3. Otras disposiciones. . (2024/190-54)
Orden de 23 de septiembre de 2024, por la que se dispone la publicación de la Orden de 20 de noviembre de 2023, por la que se resuelve la aprobación definitiva de la Modificación del PGOU de Córdoba relativa a la zona para ampliación del PP I-8 «El Álamo» con usos logísticos.
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Número 190 - Lunes, 30 de septiembre de 2024
página 51185/14
En materia de Espacios Naturales Protegidos.
Según informe del Servicio de Espacios Naturales Protegidos de la Delegación
Territorial Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Córdoba, de fecha 17
de enero de 2023, la actuación se localiza en el exterior de los límites de la Zona de
Especial Conservación, en concreto a unos 450 metros de distancia de la ZEC Tramo
inferior del río Guadajoz (ES6130008) y se analizan las posibles afecciones a la misma
fundamentalmente a través de las aguas que puedan llegar a ella.
La innovación contará con red separativa. La red de saneamiento se conectará con
la red general de la ciudad mediante conexiones exteriores. La red de aguas pluviales
verterá a cauce público previo informe del organismo de cuenca.
En este sentido, la escorrentía de las primeras aguas pueden arrastrar diversas
partículas acumuladas entre el período entre lluvias que puedan encontrarse en contacto
con la superficie de la zona urbanizada. Estos materiales pueden ser polvo, arenas, metales
pesados, grasas y diversas sustancias tóxicas. Los efectos de una elevada concentración
de sólidos en suspensión el agua de escorrentía sobre el medio receptor son:
- Incremento de la turbidez reduciendo el paso de la luz y alterando el desarrollo de la
vegetación.
- Acumulación de fangos en zonas de fondo, lo que altera la morfología de los cauces.
- Afecciones a la fauna y alteraciones estéticas del medio.
La materia orgánica que arrastra en estos primeros momentos se compone de
proteínas, carbohidratos, aceites y grasas, detergentes, fitosanitarios y disolventes
orgánicos. Estos compuestos provocan serios problemas al hacer desaparecer el oxígeno
en el medio receptor, lo que provoca la muerte de la fauna. Además da color, sabor y olor
al agua, cuando no debiera tenerlos y provoca la aparición de trihalometanos, sustancias
con una elevada toxicidad. Para medir su cantidad en las aguas se usa la DBO (demanda
bioquímica de oxígeno) o DQO (demanda química de oxígeno).
Como elementos patógenos destacan microorganismos y virus procedentes de los
deshechos de aves y animales domésticos que se acumulan en zonas impermeables.
Provocan insalubridad de las aguas que los contienen y aumentan la probabilidad de
transmisión de enfermedades.
Otras sustancias que pueden arrastrar son nutrientes como el fósforo, el nitrógeno
y a sus compuestos derivados. Producen problemas de eutrofización (aumento de la
turbidez, proliferación de algas, grandes variaciones de oxígeno disuelto entre el día y la
noche, aparición de compuestos tóxicos...).
También se acompañan de metales pesados que poseen una elevada toxicidad
sobre microorganismos, plantas y animales, incluido el ser humano. Las concentraciones
presentes de este tipo de metales en las aguas de escorrentía son muy variables,
dependen de los usos del suelo en la cuenca urbana, de la densidad del tráfico y de las
emisiones de industrias cercanas. Los metales pesados considerados más problemáticos
en las aguas de escorrentía son: As, Hg, Bo, Cu, Pb, Cd, Ni, Cr y Zn, que además son
altamente tóxicos. Igualmente puede haber presentes otros metales como el Fe y Mn, no
tan tóxicos pero con efectos también indeseables.
Y por último otros compuestos tóxicos como plásticos, últimamente muy abundantes,
compuestos aromáticos derivados del benzeno, hidrocarburos (gasolinas y otros
derivados del petróleo) entre otros.
El Plan indica que se contará con la instalación de tanques de tormenta con
conexión a la red de saneamiento para las primeras lluvias con objeto de reducir la carga
contaminante en la entrega de estas primeras lluvias al cauce. Sin embargo no contempla
Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) «elementos superficiales, permeables,
preferiblemente vegetados, integrantes de la estructura urbana-hidrológica-paisajística
y previos al sistema de saneamiento. Están destinados a filtrar, retener, transportar,
acumular, reutilizar e infiltrar al terreno el agua de lluvia, de forma que no degraden e
incluso restauren la calidad del agua que gestionan» (Pedro LASA («SUDS S.L.-Atlantis»)
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00308134
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
página 51185/14
En materia de Espacios Naturales Protegidos.
