para acompañarlos y traerlos a la iglesia.
La procesión se inicia y acaba en el templo, una vez que se ha recogido la imagen
del santo y tras un recorrido que dura alrededor de una hora.
Un momento especialmente interesante se produce antes de entrar en la iglesia,
cuando se subastan lo cuatro brazos de las andas para entrar a San Blas. Una vez en el
interior, se realiza una nueva subasta, esta vez para coger la imagen del palio y colocarla
en la hornacina del Retablo Mayor. Es el momento de «subir el santo a su trono». La
puja parece estar relacionada con gente que hace alguna promesa a manda.
Tras los actos religiosos, en la misma puerta de la Iglesia, se regalan a todos los
asistentes dulces y sangría o limonada. Los dulces también se pueden comprar. Estos
dulces son ofrendados voluntariamente por los vecinos. Casi todos colaboran pero, la
mitad de los dulces los elabora también el Consejo Pastoral
Los dulces más abundantes son los «canutos de san Blas» aunque también se
reparten rosquillas y otros dulces que aportan los vecinos, como mantecados, flores,
empanadillas...
La «Danza de San Blas», como plantea Juan Rodríguez Pastor, es una de las cuatro
danzas tradicionales que se conservan en la comarca de la Siberia extremeña, junto con
la de Peloche, la de Villarta de los Montes y la de Helechosa de los Montes. Durante
unas décadas, en la segunda mitad del siglo XX, fue la única «danza de palos o paloteo»
en la Baja Extremadura, hasta que, en el año 1992, se recuperó la de Villarta de los
Montes.
En la escasa bibliografía sobre la danza se cita como «danza de paloteo», «danza de
palillos», «de palos»; pero, en Garbayuela, únicamente la denominan como «Danza de
San Blas», que es hoy, sin duda, el símbolo, la insignia, no solo de la «Fiesta de San
Blas», sino de Garbayuela.
El número de «danzaores» es variable; bailan todos los mozos que quieren, eso sí,
en número par. Suelen reunirse en unas quince o veinte parejas. Al frente van los dos
«danzaores de cabeza». Nadie los elige; suelen ser los más dispuestos a ello.
En origen es una danza reservada a los hombres, sin embargo, gracias a la labor del
ya citado Luis Agenjo las mujeres, de una cierta edad, saben bailar, otra cosa es que
solo una lo haga desde 1995.
En lo que se refiere al vestuario de los «danzaores», es hoy muy uniforme y sencillo,
estando compuesto por camisa blanca, lazo generalmente rojo al cuello, pantalón negro
largo, zapatos negros y faja roja en la cintura. También forman parte de ese atuendo los
dos palillos de azuche (acebuche), rectos, ya secos, bien curados, a ser posible con
nudos, para darle mayor fortaleza y resonancia.
Los «danzaores» comienzan a danzar en la plaza, mientras van a recoger a la
corporación municipal y al cura para acompañarlos hasta la iglesia. Luego, cuando llegan
a la iglesia, los «danzaores» hacen dos filas a los lados del pasillo central de la iglesia;
por el medio, pasan los sacerdotes y el alcalde.
Dentro de la iglesia, recogen al santo y, según danzan en el pasillo de la iglesia, las
parejas de «danzaores», más alejadas de la puerta, empiezan a salir, pasando bajo el
arco formado por los «palillos» de las demás parejas. Detrás de los «danzaores» salen el
estandarte y la imagen del santo.
En la puerta de la iglesia se inicia la procesión. Los «danzaores» la acompañan,
delante de la imagen del santo, en doble fila, trenzando los pasos de la danza, haciendo
continuos cruces y giros, y entrechocando los palos, al son de la música.
La música fue de flauta y tamboril, pero actualmente se compone de guitarras,
acordeón y saxofón. Son los «tocaores». Por lo demás la «Danza de San Blas» nunca
ha tenido letra, sólo música, una música muy sencilla y repetitiva que fue publicada por
Bonifacio Gil, en su «Cancionero popular de Extremadura».
cve: BOE-A-2021-4391
Verificable en https://www.boe.es
La Danza en las Fiestas.