Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2022040220)
Decreto 147/2022, de 7 de diciembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural la localidad de Alcántara (Cáceres), con la categoría de Sitio Histórico.
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NÚMERO 237
Martes 13 de diciembre de 2022

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ANEXO I
LOCALIZACIÓN, DESCRIPCIÓN Y RELEVANCIA DEL BIEN Y DE SU ENTORNO
DE PROTECCIÓN
Debido a su situación de frontera y al hecho de ser paso obligado para poder vadear el río
Tajo, la villa de Alcántara ha sido desde tiempos pretéritos un lugar estratégico, tanto desde
el punto de vista militar, como comercial y de las comunicaciones.
Fue el magnífico puente romano, paso imprescindible en una de las ramificaciones de la Vía
de la Plata, el que dio origen a los primeros asentamientos en la zona, asentamientos que
no se harían definitivos e importantes hasta tiempos del Califato de Córdoba, entre el siglo
X y la primera mitad del siglo XII. De esta época datan algunas de las primeras referencias
escritas acerca de la villa llamada entonces Qantara as-Sayf, o lo que es lo mismo, Puente de
la Espada.
A la caída de este califato, el rey taifa de Coria, Zeth, la redujo a su obediencia para pasar,
más tarde, a manos del rey taifa de Cáceres, Alháel-Gami, en 1161, tras un breve período intermedio, en el año de 1143, en que la villa fue dominada por Alfonso VII. En 1166, el monarca Fernando II de León la tomó por las armas, pero fue de nuevo invadida por los musulmanes
entre 1172 y 1213, cuando fue reconquistada definitivamente por el rey de León y Galicia,
Alfonso IX, con la ayuda de don Diego López de Haro y el monarca castellano Alfonso VIII.
Tras ganar la plaza de Alcántara a los musulmanes, el rey Alfonso IX encargaría su defensa a
la Orden de Calatrava, si bien, en 1218, será entregada la Villa a la Orden de San Julián del
Pereiro. Esta orden había nacido en 1156 y era meramente religiosa, si bien, a partir de la
bula otorgada por el Papa Lucio III, se convertiría en una Orden militar.
Por consiguiente, sabemos que entre los siglos X y XI, Alcántara se constituye en una villa
frontera, fortificada, en la que prima la actividad militar y la economía ganadera. Alcántara
será centro de poder, militar, político, cultural y religioso, quedando bajo su dominio todos
los municipios cacereños situados en la actual frontera con Portugal, desde Sierra de Gata a
San Vicente de Alcántara, además de la comarca pacense de La Serena y algunas posesiones
fuera de Extremadura.
Desde el siglo XII, la historia de Alcántara estará marcada por las luchas de poder entre la
propia Orden Militar y por los numerosos conflictos entre España y Portugal. Así, favorecida
por su situación fronteriza, acusaría numerosas contiendas, que comenzaron con los primeros enfrentamientos bélicos entre Pedro I el Cruel y su hermano Enrique de Trastamara. Un
siglo después, por ser cabecera de la Orden, Alcántara se vería inmersa en las luchas que
enfrentaron al Clavero don Alonso de Monroy y al Maestre don Gómez de Solís, por el conflicto