3. Otras disposiciones. . (2025/32-56)
Acuerdo de 11 de febrero de 2025, de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Córdoba, por el que se da publicidad a la resolución de incoación del procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, de la actividad de interés etnológico denominada las Romerías de la Virgen de Luna en la Comarca de los Pedroches (Córdoba).
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Número 32 - Lunes, 17 de febrero de 2025
página 2022/2
II. Las romerías en honor a la Virgen de Luna constituyen una expresión de las
devociones supracomunales en la Comarca de los Pedroches, organizadas sobre un
modelo de ritual festivo basado en el patronazgo compartido de la imagen sagrada y la
movilidad del símbolo desde su santuario, en la Dehesa de la Jara, a las poblaciones que
le tienen devoción, Pozoblanco y Villanueva de Córdoba.
Al valor territorial que tienen las romerías de la Virgen de Luna como elemento
marcador de toda una comarca o subcomarca (Las Siete Villas de los Pedroches), hay
que añadir el valor simbólico como signo de identificación colectiva en las localidades
donde se venera, articulando todo un conjunto de rituales y de fiestas organizadas en su
honor, al margen de las romerías. El símbolo religioso participa en otras celebraciones y
actos a lo largo del ciclo festivo. Si Pozoblanco festeja Cuaresma y Pascua, Villanueva de
Córdoba celebra Pentecostés, la Santísima Trinidad y la Asunción. La devoción popular
en Pozoblanco y Villanueva se expresa igualmente en el uso del nombre de Luna o María
de Luna para las niñas.
Una de las particularidades que tiene este modelo de ritual es la pervivencia,
relevancia y significación social de las cofradías militares como colectivos articuladores
de estos rituales, con diferencias importantes entre ambas. Mientras que la Cofradía
de Pozoblanco mantiene organizativamente una estructura social cerrada con mandos
tradicionales del ejército (Capitán, Alférez-Abanderado, Sargento, Cabo de Filas y Cabo
de Retaguardia) y van uniformados con una indumentaria ritual específica, la de Villanueva
se organiza como todo colectivo eclesial con una Junta de Gobierno compuesta por una
Presidencia, Vicepresidencia, Secretaría, Tesorería, etcétera, sustituyendo las figuras de
los mandos militares por la de los Hermanos Mayores que portan los símbolos de la
cofradía-hermandad (Bastón, Bandera, Alabarda Laureada y Alabardas), sin indumentaria
ritual particular.
Aunque muestran especificidades propias, Pozoblanco y Villanueva comparten la
dinámica general del ritual que las une al símbolo y al Santuario, incluso en aspectos que
conforman las propias romerías como la denominación del descansadero de la Virgen en
ambos desplazamientos hasta las localidades (Pozo de la Legua), los actos litúrgicos que
se realizan en su honor (misas y procesiones alrededor de la ermita, novenas y traslados
de la sagrada imagen a las parroquias), elementos comunes (carro de la comida,
alabarda, bastón, bandera y tambor), y actos simbólicos de expresión popular como tocar
la campana de la ermita cuando se llega al santuario, o salir a recibir a la Virgen en la
entrada de las localidades.
A estos valores hay que añadir el no menos relevante valor histórico y paisajístico
del Santuario en la Dehesa de la Jara. La referencia documental más antigua que se
conserva de la ermita de la Virgen de Luna lo constituyen las declaraciones del Visitador
General del Obispado de Córdoba en 1581. La historiografía señala que la ermita venía a
fortalecer los lazos en la comarca de las Siete Villas con sus tierras realengas.
Al mismo tiempo, las romerías en honor a la Virgen de Luna son marcos rituales
en los que se producen expresiones de folclore musical y oral, de significativo interés
patrimonial al poner de relieve el carácter de frontera cultural del Valle de los Pedroches,
como son las jotillas de la romería y las sevillanas serranas, testimonio de los rasgos
extremeños y manchegos presentes en esta Comarca.
