Administración Local. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-796)
Resolución de 19 de diciembre de 2024, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de monumento, del conjunto del colegio, el convento, el claustro y la iglesia de Monti-Sion.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 15
Viernes 17 de enero de 2025
Sec. III. Pág. 7365
año 1938 la comunidad jesuita recupera el conjunto y empieza una etapa definitiva como
colegio, que se conserva hasta recientemente.
3.2
Estado de conservación física.
El estado de conservación del conjunto es variable. Nos encontramos ante un
conjunto con una evolución constructiva compleja y con varías partes diferenciadas, que
dan lugar a una variedad de situaciones en relación a la conservación física.
La realidad construida de la «manzana Monti-Sion» es el resultado de un proceso de
transformación constante. Monti-Sion se fue configurando a partir de la adición y derribo
de las casas existentes en el lugar, la construcción progresiva de nuevas edificaciones y
su posterior transformación para ir adaptando los volúmenes a las nuevas necesidades
surgidas.
Se tiene que acordar de que el colegio se implantó el año 1562, el año 1571 se
compran las casas próximas a la pequeña iglesia original y se inician las obras para la
construcción de la nueva iglesia, el colegio y las dependencias de la comunidad.
Finalmente, el año 1595, con la adquisición de la calle del Calix, quedaba consolidado el
conjunto actual del colegio y la iglesia.
El año 1938 con el establecimiento definitivo del colegio, después de la recuperación
del edificio por parte de los jesuitas, se realizaron diferentes intervenciones que fueron
cambiando el aspecto general del conjunto. Posteriormente, a mitad del siglo XX, se
sucedió la ejecución de numerosas obras en los espacios destinados a escuelas y
dependencias de la comunidad que dejaron pocos testigos de la configuración original de
Monti-Sion hasta el siglo XVIII. En este proceso transformador desaparecieron o
quedaron alterados espacios como la antigua biblioteca, el antiguo oratorio de la
congregación (Aula Magna Oratorio Espíritu Santo), los dormitorios de los hermanos
coadjutores o los de los jesuitas, el claustro de las Escuelas, también llamado de San
Pedro Claver o Pati de las Columnas, el antiguo refectorio y el Patio de la cisterna
(1590-1591), vinculada a los milagros de San Alonso, etc.
Las principales patologías de esta parte del conjunto, que es la de mayor antigüedad,
son de carácter estructural, así como las causadas por la presencia de agua.
Las edificaciones están afectadas por daños estructurales que ponen en riesgo la
estabilidad del conjunto, que presenta riesgo de hundimiento en algunas zonas. Tanto en
el interior como en el exterior son visibles grietas de dimensiones considerables. Entre
otros, es preocupante el estado de conservación del campanario, que se está abriendo,
así como de la cubierta de la capilla de San Alonso con podridura de las vigas de
madera y desprendimiento de las piezas de piedra arenisca que forman el entrevigado, y
que podría poner en riesgo la estabilidad del elemento.
El mal estado de las cubiertas de la zona destinada a uso religioso, con pérdida de
tejas, mal estado de la estructura portante, etc. genera filtraciones de agua de lluvia en el
interior del edificio que agravan la problemática estructural. La presencia de humedad en
el interior, no tan sólo provocada por las filtraciones de cubierta, sino por la ascensión del
agua por capilaridad en los muros, genera la degradación de los acabados (pinturas
murales, retablos, elementos ornamentales...), que en algunas zonas se encuentran en
muy mal estado de conservación, presentando pérdidas de material, desprendimientos,
decoloración o suciedad.
El conjunto también presenta otras problemáticas debidas al mal estado de los
canales de recogida de agua, o las causadas por el mal estado de las carpinterías o de
los vitrales, que permiten la entrada de agua y suciedad en el interior. Asimismo, también
acentúan el mal estado de conservación del conjunto y la pérdida de sus valores la
utilización de materiales inadecuados en intervenciones recientes, como las que se han
llevado a cabo en la zona de la tribuna, situada en la planta superior de la iglesia, la
instalación de maquinaria de aire acondicionado en fachada o el cubrimiento con placas
cve: BOE-A-2025-796
Verificable en https://www.boe.es
Iglesia y dependencias anexas.
