III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANTABRIA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-19609)
Acuerdo de 3 de noviembre de 2022, del Consejo de Gobierno, por el que se declara la delimitación del bien de interés cultural "Ciudad Romana de Julióbriga", de su entorno de protección y la determinación de nueva denominación y clasificación como zona arqueológica.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 283

Viernes 25 de noviembre de 2022

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terrestre y marítima con las Galias. Igualmente, permite controlar visualmente la cuenca
del Besaya y la comarca de Campoo.
El yacimiento abarca una superficie aproximada de 18.000 m2 distribuidos en tres
sectores bien diferenciados: «La Carretera», el «Foro» y «La Llanuca», todos contiguos
al referido pueblo de Retortillo. No obstante, las técnicas de prospección geofísica han
permitido estimar una extensión del núcleo superior a las 20 Ha.
A lo largo del tiempo, las excavaciones han puesto de manifiesto una ciudad
constituida por edificios públicos y privados, entre los que destacan grandes domus de
planta ortogonal y atrio central cubierto con otras de factura más sencilla, dotadas de
corrales y dependencias para el desarrollo de actividades artesanales y/o agropecuarias,
ya que la economía de sus habitantes debió de estar basada en una agricultura
cerealista con rendimientos moderados y una importante cabaña ganadera.
Sectores definidos en la Ciudad Romana de Julióbriga
Los siguientes son los sectores necesarios para completar la descripción del bien:
El Foro.

El foro de la ciudad romana de Iulióbriga está situado en la parte más alta del
yacimiento, en una posición intermedia respecto al referido núcleo. Posteriormente, en
torno al siglo XII, se convirtió en el lugar donde se construyó la iglesia románica de Santa
María de Retortillo (declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento,
mediante Decreto 52/1993, de 30 de junio).
En las inmediaciones del foro confluían las dos principales arterias que articulan el
urbanismo de toda ciudad romana, el kardo maximus y el decumanus maximus. La
calle porticada de «La Llanuca» debió formar parte del trazado del decumanus maximus,
mientras que el kardo maximus enlazaba al sur con la calzada romana que entraba por
Peña Cutral y que se dirigía hacia el valle del Besaya. De este último se conservan
restos en las inmediaciones del foro de la ciudad romana y en su prolongación hacia al
norte por el trazado del antiguo camino de acceso a Retortillo.
Los datos obtenidos en el foro durante las campañas de 2001 a 2007 permitieron
situar su construcción en época Flavia, en torno a los años 80-90 d. C. Las excavaciones
practicadas en el interior de la iglesia en el año 2004, permitieron conocer, además, la
disposición de un nuevo espacio de planta rectangular, adosado al recinto foral en su
pórtico oriental, que debió de cumplir las funciones de curia o lugar de reunión de los
notables locales.
También en el sector de la iglesia se pudo comprobar las primeras fases de
ocupación de la ciudad (siglo I a. C. al último tercio del siglo I d. C.), posiblemente al final
de las guerras cántabras, momento al que pertenecen una serie de talleres y hornos
destinados al trabajo secundario del hierro, así como las fases de ocupación romana
más reciente, con la construcción y el uso del foro.
A un momento posterior a la construcción del foro corresponde un inmueble
localizado al exterior, en su flanco noroeste. El edificio debió de estar en funcionamiento
entre los siglos II y IV d. C. Como el sector anterior, debió de tener un uso de tipo
artesanal, tabernae, ligado al trabajo del metal y otras actividades.
El trazado del vial, que viene a coincidir con el camino viejo de Retortillo, permite
identificarlo con la calzada romana que se dirigía hacia el interior en dirección a Peña
Cutral, es decir, funcionaba como kardo de acceso a la ciudad romana desde el sur.
La transformación del espacio forense en área funeraria tuvo lugar en el curso de la
Antigüedad tardía. Sobre este primer espacio funerario se dispuso posteriormente una
extensa necrópolis altomedieval. La excavación de los niveles superficiales del foro ha
permitido reconocer diferentes tipos de sepulturas, todas ellas de inhumación. El tipo más
antiguo es el de fosa para ataúd de madera, fechado entre los años finales del siglo V y el
siglo VII. Los enterramientos se disponen directamente sobre los suelos, muros y zanjas de
los edificios. Los restos de época medieval, también dispuestos sobre las ruinas romanas

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