III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CATALUÑA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-18696)
Acuerdo GOV/210/2022, de 18 de octubre, por el que se declara bien cultural de interés nacional, en la categoría de monumento histórico, la Casa Bofarull, en Els Pallaresos (Tarragonès), y se delimita su entorno de protección.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 14 de noviembre de 2022
Sec. III. Pág. 155440
En su origen se trataba de una casa solariega del siglo XIV que se fue conformando,
modificando y ampliando a lo largo de tiempo. Lo que hace que este edificio sea un caso
singular es la intervención que proyectó y ejecutó, de 1913 a 1933, el arquitecto Josep M. Jujol.
Las hermanas Bofarull, propietarias de la casa, se pusieron en contacto con el
arquitecto Jujol en 1913 y le encargaron, además de la restauración de la cubierta, una
reforma integral de la masía con dos finalidades: dotarla de nuevos usos
complementarios necesarios para el funcionamiento diario de la masía, y ponerla al día
con una reforma interior.
A partir de aquí, Jujol pone en funcionamiento todo el imaginario creativo vinculado al
mundo rural y al paisaje característico del Camp de Tarragona: los cromatismos de la luz
en cada estación del año, las herramientas y útiles de forja, los campos de viñas, los
insectos y la naturaleza. Todo ello quedó reflejado en el diseño de la masía, tanto a
pequeña como a gran escala: diseños de puertas y cerraduras, mobiliario, barandillas
utilizando materiales inservibles a los que les da otra vida, colores azules y amarillos que
recuerdan el cielo de la comarca, elementos de hierro que recuerdan animales, etc.
Las dos intervenciones de más relevancia que Jujol hizo en la masía fueron: la
fachada sur de estilo neomozárabe, con una galería corrida que preside los campos de
viñas, y la intervención en la torre-mirador, coronada con un ángel de la guarda.
La intervención siempre mantiene las características de la masía tradicional catalana
y eso se manifiesta en la fachada norte de entrada principal a la masía que mantiene la
imagen de rebozado característico, rehuyendo de la ostentación, y donde las aberturas
responden más a las necesidades interiores que a la búsqueda de una geometría de
fachada bien regulada.
Concretamente, y desde esta idea de agregación en el tiempo de las construcciones
intervenidas por el arquitecto Jujol, se consideran monumento las siguientes
edificaciones: la casa solariega inicial con su garaje (número 11 de la calle Major), la
casa del administrador (número 9 de la calle Major), la casa de los temporeros
vendimiadores (número 9-B de la calle Major), el molino de aceite y el lavadero situados
al otro lado del «pasillo» correspondiente (número 13 de la misma calle), y el establo
(número 6 de la calle Major, que está conectado interiormente con la casa solariega).
ANEXO 2
Justificación del entorno de protección
La delimitación del entorno de protección alrededor de la Casa Bofarull permite
garantizar la conservación del monumento y su entorno próximo y asegurar su control y
coherencia, con la inclusión de las fincas que están en contacto con el monumento, ya
sea física o visualmente.
Se trata de evitar que la alteración de este entorno, entendido como el espacio que
da apoyo ambiental al bien, pueda afectar a los valores, a la contemplación o al estudio
del monumento. Por ello, entre otros aspectos, es necesario que en este ámbito se vele
por la visualización correcta del bien y por la integración armónica de las posibles
edificaciones, instalaciones o usos que se puedan establecer en el futuro.
Se pretende alcanzar el equilibrio entre la necesidad de crear esta área de protección
en torno al bien, que garantice suficientemente su preservación y la voluntad de no
afectar a más espacios de los estrictamente necesarios.