Núm. 15
Viernes 17 de enero de 2025
Sec. III. Pág. 7365
año 1938 la comunidad jesuita recupera el conjunto y empieza una etapa definitiva como
colegio, que se conserva hasta recientemente.
3.2
Estado de conservación física.
El estado de conservación del conjunto es variable. Nos encontramos ante un
conjunto con una evolución constructiva compleja y con varías partes diferenciadas, que
dan lugar a una variedad de situaciones en relación a la conservación física.
La realidad construida de la «manzana Monti-Sion» es el resultado de un proceso de
transformación constante. Monti-Sion se fue configurando a partir de la adición y derribo
de las casas existentes en el lugar, la construcción progresiva de nuevas edificaciones y
su posterior transformación para ir adaptando los volúmenes a las nuevas necesidades
surgidas.
Se tiene que acordar de que el colegio se implantó el año 1562, el año 1571 se
compran las casas próximas a la pequeña iglesia original y se inician las obras para la
construcción de la nueva iglesia, el colegio y las dependencias de la comunidad.
Finalmente, el año 1595, con la adquisición de la calle del Calix, quedaba consolidado el
conjunto actual del colegio y la iglesia.
El año 1938 con el establecimiento definitivo del colegio, después de la recuperación
del edificio por parte de los jesuitas, se realizaron diferentes intervenciones que fueron
cambiando el aspecto general del conjunto. Posteriormente, a mitad del siglo XX, se
sucedió la ejecución de numerosas obras en los espacios destinados a escuelas y
dependencias de la comunidad que dejaron pocos testigos de la configuración original de
Monti-Sion hasta el siglo XVIII. En este proceso transformador desaparecieron o
quedaron alterados espacios como la antigua biblioteca, el antiguo oratorio de la
congregación (Aula Magna Oratorio Espíritu Santo), los dormitorios de los hermanos
coadjutores o los de los jesuitas, el claustro de las Escuelas, también llamado de San
Pedro Claver o Pati de las Columnas, el antiguo refectorio y el Patio de la cisterna
(1590-1591), vinculada a los milagros de San Alonso, etc.
Las principales patologías de esta parte del conjunto, que es la de mayor antigüedad,
son de carácter estructural, así como las causadas por la presencia de agua.
Las edificaciones están afectadas por daños estructurales que ponen en riesgo la
estabilidad del conjunto, que presenta riesgo de hundimiento en algunas zonas. Tanto en
el interior como en el exterior son visibles grietas de dimensiones considerables. Entre
otros, es preocupante el estado de conservación del campanario, que se está abriendo,
así como de la cubierta de la capilla de San Alonso con podridura de las vigas de
madera y desprendimiento de las piezas de piedra arenisca que forman el entrevigado, y
que podría poner en riesgo la estabilidad del elemento.
El mal estado de las cubiertas de la zona destinada a uso religioso, con pérdida de
tejas, mal estado de la estructura portante, etc. genera filtraciones de agua de lluvia en el
interior del edificio que agravan la problemática estructural. La presencia de humedad en
el interior, no tan sólo provocada por las filtraciones de cubierta, sino por la ascensión del
agua por capilaridad en los muros, genera la degradación de los acabados (pinturas
murales, retablos, elementos ornamentales...), que en algunas zonas se encuentran en
muy mal estado de conservación, presentando pérdidas de material, desprendimientos,
decoloración o suciedad.
El conjunto también presenta otras problemáticas debidas al mal estado de los
canales de recogida de agua, o las causadas por el mal estado de las carpinterías o de
los vitrales, que permiten la entrada de agua y suciedad en el interior. Asimismo, también
acentúan el mal estado de conservación del conjunto y la pérdida de sus valores la
utilización de materiales inadecuados en intervenciones recientes, como las que se han
llevado a cabo en la zona de la tribuna, situada en la planta superior de la iglesia, la
instalación de maquinaria de aire acondicionado en fachada o el cubrimiento con placas
cve: BOE-A-2025-796
Verificable en https://www.boe.es
Iglesia y dependencias anexas.