BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 3 de abril de 2024

Sec. III. Pág. 38010

ANEXO 1
Ubicación y descripción
El edificio llamado Casa Sayrach está situado en la Avenida Diagonal, núm. 423-425,
en confluencia con la calle Enric Granados, en Barcelona.
El inmueble está ubicado en un solar de unos 740 m2 de forma irregular, en la
esquina oblicua que configura la intersección de ambas calles. La disposición de su
planta, la composición de la fachada principal y la ingeniosa resolución de la fachada a
patio de manzana están determinadas tanto por la exigencia geométrica de la parcela
como por la importancia urbana de su posición.
La Casa Sayrach, proyectada por el arquitecto Manuel Sayrach i Carreras en 1915 e
inaugurada en 1918, fue uno de los primeros edificios de la incipiente avenida Diagonal
que, siguiendo los parámetros urbanos de la trama Cerdà, estaba en construcción con la
voluntad de que esta avenida se convirtiera en la vía principal para la alta sociedad
barcelonesa.
La casa Sayrach es la obra emblemática del arquitecto, en la cual confluyen tanto su
filosofía espiritual –la naturaleza es la maestra inspiradora y la luz está en el centro–
como su ideario de catalanidad –el edificio se piensa como una representación simbólica
de Cataluña– así como su fantasioso mundo de detalles y elementos ornamentales que
crean una atmósfera casi escenográfica.
Manuel Sayrach i Carreras es considerado un discípulo destacado de la arquitectura
modernista liderada por Antoni Gaudí y Lluís Domènec i Muntaner, que en aquellos
momentos empezaban a estar cuestionados por los nuevos parámetros estilísticos del
Novecentismo que consistían en la simplicidad de las formas, la aplicación de la luz
natural y los principios higienistas.
El edificio es una muestra de la transición entre los dos estilos arquitectónicos de la
época: el Modernismo y el Novecentismo. En este sentido, el edificio incorpora las
formas sinuosas inspiradas en la naturaleza y características del movimiento modernista,
pero obvia la utilización del quebradizo o de las piezas acristaladas con tanto color. Será
el mismo juego de luces y sombras el que dará calidad y valor a los distintos espacios
interiores y paramentos exteriores.
Esta duplicidad de estilos queda también reflejada en el vestíbulo, la escalera, las
puertas, barandillas o el diseño del ascensor, fuertemente ornamentados al estilo
modernista, que contrastan con las soluciones arquitectónicas en los interiores de las
plantas superiores de una lectura, más geométrica, de líneas más simples y clásicas,
preceptos principales del Novecentismo.
Encontramos la influencia del movimiento novecentista, que tiende a la austeridad y
al orden, pero sin renunciar a la ornamentación. Esto se manifiesta en los colores claros
y uniformes de todos los paramentos interiores y exteriores, y en la decoración de
ventanas, puertas y barandilla, con la utilización de formas geométricas como el óvalo.
Cabe destacar la influencia del movimiento higienista de principios del siglo XX en un
buen diseño de la ventilación y de la iluminación de los espacios interiores, y en la
incorporación de diversas cámaras higiénicas.
La Casa Sayrach es el reflejo del pensamiento del arquitecto, que tenía una idea de
«arte total» en la que las diversas manifestaciones artísticas y estilos no son
incompatibles, sino que se pueden combinar entre sí para crear una única obra de arte.
Se considera monumento la edificación conformada por el edificio –definido en todas
sus plantas–, por los muros de cierre de fachadas y medianeras, así como por sus
voladizos, galerías, balcones, patio interior y cubiertas, con todos los espacios que se
encuentran dentro de su volumen.

cve: BOE-A-2024-6667
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Núm. 82