Según informe del Servicio de Espacios Naturales Protegidos de la Delegación
Territorial Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Córdoba, de fecha 17
de enero de 2023, la actuación se localiza en el exterior de los límites de la Zona de
Especial Conservación, en concreto a unos 450 metros de distancia de la ZEC Tramo
inferior del río Guadajoz (ES6130008) y se analizan las posibles afecciones a la misma
fundamentalmente a través de las aguas que puedan llegar a ella.
La innovación contará con red separativa. La red de saneamiento se conectará con
la red general de la ciudad mediante conexiones exteriores. La red de aguas pluviales
verterá a cauce público previo informe del organismo de cuenca.
En este sentido, la escorrentía de las primeras aguas pueden arrastrar diversas
partículas acumuladas entre el período entre lluvias que puedan encontrarse en contacto
con la superficie de la zona urbanizada. Estos materiales pueden ser polvo, arenas, metales
pesados, grasas y diversas sustancias tóxicas. Los efectos de una elevada concentración
de sólidos en suspensión el agua de escorrentía sobre el medio receptor son:
- Incremento de la turbidez reduciendo el paso de la luz y alterando el desarrollo de la
vegetación.
- Acumulación de fangos en zonas de fondo, lo que altera la morfología de los cauces.
- Afecciones a la fauna y alteraciones estéticas del medio.
La materia orgánica que arrastra en estos primeros momentos se compone de
proteínas, carbohidratos, aceites y grasas, detergentes, fitosanitarios y disolventes
orgánicos. Estos compuestos provocan serios problemas al hacer desaparecer el oxígeno
en el medio receptor, lo que provoca la muerte de la fauna. Además da color, sabor y olor
al agua, cuando no debiera tenerlos y provoca la aparición de trihalometanos, sustancias
con una elevada toxicidad. Para medir su cantidad en las aguas se usa la DBO (demanda
bioquímica de oxígeno) o DQO (demanda química de oxígeno).
Como elementos patógenos destacan microorganismos y virus procedentes de los
deshechos de aves y animales domésticos que se acumulan en zonas impermeables.
Provocan insalubridad de las aguas que los contienen y aumentan la probabilidad de
transmisión de enfermedades.
Otras sustancias que pueden arrastrar son nutrientes como el fósforo, el nitrógeno
y a sus compuestos derivados. Producen problemas de eutrofización (aumento de la
turbidez, proliferación de algas, grandes variaciones de oxígeno disuelto entre el día y la
noche, aparición de compuestos tóxicos...).
También se acompañan de metales pesados que poseen una elevada toxicidad
sobre microorganismos, plantas y animales, incluido el ser humano. Las concentraciones
presentes de este tipo de metales en las aguas de escorrentía son muy variables,
dependen de los usos del suelo en la cuenca urbana, de la densidad del tráfico y de las
emisiones de industrias cercanas. Los metales pesados considerados más problemáticos
en las aguas de escorrentía son: As, Hg, Bo, Cu, Pb, Cd, Ni, Cr y Zn, que además son
altamente tóxicos. Igualmente puede haber presentes otros metales como el Fe y Mn, no
tan tóxicos pero con efectos también indeseables.
Y por último otros compuestos tóxicos como plásticos, últimamente muy abundantes,
compuestos aromáticos derivados del benzeno, hidrocarburos (gasolinas y otros
derivados del petróleo) entre otros.
El Plan indica que se contará con la instalación de tanques de tormenta con
conexión a la red de saneamiento para las primeras lluvias con objeto de reducir la carga
contaminante en la entrega de estas primeras lluvias al cauce. Sin embargo no contempla
Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) «elementos superficiales, permeables,
preferiblemente vegetados, integrantes de la estructura urbana-hidrológica-paisajística
y previos al sistema de saneamiento. Están destinados a filtrar, retener, transportar,
acumular, reutilizar e infiltrar al terreno el agua de lluvia, de forma que no degraden e
incluso restauren la calidad del agua que gestionan» (Pedro LASA («SUDS S.L.-Atlantis»)
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00308134
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
