III. Otras disposiciones. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-1598)
Resolución de 23 de diciembre de 2022, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, por la que se incoa procedimiento para la declaración de los Cortines del Rial en Fonfría, Torre del Bierzo (León), como bien de interés cultural con la categoría de conjunto etnológico.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Jueves 19 de enero de 2023
Sec. III. Pág. 7681
los más primitivos y aquéllos construidos a soga y tizón, que proporcionan esquinales
rectos.
En su peculiar adaptación al medio, la construcción de los colmenares de Fonfría
respeta la presencia de sardones, aprovechando de esta forma las ventajas que estos
aportan como posadero recurrente y seguro para las abejas, facilitando la libación del
polen y como protección frente a los agentes atmosféricos, minimizando su visibilidad y
evitando así su localización reduciendo las posibilidades de robo.
Todos los colmenares se disponen en la pendiente para favorecer la escorrentía de la
lluvia y de la nieve, y favorecer la insolación que mantenga las colmenas con una
temperatura óptima. El tramo de pared superior siempre es redondeada y de gran altura
descendiendo hacia los tramos laterales, para posibilitar el desalojo del agua y evitar
filtraciones que encharquen el interior del colmenal, mientras que normalmente la pared
inferior es recta.
El sistema de explotación seguido en los Fortines de Fonfría contiene las condiciones
imprescindibles y mejoras para el cultivo de colmenas, dictadas en 1586 por Luis
Méndez de Torres en su «Tratado breve de la cultivación y cura de las colmenas, para el
ilustrísimo señor don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque y marqués de
Cuéllar».
Destaca por su singularidad la ubicación y disposición de los colmenares de Fonfría,
en cuanto que se configuran como un grupo numeroso muy próximos unos de otros, en
contra de la norma general que establecía que para evitar que las abejas tuviesen que
competir entre ellas por las mismas flores, los colmenares se disponían a cierta
distancia.
Los colmenares presentan una estructura de muros construida en piedra seca. En su
construcción se utilizan lajas de pizarra que cubren, ampliamente y de forma volada, las
paredes. Estos cerramientos suelen tener grandes dimensiones, superando el metro de
ancho y alcanzando o llegando a superar los tres metros de alto. Los paramentos están
realizados con losas de pizarra trabadas en seco y calzadas con pequeños fragmentos
del mismo material. En estas paredes, que se culminaban con una especie de repisa a
modo de voladizo robusto constituido por pesadas losas de piedra solapadas
denominado frecuentemente como vardal, no existen otros huecos que el que sirve de
acceso a su interior y suele ser de pequeño tamaño y cerrado con una recia puerta de
madera, que generalmente se abre en la pared oeste.
El interior presenta un espacio diáfano y a cielo abierto aunque, con frecuencia,
suelen disponer en la zona contigua a la entrada de un pequeño galpón cubierto que se
utilizaba como almacén. Su interior se escalona para colocar las colmenas en ellos con
espacio para que no se proyecte su sombra sobre las colindantes. Mientras que en
algunos casos se observa una construcción esmerada, en otros se utiliza cualquier
opción práctica que ofrezca el terreno, como es el apoyo de un bloque de piedra para
cierre en algún colmenar.
Las colmenas más primitivas, llamadas truébanos, están hechas con troncos huecos
de árbol o cepos, son cilíndricas o de cuatro tablas, formando un paralepípedo. Todavía
se conservan en buen estado unas cuarenta colmenas de este tipo. Se disponen en
línea sobre los escalones del interior del recinto, colocándose por encima de ellas un
corcho y una laja de pizarra, lo que permite mantener las condiciones óptimas de
temperatura y humedad. En su interior se encajan a distintas alturas dos palos cruzados
para que en ellos se formen los panales, llamados crucetas o juicios.
Los colmenares de Fonfría constituyen un singular documento histórico
representativo de la cultura y la identidad popular de una comunidad y su relación con el
entorno y modo de vida tradicional.
