3. Otras disposiciones. . (2023/52-56)
Resolución de 9 de marzo de 2023, de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Málaga, por el que se incoa el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Lugar de Interés Industrial, la Presa de los Caballeros, en el término municipal de Montejaque, Málaga.
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Número 52 - Viernes, 17 de marzo de 2023

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En este garganta, desde la presa aguas abajo hasta la boca de la cueva encontramos
bosques termomediterráneos de acebuchales y algarrobales. El sistema Hundidero-Gato
con un recorrido de 5 kilómetros es el cauce subterráneo del río Gaduares en su camino
hacia el río Guadiaro. Junto al río Guadiana, son los únicos en España que desaparecen
y vuelven a emerger aguas abajo. El discurrir del agua de río se vio interrumpido por
la construcción de la presa unos 400 metros antes de adentrarse en dicha cavidad. La
Cueva del Hundidero (Monumento Natural de Andalucía) consta del río Gaduares y sus
riberas desde el paramento del pantano o Presa de los Caballeros hasta la boca de
Hundidero junto con un entorno de 32 hectáreas. Por una parte, destacan los escarpes
rocosos formados por los cerros Tavizna y Taviznilla, con sus estratos verticales, a cuyos
pies se esparcen inmensos bloques de roca, fruto de la intensa fracturación de las calizas
y manifestaciones sísmicas. La Presa de los Caballeros, sus aliviaderos y la vereda de
acceso establecen el límite occidental del Monumento Natural.
El carbonato cálcico que componen las calizas de estos terrenos se disuelve con
el agua, produciendo hidróxido cálcico que se deposita dejando espacios o agujeros
aumentando la permeabilidad. Esta particularidad es la que hace que todas las montañas
que componen este hermoso paisaje estén llenas de oquedades o cuevas visibles al
exterior y en las simas o cavidades subterráneas.
Esta es la razón fundamental por la que el pantano de Montejaque no pudo ser
operativo ya que es imposible embalsar el agua de forma permanente. Mientras que en
la época de lluvias el agua logra alcanzar cierta altura, tras finalizar, el embalse empieza
a vaciarse observándose que el tiempo de vaciado disminuye con el paso del tiempo, lo
que indica que las galerías o vías de filtración van creciendo.
Conociéndose la naturaleza del terreno, los trabajos para impermeabilizar la presa
empezaron incluso antes de su construcción. La tecnología más avanzada de la época
estuvo al servicio del proyecto en aquellos primeros años del siglo XX. Podemos dividir
estos trabajos entre los que se desarrollaron en la propia superficie del embalse, tanto en
en fondo del cauce del río como en las laderas y, por otra parte, los desarrollados en el
interior de la cueva Hundidero-Gato.
• Trabajos en la superficie del embalse:
En 1922, la Compañía Sevillana de Electricidad se puso en contacto con la Sociedad
Anónima Sueca de Sondeos a Diamante, que le envió un presupuesto para ejecutar
inyecciones de cemento a presión elevada, en agujeros a diamante de gran profundidad,
con un procedimiento secreto que ellos usaban y que no querían divulgar.
En 1926, se conocieron las dificultades de la presa de Hales Bar sobre el río Tennessee
para retener el agua y las medidas empleadas para disminuir las pérdidas, como el empelo
de cajones neumáticos, que sin embargo no consiguieron impermeabilizar los estratos
inferiores de la roca caliza. En Montejaque, tras los sondeos se descubrieron infinidad de
grietas en la roca sólida que permitían el filtrado del agua almacenada. La porosidad de
la roca está muy distribuida y el relleno por inyección era imposible. Se probó el relleno
con asfalto que se solidifica de forma rápida al entrar en contacto con el agua, lo que
evita su arrastre. Con este sistema se observó la reducción de las filtraciones, pero se
abandonó el proyecto al no resultar rentable dado su elevado coste.
En 1928, se pensó un nuevo sistema que consistía en la colocación de una cubierta
de chapa de hierro de 5 milímetros de espesor, cubierta con una capa de hormigón para
evitar la oxidación, sin embargo este proyecto nunca se llevó a cabo.
Entre 1927 y 1928, se realizaron inyecciones de arcilla con resultados insatisfactorios.
Durante 1930, los ingenieros de Compañía Sevillana de Electricidad visitaron el
pantano de Muro en la provincia italiana de Basilicata, el cual tenía también problemas de
pérdida del agua embalsada. Allí, se abrió la grieta que atravesaba el fondo del embalse
y la cerraron con hormigón con un resultado óptimo. Sin embargo, se consideró que este
procedimiento tampoco era rentable para la presa de Montejaque porque habría que
impermeabilizar toda la superficie del fondo del embalse.
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X

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