III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-8471)
Decreto 42/2024, de 9 de abril, del Consell, para la declaración de bien de interés cultural, con la categoría de bien inmaterial, de la Festa de la Mare de Déu del Castell, de Cullera.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 102

Viernes 26 de abril de 2024

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que se trabaja con gran interés, dentro de toda la investigación que se hace alrededor de
las danzas locales.
Danzas rituales:
Por otro lado, tenemos la evolución de las danzas rituales, aquellas que se hacían y
se hacen dentro de los séquitos, justo antes de la parte religiosa. Las danzas rituales de
Cullera presentan características comunes a otras manifestaciones de su entorno
comarcal, y uno de los hechos de esta historia es la intermitencia a lo largo del tiempo,
puesto que algunos de los bailes o danzas se montan algunos años, y, si tenían «éxito»,
se repetían o no se volvían a hacer, o no se hacían si faltaban personas que los
realizaban. Por lo tanto, podemos decir que la evolución de las danzas rituales es frágil;
eso sí, se adapta a los nuevos gustos, influencias, etc., de cada momento y época.
Aunque con similitudes comarcales, en el pueblo de Cullera se danzaban algunas
piezas, todavía no recuperadas, que los estudiosos han podido averiguar gracias a los
archivos de las casas de alquiler de las ropas (Roberia Gimeno, Casa Insa, etc.). Este
también es un hecho evolutivo, puesto que hoy en día las ropas no se alquilan, sino que
son propiedad de los individuos o de los colectivos o collas de danzas, incluso del mismo
ayuntamiento, en una firme defensa y apuesta por la continuidad de las danzas.
Entre las danzas que se han estudiado, hay las siguientes:

El momento en el que se bailaban estas danzas también ha evolucionado. Según los
textos consultados, el mismo día de la Baixà tenía lugar una procesión cívica, una
cabalgata, que era conocida popularmente como la Degollà. Es posible que el nombre se
haya copiado de la Procesión del Convite del Corpus, en la que participa el grupo de la
Degollà, que supone la cabalgata de invitación al vecindario para participar en la fiesta,
horas después o el día siguiente. Esta cabalgata o procesión cívica se celebraba de
nuevo el día de San Vicente a mediodía y, por la tarde, en la procesión, salían los
personajes bíblicos. Estas cabalgatas se celebraron, según la documentación, hasta
el 1925, cuando fueron sustituidas por un pasacalle de bandas de música y grupos de
cornetas. Estas cabalgatas ya no se celebran (aunque sí que se mantienen algunas
danzas, pero no insertadas en ningún séquito u organizadas en cabalgata, en dos
momentos, el día de la Baixà a mediodía y mientras dura la procesión que baja del
santuario al mercado), y, en lugar de esto, el día de San Vicente y el último domingo de
las fiestas hay un desfile-entrada de las dos bandas sinfónicas de la ciudad.
Del mismo modo que lo hacemos con la existencia de los desfiles de bandas,
destacamos la celebración de una gran cabalgata de disfraces, herencia de aquella
cabalgata alegórica de las danzas rituales que tenía lugar de nuevo el jueves de la
semana festiva, con la participación otros elementos como por ejemplo carrozas,
grupos, etc.
Esta repetición se debía al interés del pueblo por las danzas que solo podían
disfrutar en contadas ocasiones. Y, de manera más popular, dotándola de otros
elementos que invitan a la participación de más personas, que no tenían por qué formar
parte de las danzas. Así aparecen las carrozas o los bailes que hacen más participativa
una cabalgata con un aire menos ritualizado, incluso con reconocimientos o premios por
parte de las autoridades. Esta cabalgata se dejó de celebrar y fue unas décadas
después cuando el mundo fallero tomó el testigo.

cve: BOE-A-2024-8471
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– Baile de los Chinos.
– Baile de los Turcos.
– Baile de los Matxaquins.
– Baile de los Locos.
– Baile de los Gitanos.
– Banderas.
– Pegadors.
– Torneo (tornejants).