De acuerdo con estos criterios y concretando la delimitación, se ha considerado
adecuado delimitar el siguiente entorno:
En cuanto al lado sur, se incluyen los campos de viñas más próximos y colindantes
con el monumento por el hecho de que forman parte del contexto paisajístico próximo a
la masía, con una relación visual cercana intrínseca e inseparable entre el campo y la
vivienda. Estos campos, que topográficamente conforman una unidad, están limitados al
norte por la calle del Sol, y al sur por el camino de acceso a las mismas viñas. Estas
cve: BOE-A-2022-18696
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 273
Lunes 14 de noviembre de 2022
Sec. III. Pág. 155440
En su origen se trataba de una casa solariega del siglo XIV que se fue conformando,
modificando y ampliando a lo largo de tiempo. Lo que hace que este edificio sea un caso
singular es la intervención que proyectó y ejecutó, de 1913 a 1933, el arquitecto Josep M. Jujol.
Las hermanas Bofarull, propietarias de la casa, se pusieron en contacto con el
arquitecto Jujol en 1913 y le encargaron, además de la restauración de la cubierta, una
reforma integral de la masía con dos finalidades: dotarla de nuevos usos
complementarios necesarios para el funcionamiento diario de la masía, y ponerla al día
con una reforma interior.
A partir de aquí, Jujol pone en funcionamiento todo el imaginario creativo vinculado al
mundo rural y al paisaje característico del Camp de Tarragona: los cromatismos de la luz
en cada estación del año, las herramientas y útiles de forja, los campos de viñas, los
insectos y la naturaleza. Todo ello quedó reflejado en el diseño de la masía, tanto a
pequeña como a gran escala: diseños de puertas y cerraduras, mobiliario, barandillas
utilizando materiales inservibles a los que les da otra vida, colores azules y amarillos que
recuerdan el cielo de la comarca, elementos de hierro que recuerdan animales, etc.
Las dos intervenciones de más relevancia que Jujol hizo en la masía fueron: la
fachada sur de estilo neomozárabe, con una galería corrida que preside los campos de
viñas, y la intervención en la torre-mirador, coronada con un ángel de la guarda.
La intervención siempre mantiene las características de la masía tradicional catalana
y eso se manifiesta en la fachada norte de entrada principal a la masía que mantiene la
imagen de rebozado característico, rehuyendo de la ostentación, y donde las aberturas
responden más a las necesidades interiores que a la búsqueda de una geometría de
fachada bien regulada.
Concretamente, y desde esta idea de agregación en el tiempo de las construcciones
intervenidas por el arquitecto Jujol, se consideran monumento las siguientes
edificaciones: la casa solariega inicial con su garaje (número 11 de la calle Major), la
casa del administrador (número 9 de la calle Major), la casa de los temporeros
vendimiadores (número 9-B de la calle Major), el molino de aceite y el lavadero situados
al otro lado del «pasillo» correspondiente (número 13 de la misma calle), y el establo
(número 6 de la calle Major, que está conectado interiormente con la casa solariega).
ANEXO 2
Justificación del entorno de protección
La delimitación del entorno de protección alrededor de la Casa Bofarull permite
garantizar la conservación del monumento y su entorno próximo y asegurar su control y
coherencia, con la inclusión de las fincas que están en contacto con el monumento, ya
sea física o visualmente.
Se trata de evitar que la alteración de este entorno, entendido como el espacio que
da apoyo ambiental al bien, pueda afectar a los valores, a la contemplación o al estudio
del monumento. Por ello, entre otros aspectos, es necesario que en este ámbito se vele
por la visualización correcta del bien y por la integración armónica de las posibles
edificaciones, instalaciones o usos que se puedan establecer en el futuro.
Se pretende alcanzar el equilibrio entre la necesidad de crear esta área de protección
en torno al bien, que garantice suficientemente su preservación y la voluntad de no
afectar a más espacios de los estrictamente necesarios.
De acuerdo con estos criterios y concretando la delimitación, se ha considerado
adecuado delimitar el siguiente entorno:
En cuanto al lado sur, se incluyen los campos de viñas más próximos y colindantes
con el monumento por el hecho de que forman parte del contexto paisajístico próximo a
la masía, con una relación visual cercana intrínseca e inseparable entre el campo y la
vivienda. Estos campos, que topográficamente conforman una unidad, están limitados al
norte por la calle del Sol, y al sur por el camino de acceso a las mismas viñas. Estas
cve: BOE-A-2022-18696
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 273
