Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. III. Otras disposiciones. Lugares de memoria democrática. (BOE-A-2025-1297)
Resolución de 21 de enero de 2025, de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, por la que se publica el Acuerdo de incoación del procedimiento de declaración de Lugar de Memoria Democrática del monumento en conmemoración de «Los abogados de Atocha. 24 de enero de 1977», en Madrid.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 24 de enero de 2025
Sec. III. Pág. 10600
movilización de los trabajadores y su confianza en un futuro de democracia y libertad al
tiempo que crispaban los ánimos de la extrema derecha.
El ataque se produjo en un momento de enorme efervescencia social en el que la
ciudadanía se encontraba en plena lucha por la conquista de libertades en España. Más
concretamente, en enero de ese mismo año se había organizado una huelga de
transportes que tuvo una gran relevancia.
Los terroristas buscaban a Joaquín Navarro, dirigente del Sindicato de Transportes
de Comisiones Obreras y principal cabecilla de dicha huelga. Al no encontrarlo, abrieron
fuego a sangre fría contra los allí presentes. Los abogados asesinados fueron Enrique
Valdelvira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo. También
asesinaron al estudiante de Derecho Serafín Holgado de Antonio y al administrativo
Ángel Rodríguez Leal. Además, en el atentado fueron gravemente heridos Miguel
Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Lola González Ruiz.
Más de cien mil personas asistieron al entierro. Se trató de unas de las primeras
manifestaciones multitudinarias tras la muerte del dictador Francisco Franco. A este acto
le siguieron huelgas y muestras de solidaridad por todo el país. De esta forma, el
asesinato de los abogados laboralistas quedó para siempre en el recuerdo de la
ciudadanía como un símbolo de la barbarie que representan el fascismo y la violencia
política.
El atentado contra los abogados de Atocha fue un intento de acabar con la
Transición, siendo el propio despacho de los abogados de Atocha un símbolo especial
en la lucha antifranquista y en defensa de las libertades democráticas. Las acciones de
este despacho, y de muchos otros de similares características, contribuyeron a
proporcionar esperanza, consuelo y apoyo a muchos ciudadanos en los últimos años del
franquismo. La lucha organizada de los abogados laboralistas y de los movimientos
sociales dibujó un futuro en el que la conquista de la libertad se vislumbró como algo
posible y contribuyó a sembrar la semilla de la democracia.
Los hechos mencionados comportan una singular relevancia por su significación
histórica, simbólica y por su repercusión en la memoria colectiva, vinculación a la
memoria democrática y a la lucha de la ciudadanía española por sus derechos y
libertades. Y su recuerdo queda reflejado en el monumento situado en la propia calle de
Atocha.
El monumento «El abrazo», obra del artista Juan Genovés (Valencia, 1930-Madrid,
2020), se encuentra en la plaza de Antón Martín, en pleno corazón de Madrid. Esta
escultura, inaugurada el 10 de junio de 2003, es un homenaje a los abogados
laboralistas asesinados el 24 de enero de 1977 en su despacho de la calle Atocha
número 55.
El monumento representa un conjunto de figuras abrazándose, evocando solidaridad,
unión y compromiso con la libertad y la justicia. Su inspiración proviene de la pintura
homónima de Genovés, realizada en los años 70, que se convirtió en un símbolo de la
lucha por la amnistía y la libertad en España. La obra original, utilizada por la Junta
Democrática para reivindicar la liberación de los presos políticos durante la dictadura
franquista.
La colocación de esta escultura en la plaza de Antón Martín fue fruto de una ardua
gestión liderada por Comisiones Obreras de Madrid, que impulsó la iniciativa en 2001,
coincidiendo con el 25.º aniversario del atentado. Tras obtener el apoyo de la Federación
Regional de Asociaciones de Vecinos y de los grupos municipales de IU y PSOE, la
propuesta fue finalmente aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Madrid en 2002.
Años más tarde, en 2007, coincidiendo con el 30.º aniversario del atentado y gracias
a la gestión de la recientemente creada Fundación Abogados de Atocha, se colocó una
placa explicativa en el monumento para que los ciudadanos y visitantes comprendieran
su significado. Este esfuerzo fue respaldado por el Ayuntamiento de Madrid. La leyenda
de la placa resume la importancia histórica y simbólica del monumento, garantizando que
el recuerdo de aquellos abogados que dieron su vida por la libertad y la justicia
permanezca vivo.
cve: BOE-A-2025-1297
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 21
Viernes 24 de enero de 2025
Sec. III. Pág. 10600
movilización de los trabajadores y su confianza en un futuro de democracia y libertad al
tiempo que crispaban los ánimos de la extrema derecha.
El ataque se produjo en un momento de enorme efervescencia social en el que la
ciudadanía se encontraba en plena lucha por la conquista de libertades en España. Más
concretamente, en enero de ese mismo año se había organizado una huelga de
transportes que tuvo una gran relevancia.
Los terroristas buscaban a Joaquín Navarro, dirigente del Sindicato de Transportes
de Comisiones Obreras y principal cabecilla de dicha huelga. Al no encontrarlo, abrieron
fuego a sangre fría contra los allí presentes. Los abogados asesinados fueron Enrique
Valdelvira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz y Francisco Javier Sauquillo. También
asesinaron al estudiante de Derecho Serafín Holgado de Antonio y al administrativo
Ángel Rodríguez Leal. Además, en el atentado fueron gravemente heridos Miguel
Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Luis Ramos Pardo y Lola González Ruiz.
Más de cien mil personas asistieron al entierro. Se trató de unas de las primeras
manifestaciones multitudinarias tras la muerte del dictador Francisco Franco. A este acto
le siguieron huelgas y muestras de solidaridad por todo el país. De esta forma, el
asesinato de los abogados laboralistas quedó para siempre en el recuerdo de la
ciudadanía como un símbolo de la barbarie que representan el fascismo y la violencia
política.
El atentado contra los abogados de Atocha fue un intento de acabar con la
Transición, siendo el propio despacho de los abogados de Atocha un símbolo especial
en la lucha antifranquista y en defensa de las libertades democráticas. Las acciones de
este despacho, y de muchos otros de similares características, contribuyeron a
proporcionar esperanza, consuelo y apoyo a muchos ciudadanos en los últimos años del
franquismo. La lucha organizada de los abogados laboralistas y de los movimientos
sociales dibujó un futuro en el que la conquista de la libertad se vislumbró como algo
posible y contribuyó a sembrar la semilla de la democracia.
Los hechos mencionados comportan una singular relevancia por su significación
histórica, simbólica y por su repercusión en la memoria colectiva, vinculación a la
memoria democrática y a la lucha de la ciudadanía española por sus derechos y
libertades. Y su recuerdo queda reflejado en el monumento situado en la propia calle de
Atocha.
El monumento «El abrazo», obra del artista Juan Genovés (Valencia, 1930-Madrid,
2020), se encuentra en la plaza de Antón Martín, en pleno corazón de Madrid. Esta
escultura, inaugurada el 10 de junio de 2003, es un homenaje a los abogados
laboralistas asesinados el 24 de enero de 1977 en su despacho de la calle Atocha
número 55.
El monumento representa un conjunto de figuras abrazándose, evocando solidaridad,
unión y compromiso con la libertad y la justicia. Su inspiración proviene de la pintura
homónima de Genovés, realizada en los años 70, que se convirtió en un símbolo de la
lucha por la amnistía y la libertad en España. La obra original, utilizada por la Junta
Democrática para reivindicar la liberación de los presos políticos durante la dictadura
franquista.
La colocación de esta escultura en la plaza de Antón Martín fue fruto de una ardua
gestión liderada por Comisiones Obreras de Madrid, que impulsó la iniciativa en 2001,
coincidiendo con el 25.º aniversario del atentado. Tras obtener el apoyo de la Federación
Regional de Asociaciones de Vecinos y de los grupos municipales de IU y PSOE, la
propuesta fue finalmente aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Madrid en 2002.
Años más tarde, en 2007, coincidiendo con el 30.º aniversario del atentado y gracias
a la gestión de la recientemente creada Fundación Abogados de Atocha, se colocó una
placa explicativa en el monumento para que los ciudadanos y visitantes comprendieran
su significado. Este esfuerzo fue respaldado por el Ayuntamiento de Madrid. La leyenda
de la placa resume la importancia histórica y simbólica del monumento, garantizando que
el recuerdo de aquellos abogados que dieron su vida por la libertad y la justicia
permanezca vivo.
cve: BOE-A-2025-1297
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 21