Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2023060774)
Resolución de 28 de febrero de 2023, de la Consejera, por la que se incoa expediente para declaración de Bien de Interés Cultural a favor del yacimiento arqueológico "La Nava", del término municipal de Cabeza del Buey (Badajoz), con la categoría de Zona Arqueológica.
17 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
NÚMERO 47
14619
Jueves 9 de marzo de 2023
ANEXO I.
CARACTERIZACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA DECLARACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA
Antecedentes.
El yacimiento arqueológico de “La Nava”, aunque conocido desde el siglo XVIII, cuanto sabemos con mayor certeza de él parte de las actuaciones arqueológicas más recientes (Mélida
1925, 433-435), que pusieron de manifiesto la monumentalidad de sus termas romanas,
dentro de un complejo presumiblemente residencial de carácter rural. Fue objeto de sucesivas campañas de excavaciones desde finales de la década de los años 70 y comienzos de la
siguiente -años 1979, 1980, 1981 y 1983-, financiadas por la entonces Subdirección General
de Arqueología y dirigidas por D. José Ángel Calero Carretero (Calero Carretero y Membrillo
1982a; 1982b; Calero y otros 1984; Guerra 1981; Carmona y otros 2002).
Esta actividad puso al descubierto parte de la extensión del yacimiento y hoy permite tener
una idea aproximada de sus dimensiones, naturaleza y cronología del enclave.
Descripción.
Los restos arqueológicos de “La Nava” fueron dados a conocer como parte de un complejo termal de época romana, ubicado en el término municipal de Cabeza del Buey, al que se accede
desde el llamado “Cordel del Puerto de la Nava”, vía de naturaleza eminentemente pecuaria
que parte de esta localidad hacia el sur y discurre entre las sierras de la Osa, de las Vacas y
del Aliso.
Ocupa un área de valle, comprendida entre estas formaciones, y de paso casi obligado en los
caminos que las atraviesan dirección N-S junto a la margen izquierda del río Zújar. Este, que
sirve de límite interprovincial e interregional, discurre aproximadamente a 3 km del yacimiento arqueológico. Desde un punto de vista geográfico, el espacio en que se enclava responde,
por tanto, a un corredor natural entre llanuras que conforman la comarca extremeña de la
Serena y la cordobesa de Los Pedroches.
Las excavaciones en el sitio, a pesar de su considerable extensión, tan sólo permiten una
visión parcial del complejo original. Los trabajos se centraron en tres ámbitos yuxtapuestos,
nombrados por sus excavadores -de E a O- como A, B y C, en apariencia sincrónicos, aunque
los términos cronológicos aún están pendientes de revisión y publicación. En cada uno de
ellos se ha podido proyectar, con mayor o menor claridad, las plantas de una serie de edificios
de grandes proporciones. Su morfología, organización interna o soluciones técnicas permiten
identificar al menos el cometido y naturaleza de dos de ellos, como las termas (“ámbito C”) o
la parte residencial (“ámbito B”).
14619
Jueves 9 de marzo de 2023
ANEXO I.
CARACTERIZACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA DECLARACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA
Antecedentes.
El yacimiento arqueológico de “La Nava”, aunque conocido desde el siglo XVIII, cuanto sabemos con mayor certeza de él parte de las actuaciones arqueológicas más recientes (Mélida
1925, 433-435), que pusieron de manifiesto la monumentalidad de sus termas romanas,
dentro de un complejo presumiblemente residencial de carácter rural. Fue objeto de sucesivas campañas de excavaciones desde finales de la década de los años 70 y comienzos de la
siguiente -años 1979, 1980, 1981 y 1983-, financiadas por la entonces Subdirección General
de Arqueología y dirigidas por D. José Ángel Calero Carretero (Calero Carretero y Membrillo
1982a; 1982b; Calero y otros 1984; Guerra 1981; Carmona y otros 2002).
Esta actividad puso al descubierto parte de la extensión del yacimiento y hoy permite tener
una idea aproximada de sus dimensiones, naturaleza y cronología del enclave.
Descripción.
Los restos arqueológicos de “La Nava” fueron dados a conocer como parte de un complejo termal de época romana, ubicado en el término municipal de Cabeza del Buey, al que se accede
desde el llamado “Cordel del Puerto de la Nava”, vía de naturaleza eminentemente pecuaria
que parte de esta localidad hacia el sur y discurre entre las sierras de la Osa, de las Vacas y
del Aliso.
Ocupa un área de valle, comprendida entre estas formaciones, y de paso casi obligado en los
caminos que las atraviesan dirección N-S junto a la margen izquierda del río Zújar. Este, que
sirve de límite interprovincial e interregional, discurre aproximadamente a 3 km del yacimiento arqueológico. Desde un punto de vista geográfico, el espacio en que se enclava responde,
por tanto, a un corredor natural entre llanuras que conforman la comarca extremeña de la
Serena y la cordobesa de Los Pedroches.
Las excavaciones en el sitio, a pesar de su considerable extensión, tan sólo permiten una
visión parcial del complejo original. Los trabajos se centraron en tres ámbitos yuxtapuestos,
nombrados por sus excavadores -de E a O- como A, B y C, en apariencia sincrónicos, aunque
los términos cronológicos aún están pendientes de revisión y publicación. En cada uno de
ellos se ha podido proyectar, con mayor o menor claridad, las plantas de una serie de edificios
de grandes proporciones. Su morfología, organización interna o soluciones técnicas permiten
identificar al menos el cometido y naturaleza de dos de ellos, como las termas (“ámbito C”) o
la parte residencial (“ámbito B”).