En síntesis, por todos estos valores documentados, las romerías en honor a la
Virgen de Luna constituyen un patrimonio cultural representativo de la Comarca de los
Pedroches, al destacarse como uno de los mejores ejemplos para ilustrar la particularidad
cultural histórica, característica en esta zona, de patronazgos compartidos con rituales de
recogida y devolución del símbolo sagrado, representando una enorme aportación a la
diversidad de modos celebratorios de Andalucía. Así mismo, con motivo de la emigración
andaluza, ha trascendido la advocación los límites territoriales de la comunidad autónoma,
conformando hermandades filiales en Madrid y Cataluña.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00315631
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
página 2022/2
II. Las romerías en honor a la Virgen de Luna constituyen una expresión de las
devociones supracomunales en la Comarca de los Pedroches, organizadas sobre un
modelo de ritual festivo basado en el patronazgo compartido de la imagen sagrada y la
movilidad del símbolo desde su santuario, en la Dehesa de la Jara, a las poblaciones que
le tienen devoción, Pozoblanco y Villanueva de Córdoba.
Al valor territorial que tienen las romerías de la Virgen de Luna como elemento
marcador de toda una comarca o subcomarca (Las Siete Villas de los Pedroches), hay
que añadir el valor simbólico como signo de identificación colectiva en las localidades
donde se venera, articulando todo un conjunto de rituales y de fiestas organizadas en su
honor, al margen de las romerías. El símbolo religioso participa en otras celebraciones y
actos a lo largo del ciclo festivo. Si Pozoblanco festeja Cuaresma y Pascua, Villanueva de
Córdoba celebra Pentecostés, la Santísima Trinidad y la Asunción. La devoción popular
en Pozoblanco y Villanueva se expresa igualmente en el uso del nombre de Luna o María
de Luna para las niñas.
Una de las particularidades que tiene este modelo de ritual es la pervivencia,
relevancia y significación social de las cofradías militares como colectivos articuladores
de estos rituales, con diferencias importantes entre ambas. Mientras que la Cofradía
de Pozoblanco mantiene organizativamente una estructura social cerrada con mandos
tradicionales del ejército (Capitán, Alférez-Abanderado, Sargento, Cabo de Filas y Cabo
de Retaguardia) y van uniformados con una indumentaria ritual específica, la de Villanueva
se organiza como todo colectivo eclesial con una Junta de Gobierno compuesta por una
Presidencia, Vicepresidencia, Secretaría, Tesorería, etcétera, sustituyendo las figuras de
los mandos militares por la de los Hermanos Mayores que portan los símbolos de la
cofradía-hermandad (Bastón, Bandera, Alabarda Laureada y Alabardas), sin indumentaria
ritual particular.
Aunque muestran especificidades propias, Pozoblanco y Villanueva comparten la
dinámica general del ritual que las une al símbolo y al Santuario, incluso en aspectos que
conforman las propias romerías como la denominación del descansadero de la Virgen en
ambos desplazamientos hasta las localidades (Pozo de la Legua), los actos litúrgicos que
se realizan en su honor (misas y procesiones alrededor de la ermita, novenas y traslados
de la sagrada imagen a las parroquias), elementos comunes (carro de la comida,
alabarda, bastón, bandera y tambor), y actos simbólicos de expresión popular como tocar
la campana de la ermita cuando se llega al santuario, o salir a recibir a la Virgen en la
entrada de las localidades.
A estos valores hay que añadir el no menos relevante valor histórico y paisajístico
del Santuario en la Dehesa de la Jara. La referencia documental más antigua que se
conserva de la ermita de la Virgen de Luna lo constituyen las declaraciones del Visitador
General del Obispado de Córdoba en 1581. La historiografía señala que la ermita venía a
fortalecer los lazos en la comarca de las Siete Villas con sus tierras realengas.
Al mismo tiempo, las romerías en honor a la Virgen de Luna son marcos rituales
en los que se producen expresiones de folclore musical y oral, de significativo interés
patrimonial al poner de relieve el carácter de frontera cultural del Valle de los Pedroches,
como son las jotillas de la romería y las sevillanas serranas, testimonio de los rasgos
extremeños y manchegos presentes en esta Comarca.
En síntesis, por todos estos valores documentados, las romerías en honor a la
Virgen de Luna constituyen un patrimonio cultural representativo de la Comarca de los
Pedroches, al destacarse como uno de los mejores ejemplos para ilustrar la particularidad
cultural histórica, característica en esta zona, de patronazgos compartidos con rituales de
recogida y devolución del símbolo sagrado, representando una enorme aportación a la
diversidad de modos celebratorios de Andalucía. Así mismo, con motivo de la emigración
andaluza, ha trascendido la advocación los límites territoriales de la comunidad autónoma,
conformando hermandades filiales en Madrid y Cataluña.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00315631
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía