Disposiciones generales. . (2023/43-1)
Acuerdo de 1 de marzo de 2023, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba la formulación del IV Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo.
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Número 43 - Lunes, 6 de marzo de 2023
página 4174/2
Asimismo, los desastres relacionados con el clima, como huracanes, sequías,
incendios e inundaciones, son cada vez más frecuentes e intensos en América Latina.
Según la Hoja de ruta para la acción climática en América Latina y el Caribe 2021-2025
del Banco Mundial, se augura que, para 2030, hasta 5,8 millones de personas podrían
caer en la pobreza extrema como resultado del cambio climático y, para 2050, más de
17 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares para escapar
de los impactos climáticos.
Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), indica que en 2021 hasta 828 millones de personas han padecido
hambre, esto es, 46 millones de personas más que el año anterior y 150 millones más
que en 2019. Según la FAO, alrededor de 2.300 millones (29,3%), se encontraban en
situación de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, una cifra que supone 350
millones más que antes del brote de la pandemia de la COVID-19, llevando a 924 millones
de personas (el 11,7% de la población mundial), a afrontar niveles graves de inseguridad
alimentaria, lo que supone un aumento de 207 millones en un intervalo de dos años.
A su vez, el Informe anual 2022 del Banco Mundial evidencia un aumento de los
conflictos violentos y desplazamientos forzados. La guerra en Ucrania ha generado
rápidamente la mayor crisis de refugiados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial
y ha tenido graves repercusiones mundiales en la seguridad alimentaria, los mercados
de energía y los precios de los productos básicos. Se estima que para 2030 hasta dos
tercios de las personas que se encuentran en situación de pobreza extrema en todo el
mundo vivirán en países afectados por fragilidad, conflicto y violencia.
Los datos expuestos expresan la grave situación y las amenazas que sufren los países
empobrecidos en el mundo y, por ello, ahora es más necesario que nunca responder al
cumplimiento de los compromisos internacionales a los que toda la sociedad está llamada
y respaldar la solidaridad de la sociedad andaluza, apostando por instrumentos que se
orienten hacia un modelo de desarrollo centrado en las personas y comprometido en la
erradicación de la pobreza, la injusticia social y la desigualdad.
Esta lucha contra la pobreza, las desigualdades y la promoción de un desarrollo
sostenible requiere a su vez del desarrollo de actividades de sensibilización e información
dirigidas a promover una ciudadanía comprometida y conocedora de la situación
desfavorecida que padecen grandes sectores de la población mundial, así como sobre
sus causas. En este contexto es esencial la educación para el desarrollo como una
excepcional herramienta de transformación social.
En este escenario, la Junta de Andalucía se suma al esfuerzo colectivo de responsabilidad
de contribuir a la lucha contra la pobreza y a la promoción del desarrollo sostenible, al amparo
de una acción exterior andaluza coherente y en alineación con la cooperación española, bajo
el principio de colaboración y lealtad entre administraciones públicas.
Es precisamente la cooperación descentralizada uno de los rasgos distintivos de la
cooperación española, y así ha quedado reflejado en el proyecto de Ley de Cooperación
para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global que reconoce a la cooperación
descentralizada como una de las señas de identidad y fortalezas del sistema de
cooperación al desarrollo sostenible español.
En cumplimiento de la Ley 14/2003, de 22 de diciembre, la Junta de Andalucía recoge
los objetivos y prioridades que deben regir la política de cooperación andaluza en los
Planes Andaluces de Cooperación. Son el instrumento de planificación y coordinación
de todas las actuaciones de la Administración de la Junta de Andalucía en materia de
cooperación para el desarrollo y, por tanto, articulan la respuesta de Andalucía ante los
retos y desafíos de la pobreza en el mundo.
En 2023 finaliza el período de vigencia del III Plan Andaluz de Cooperación para el
Desarrollo, aprobado por Acuerdo del Consejo de Gobierno de 27 de diciembre de 2019.
En el último año de su vigencia, con el horizonte 2030 marcado a nivel global cada vez
más cercano, en un nuevo contexto geopolítico condicionado por las consecuencias de
la pandemia de la COVID-19 y de la guerra de Ucrania con consecuencias devastadoras
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00279247
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
página 4174/2
Asimismo, los desastres relacionados con el clima, como huracanes, sequías,
incendios e inundaciones, son cada vez más frecuentes e intensos en América Latina.
Según la Hoja de ruta para la acción climática en América Latina y el Caribe 2021-2025
del Banco Mundial, se augura que, para 2030, hasta 5,8 millones de personas podrían
caer en la pobreza extrema como resultado del cambio climático y, para 2050, más de
17 millones de personas podrían verse obligadas a abandonar sus hogares para escapar
de los impactos climáticos.
Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), indica que en 2021 hasta 828 millones de personas han padecido
hambre, esto es, 46 millones de personas más que el año anterior y 150 millones más
que en 2019. Según la FAO, alrededor de 2.300 millones (29,3%), se encontraban en
situación de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, una cifra que supone 350
millones más que antes del brote de la pandemia de la COVID-19, llevando a 924 millones
de personas (el 11,7% de la población mundial), a afrontar niveles graves de inseguridad
alimentaria, lo que supone un aumento de 207 millones en un intervalo de dos años.
A su vez, el Informe anual 2022 del Banco Mundial evidencia un aumento de los
conflictos violentos y desplazamientos forzados. La guerra en Ucrania ha generado
rápidamente la mayor crisis de refugiados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial
y ha tenido graves repercusiones mundiales en la seguridad alimentaria, los mercados
de energía y los precios de los productos básicos. Se estima que para 2030 hasta dos
tercios de las personas que se encuentran en situación de pobreza extrema en todo el
mundo vivirán en países afectados por fragilidad, conflicto y violencia.
Los datos expuestos expresan la grave situación y las amenazas que sufren los países
empobrecidos en el mundo y, por ello, ahora es más necesario que nunca responder al
cumplimiento de los compromisos internacionales a los que toda la sociedad está llamada
y respaldar la solidaridad de la sociedad andaluza, apostando por instrumentos que se
orienten hacia un modelo de desarrollo centrado en las personas y comprometido en la
erradicación de la pobreza, la injusticia social y la desigualdad.
Esta lucha contra la pobreza, las desigualdades y la promoción de un desarrollo
sostenible requiere a su vez del desarrollo de actividades de sensibilización e información
dirigidas a promover una ciudadanía comprometida y conocedora de la situación
desfavorecida que padecen grandes sectores de la población mundial, así como sobre
sus causas. En este contexto es esencial la educación para el desarrollo como una
excepcional herramienta de transformación social.
En este escenario, la Junta de Andalucía se suma al esfuerzo colectivo de responsabilidad
de contribuir a la lucha contra la pobreza y a la promoción del desarrollo sostenible, al amparo
de una acción exterior andaluza coherente y en alineación con la cooperación española, bajo
el principio de colaboración y lealtad entre administraciones públicas.
Es precisamente la cooperación descentralizada uno de los rasgos distintivos de la
cooperación española, y así ha quedado reflejado en el proyecto de Ley de Cooperación
para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global que reconoce a la cooperación
descentralizada como una de las señas de identidad y fortalezas del sistema de
cooperación al desarrollo sostenible español.
En cumplimiento de la Ley 14/2003, de 22 de diciembre, la Junta de Andalucía recoge
los objetivos y prioridades que deben regir la política de cooperación andaluza en los
Planes Andaluces de Cooperación. Son el instrumento de planificación y coordinación
de todas las actuaciones de la Administración de la Junta de Andalucía en materia de
cooperación para el desarrollo y, por tanto, articulan la respuesta de Andalucía ante los
retos y desafíos de la pobreza en el mundo.
En 2023 finaliza el período de vigencia del III Plan Andaluz de Cooperación para el
Desarrollo, aprobado por Acuerdo del Consejo de Gobierno de 27 de diciembre de 2019.
En el último año de su vigencia, con el horizonte 2030 marcado a nivel global cada vez
más cercano, en un nuevo contexto geopolítico condicionado por las consecuencias de
la pandemia de la COVID-19 y de la guerra de Ucrania con consecuencias devastadoras
Depósito Legal: SE-410/1979. ISSN: 2253-802X
https://www.juntadeandalucia.es/eboja
00279247
BOJA
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía
