Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Producción Cinematográfica Y Audiovisual. Ayudas. (2024040263)
Decreto 151/2024, de 12 de diciembre, por el que se establecen las bases reguladoras de las ayudas destinadas a la producción de cortometrajes.
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NÚMERO 245
Jueves 19 de diciembre de 2024
63651
obras de contenidos diversos y con una calidad suficiente para garantizar su rentabilidad y sus
posibilidades de acceso al público.
La creación audiovisual requiere un complejo instrumental técnico e industrial, configurando
una de las industrias culturales más relevantes y crecientes de la actualidad, entendiendo por
estas todo el sector de bienes y servicios culturales que son producidos, reproducidos, conservados o difundidos por estos medios. Es por ello por lo que se reconoce que la cinematografía
contiene tanto una dimensión económica como artístico-cultural.
La dimensión económica involucra empresarios, inversores, capital, recursos humanos, tecnológicos e industriales, así como procesos de incentivo, promoción, distribución, exhibición
y venta que suponen estrategias de público y de mercado, tanto nacional como internacional.
La dimensión artística-cultural implica la existencia de una fase creativa en la producción
que involucra directores, guionistas, músicos, actores y técnicos especializados, así como la
adecuación estética y cultural de la obra terminada. De otra parte, la obra cinematográfica
representa una de las expresiones más claras y reconocibles de la identidad cultural de los
pueblos en la época contemporánea, lo que le otorga un papel relevante en la información,
educación, testimonio y desarrollo cultural de la sociedad, incluido el turismo.
Desde los nuevos soportes educacionales en piezas de vídeo hasta el marketing o las redes
sociales, todo es audiovisual y además predomina el formato corto. Manejar los códigos, el
lenguaje y las herramientas resulta vital. Pero es que además, el cortometraje supone la
puerta de entrada a la profesión, es la escuela y la cantera. No podemos descuidar los cimientos de nuestra industria cuando la demanda de contenido audiovisual en castellano no para
de crecer en un mercado globalizado que bien podríamos liderar.
Los cortometrajes no son el hermano pequeño de nadie, hablamos de CINE con mayúsculas,
de creación artística de primer nivel, de grandes valores de producción, de profesionales que
saltan de un formato a otro con la única necesidad de contar historias a través del lenguaje
cinematográfico.
Los cortometrajistas son verdaderos emprendedores de la Cultura. El cortometraje es el terreno ideal para la experimentación, para la innovación, en técnica y en herramientas de
producción y distribución, para investigar otras formas de hacer industria, o abrir nuevos
horizontes. Es el formato idóneo para el consumo en dispositivos móviles, es un formato con
futuro en el que claramente la producción extremeña está destacando.
En este sentido fue aprobado el Decreto 99/2014, de 3 de junio, por el que se aprueban las
bases reguladoras de las ayudas a la producción de cortometrajes y a cortometrajes realizados de la Comunidad Autónoma de Extremadura y la convocatoria de las mismas para 2014
(DOE número 109, de 9 de junio).
Jueves 19 de diciembre de 2024
63651
obras de contenidos diversos y con una calidad suficiente para garantizar su rentabilidad y sus
posibilidades de acceso al público.
La creación audiovisual requiere un complejo instrumental técnico e industrial, configurando
una de las industrias culturales más relevantes y crecientes de la actualidad, entendiendo por
estas todo el sector de bienes y servicios culturales que son producidos, reproducidos, conservados o difundidos por estos medios. Es por ello por lo que se reconoce que la cinematografía
contiene tanto una dimensión económica como artístico-cultural.
La dimensión económica involucra empresarios, inversores, capital, recursos humanos, tecnológicos e industriales, así como procesos de incentivo, promoción, distribución, exhibición
y venta que suponen estrategias de público y de mercado, tanto nacional como internacional.
La dimensión artística-cultural implica la existencia de una fase creativa en la producción
que involucra directores, guionistas, músicos, actores y técnicos especializados, así como la
adecuación estética y cultural de la obra terminada. De otra parte, la obra cinematográfica
representa una de las expresiones más claras y reconocibles de la identidad cultural de los
pueblos en la época contemporánea, lo que le otorga un papel relevante en la información,
educación, testimonio y desarrollo cultural de la sociedad, incluido el turismo.
Desde los nuevos soportes educacionales en piezas de vídeo hasta el marketing o las redes
sociales, todo es audiovisual y además predomina el formato corto. Manejar los códigos, el
lenguaje y las herramientas resulta vital. Pero es que además, el cortometraje supone la
puerta de entrada a la profesión, es la escuela y la cantera. No podemos descuidar los cimientos de nuestra industria cuando la demanda de contenido audiovisual en castellano no para
de crecer en un mercado globalizado que bien podríamos liderar.
Los cortometrajes no son el hermano pequeño de nadie, hablamos de CINE con mayúsculas,
de creación artística de primer nivel, de grandes valores de producción, de profesionales que
saltan de un formato a otro con la única necesidad de contar historias a través del lenguaje
cinematográfico.
Los cortometrajistas son verdaderos emprendedores de la Cultura. El cortometraje es el terreno ideal para la experimentación, para la innovación, en técnica y en herramientas de
producción y distribución, para investigar otras formas de hacer industria, o abrir nuevos
horizontes. Es el formato idóneo para el consumo en dispositivos móviles, es un formato con
futuro en el que claramente la producción extremeña está destacando.
En este sentido fue aprobado el Decreto 99/2014, de 3 de junio, por el que se aprueban las
bases reguladoras de las ayudas a la producción de cortometrajes y a cortometrajes realizados de la Comunidad Autónoma de Extremadura y la convocatoria de las mismas para 2014
(DOE número 109, de 9 de junio).