III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE EXTREMADURA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2022-10447)
Resolución de 10 de mayo de 2022, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, por la que se incoa expediente para declaración de bien de interés cultural a favor del "Cerro del Castillo de Capilla", en la localidad de Capilla (Badajoz), con la categoría de zona arqueológica.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Jueves 23 de junio de 2022
Sec. III. Pág. 87404
que podemos observar actualmente, contando en época islámica con, al menos, otras
dos líneas perimetrales de muralla dotadas de torres, por lo que, en la práctica, debió
ser un emplazamiento fortísimo, casi impenetrable. Se trataría de una fortaleza o
alcazaba conformada por varios recintos defensivos no concéntricos, ni completos en
todo su perímetro. De esta forma, la alcazaba se compondría de un cuerpo principal o
alcázar, situado en la parte más elevada del cerro, cercado por un segundo recinto;
rodeando a este, finalmente, una tercera muralla reforzaría el flanco sur del segundo
recinto, pero sin llegar a rodearlo por completo. Por otro lado, el factor topográfico es
esencial en la construcción de esta fortificación: la presencia natural de callejones en
la formación cuarcítica que aparecen alineados y casi paralelos entre sí, ocasiona que
en la parte más baja del cerro se construyan murallas que cierran al paso a esos
callejones, por lo que se podría hablar de una cuarta línea de murallas. En todo caso,
la construcción de los recintos se fundamenta en la utilización de la mampostería y
tapial, tanto en cortinas de muralla como en torres, de las que quedan aún varios
ejemplos en cada uno de los recintos.
La edificación principal, el alcázar, sondeado en 2018, tiene planta rectangular y, al
menos por el lateral noreste, presenta torres en sus esquinas, una de ellas cuadrada,
localizada en uno de esos sondeos. En cuanto a la técnica constructiva, la muralla está
construida con un primer cuerpo de mampuesto, de 3 metros de alzado en su parte exterior,
al que se superpone otro cuerpo de tapial, que en alguna zona conserva casi 1 metro de
alzado; y todo ello con una anchura de 1’42 metros. Otros elementos de este alcázar son la
Torre del Homenaje del castillo bajomedieval, y que en su momento debió ocupar un lugar
central en el alcázar. Por otra parte, el Aljibe Grande, situado bajo el patio de armas, está
protegido por su flanco sureste por ese muro de mampuesto y tapial sondeado fuera del
castillo bajomedieval. A su vez, la realización de un sondeo en 2017 en la escalera de
acceso al aljibe permitió reconocer que dicho muro es posterior al aljibe; el depósito se
construyó primero para ser protegido por la muralla del alcázar después, por lo que sería
una parte imprescindible del alcázar, presente en la génesis de éste. Tipológicamente, el
aljibe podría fecharse entre los siglos XI y XII, por lo que el segundo y tercer recinto
amurallados podrían ser ampliaciones de la fortaleza posteriores a la construcción del
alcázar, extremo aún por confirmar. Precisamente, la excavación de 2020 ha posibilitado el
reconocimiento de la parte intramuros y extramuros del recinto más exterior (tercer anillo),
identificándose varias construcciones adosadas a la muralla a principios del siglo XIII, en
época tardoalmohade. Por tanto, la alcazaba, tal y como podemos reconocerla hoy,
integrada por tres cuerpos defensivos, estaría en pie ya en esa época. Se trataría de una
alcazaba asociada a un «hisn» rural, perfectamente adaptada a una orografía difícil y
construida con materiales sencillos, como son la mampostería en cuarcita del propio sitio y
el tapial.
El poblado islámico
En la ladera meridional del «Cerro del Castillo», y protegido por la fortaleza, se
encuentra el poblado andalusí perteneciente muy posiblemente a la antigua ciudad de
Kabbal, enclave citado por los geógrafos árabes en el camino de Qurtuba a Miknasa, y
que varios investigadores sitúan en el «Cerro del Castillo».
Se trata de un poblado almohade emplazado en una posición de altura,
aprovechando la topografía escarpada del terreno, forma de asentamiento muy frecuente
en el poblamiento andalusí de la etapa tardoislámica.
El poblado ha sido excavado parcialmente, en torno a unos 500 m2, correspondiendo
los restos exhumados a un barrio estructurado a ambos lados de una calle, que formaría
una parte de un núcleo poblacional que se desarrolló entre los siglos XI al XIII.