La excepcionalidad del conjunto, representativo de un aspecto esencial de la
economía de una comunidad rural y de unas formas de vida que se remontan al menos
el siglo XVIII, viene determinado por su ubicación en una zona recóndita de los montes
de León, su integración en el medio y su peculiar disposición y ordenación.
cve: BOE-A-2023-1598
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 16
Jueves 19 de enero de 2023
Sec. III. Pág. 7681
los más primitivos y aquéllos construidos a soga y tizón, que proporcionan esquinales
rectos.
En su peculiar adaptación al medio, la construcción de los colmenares de Fonfría
respeta la presencia de sardones, aprovechando de esta forma las ventajas que estos
aportan como posadero recurrente y seguro para las abejas, facilitando la libación del
polen y como protección frente a los agentes atmosféricos, minimizando su visibilidad y
evitando así su localización reduciendo las posibilidades de robo.
Todos los colmenares se disponen en la pendiente para favorecer la escorrentía de la
lluvia y de la nieve, y favorecer la insolación que mantenga las colmenas con una
temperatura óptima. El tramo de pared superior siempre es redondeada y de gran altura
descendiendo hacia los tramos laterales, para posibilitar el desalojo del agua y evitar
filtraciones que encharquen el interior del colmenal, mientras que normalmente la pared
inferior es recta.
El sistema de explotación seguido en los Fortines de Fonfría contiene las condiciones
imprescindibles y mejoras para el cultivo de colmenas, dictadas en 1586 por Luis
Méndez de Torres en su «Tratado breve de la cultivación y cura de las colmenas, para el
ilustrísimo señor don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque y marqués de
Cuéllar».
Destaca por su singularidad la ubicación y disposición de los colmenares de Fonfría,
en cuanto que se configuran como un grupo numeroso muy próximos unos de otros, en
contra de la norma general que establecía que para evitar que las abejas tuviesen que
competir entre ellas por las mismas flores, los colmenares se disponían a cierta
distancia.
Los colmenares presentan una estructura de muros construida en piedra seca. En su
construcción se utilizan lajas de pizarra que cubren, ampliamente y de forma volada, las
paredes. Estos cerramientos suelen tener grandes dimensiones, superando el metro de
ancho y alcanzando o llegando a superar los tres metros de alto. Los paramentos están
realizados con losas de pizarra trabadas en seco y calzadas con pequeños fragmentos
del mismo material. En estas paredes, que se culminaban con una especie de repisa a
modo de voladizo robusto constituido por pesadas losas de piedra solapadas
denominado frecuentemente como vardal, no existen otros huecos que el que sirve de
acceso a su interior y suele ser de pequeño tamaño y cerrado con una recia puerta de
madera, que generalmente se abre en la pared oeste.
El interior presenta un espacio diáfano y a cielo abierto aunque, con frecuencia,
suelen disponer en la zona contigua a la entrada de un pequeño galpón cubierto que se
utilizaba como almacén. Su interior se escalona para colocar las colmenas en ellos con
espacio para que no se proyecte su sombra sobre las colindantes. Mientras que en
algunos casos se observa una construcción esmerada, en otros se utiliza cualquier
opción práctica que ofrezca el terreno, como es el apoyo de un bloque de piedra para
cierre en algún colmenar.
Las colmenas más primitivas, llamadas truébanos, están hechas con troncos huecos
de árbol o cepos, son cilíndricas o de cuatro tablas, formando un paralepípedo. Todavía
se conservan en buen estado unas cuarenta colmenas de este tipo. Se disponen en
línea sobre los escalones del interior del recinto, colocándose por encima de ellas un
corcho y una laja de pizarra, lo que permite mantener las condiciones óptimas de
temperatura y humedad. En su interior se encajan a distintas alturas dos palos cruzados
para que en ellos se formen los panales, llamados crucetas o juicios.
Los colmenares de Fonfría constituyen un singular documento histórico
representativo de la cultura y la identidad popular de una comunidad y su relación con el
entorno y modo de vida tradicional.
La excepcionalidad del conjunto, representativo de un aspecto esencial de la
economía de una comunidad rural y de unas formas de vida que se remontan al menos
el siglo XVIII, viene determinado por su ubicación en una zona recóndita de los montes
de León, su integración en el medio y su peculiar disposición y ordenación.
cve: BOE-A-2023-1598
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 16