Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2022040220)
Decreto 147/2022, de 7 de diciembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural la localidad de Alcántara (Cáceres), con la categoría de Sitio Histórico.
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NÚMERO 237
Martes 13 de diciembre de 2022

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El puente está fabricado con sillares con las caras exteriores almohadilladas, dispuestos a
soga y tizón, y unidos en seco con grapas de sujeción. La estructura alcanza los 71 metros
de altura en su extremo más alto, siendo su longitud de 194 metros y de 6,89 metros la
anchura de la calzada. Consta de 6 arcos y 5 pilas, apoyando los arcos extremos directamente sobre la roca. Las pilas son sólidos basamentos recubiertos con grandes sillares
almohadillados que siguen una distribución regular a soga y tizón. En planta, las tres pilas
centrales son rectangulares, que sobresalen notablemente en la vertiente de aguas abajo,
y presentan tajamares triangulares aguas arriba. Las dos restantes son rectangulares, con
una pilastra en cada vertiente.
Sobre las pilas cabalgan los arcos, que son de medio punto y de distintas proporciones.
Los dos arcos centrales son los mayores, con 28,80 m y 27,40 m de luz respectivamente;
los laterales tienen 21,40 m y los arcos extremos alcanzan los 13,80 m. La apertura de
vanos centrales alcanza la máxima luz conocida en los puentes romanos. Las bóvedas de
los arcos están constituidas por dos roscas.
Por encima de la cornisa van los pretiles, formados por hiladas de sillería. Son rectos y
quedan únicamente interrumpidos por las pilastras del arco honorífico.
Sabemos que el puente permaneció casi íntegro hasta principios del siglo XIII, cuando con
la conquista de Alcántara por el rey Alfonso IX de León se produjo la destrucción del primer arco. El daño fue reparado ya en el siglo XVI, en una obra dirigida por el maestro de
carpintería y cantería natural de Alcántara, Martín López y su hermano Martín de Ordieta
y que concluye en 1543.
El puente dispondrá a lo largo de su historia de dependencias defensivas que reforzarán
su carácter de aduana. En 1577, tienen lugar otras obras, al frente de las cuales estará el
maestro Diego de Castañeda. Asimismo se construyen varios aposentos y dependencias
que contribuyen a acentuar su carácter de aduana.
En 1706, los portugueses ganan la plaza, y se inutiliza el segundo arco de la margen derecha. Aunque al parecer un año después aún no había sido derruido del todo. En estos años
se atravesaba el puente por arpilleras y mampostería. La restauración del puente se inició
ya en época de Carlos III.
A principios del siglo XIX, Alcántara será nuevamente ocupada, esta vez por los franceses
en su avance hacia Portugal. Durante este conflicto, los ejércitos aliados destruyeron, en
1809, uno de los arcos para impedir el avance francés. Esta circunstancia determinó la
necesidad de una restauración que se lleva a cabo a mediados del siglo XIX por iniciativa
de la Real Academia de la Historia. Se reconstruyó entonces el arco que había sido volado,
pero también se consolidó toda la fábrica y se dispuso en su sitio el arco honorífico que
había sido desmontado.