El esquema de estas viviendas es básico, respondiendo a un modelo sencillo y
funcional. Las viviendas, adaptadas a una acusada pendiente del terreno, se
articulan desde un planteamiento tripartito, y presentan una estructura compuesta
por un espacio central, con dos puertas enfrentadas que dan acceso a otros dos
cve: BOE-A-2022-10447
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 149
Jueves 23 de junio de 2022
Sec. III. Pág. 87404
que podemos observar actualmente, contando en época islámica con, al menos, otras
dos líneas perimetrales de muralla dotadas de torres, por lo que, en la práctica, debió
ser un emplazamiento fortísimo, casi impenetrable. Se trataría de una fortaleza o
alcazaba conformada por varios recintos defensivos no concéntricos, ni completos en
todo su perímetro. De esta forma, la alcazaba se compondría de un cuerpo principal o
alcázar, situado en la parte más elevada del cerro, cercado por un segundo recinto;
rodeando a este, finalmente, una tercera muralla reforzaría el flanco sur del segundo
recinto, pero sin llegar a rodearlo por completo. Por otro lado, el factor topográfico es
esencial en la construcción de esta fortificación: la presencia natural de callejones en
la formación cuarcítica que aparecen alineados y casi paralelos entre sí, ocasiona que
en la parte más baja del cerro se construyan murallas que cierran al paso a esos
callejones, por lo que se podría hablar de una cuarta línea de murallas. En todo caso,
la construcción de los recintos se fundamenta en la utilización de la mampostería y
tapial, tanto en cortinas de muralla como en torres, de las que quedan aún varios
ejemplos en cada uno de los recintos.
La edificación principal, el alcázar, sondeado en 2018, tiene planta rectangular y, al
menos por el lateral noreste, presenta torres en sus esquinas, una de ellas cuadrada,
localizada en uno de esos sondeos. En cuanto a la técnica constructiva, la muralla está
construida con un primer cuerpo de mampuesto, de 3 metros de alzado en su parte exterior,
al que se superpone otro cuerpo de tapial, que en alguna zona conserva casi 1 metro de
alzado; y todo ello con una anchura de 1’42 metros. Otros elementos de este alcázar son la
Torre del Homenaje del castillo bajomedieval, y que en su momento debió ocupar un lugar
central en el alcázar. Por otra parte, el Aljibe Grande, situado bajo el patio de armas, está
protegido por su flanco sureste por ese muro de mampuesto y tapial sondeado fuera del
castillo bajomedieval. A su vez, la realización de un sondeo en 2017 en la escalera de
acceso al aljibe permitió reconocer que dicho muro es posterior al aljibe; el depósito se
construyó primero para ser protegido por la muralla del alcázar después, por lo que sería
una parte imprescindible del alcázar, presente en la génesis de éste. Tipológicamente, el
aljibe podría fecharse entre los siglos XI y XII, por lo que el segundo y tercer recinto
amurallados podrían ser ampliaciones de la fortaleza posteriores a la construcción del
alcázar, extremo aún por confirmar. Precisamente, la excavación de 2020 ha posibilitado el
reconocimiento de la parte intramuros y extramuros del recinto más exterior (tercer anillo),
identificándose varias construcciones adosadas a la muralla a principios del siglo XIII, en
época tardoalmohade. Por tanto, la alcazaba, tal y como podemos reconocerla hoy,
integrada por tres cuerpos defensivos, estaría en pie ya en esa época. Se trataría de una
alcazaba asociada a un «hisn» rural, perfectamente adaptada a una orografía difícil y
construida con materiales sencillos, como son la mampostería en cuarcita del propio sitio y
el tapial.
El poblado islámico
En la ladera meridional del «Cerro del Castillo», y protegido por la fortaleza, se
encuentra el poblado andalusí perteneciente muy posiblemente a la antigua ciudad de
Kabbal, enclave citado por los geógrafos árabes en el camino de Qurtuba a Miknasa, y
que varios investigadores sitúan en el «Cerro del Castillo».
Se trata de un poblado almohade emplazado en una posición de altura,
aprovechando la topografía escarpada del terreno, forma de asentamiento muy frecuente
en el poblamiento andalusí de la etapa tardoislámica.
El poblado ha sido excavado parcialmente, en torno a unos 500 m2, correspondiendo
los restos exhumados a un barrio estructurado a ambos lados de una calle, que formaría
una parte de un núcleo poblacional que se desarrolló entre los siglos XI al XIII.
El esquema de estas viviendas es básico, respondiendo a un modelo sencillo y
funcional. Las viviendas, adaptadas a una acusada pendiente del terreno, se
articulan desde un planteamiento tripartito, y presentan una estructura compuesta
por un espacio central, con dos puertas enfrentadas que dan acceso a otros dos
cve: BOE-A-2022-10447
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Núm. 149