III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2021-7047)
Decreto 235/2020, de 3 de diciembre, por el que se declara bien de interés cultural el monasterio de San Martiño Pinario y se delimita su entorno de protección y el de la Catedral metropolitana, la iglesia de San Francisco do Val de Deus, el Hospital Real y su capilla, el Palacio arzobispal de Gelmírez, la biblioteca pública Ánxel Casal y las sedes del Museo de las Peregrinaciones y de Santiago de Compostela.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Jueves 29 de abril de 2021

Sec. III. Pág. 51303

de San Martiño «de Fóra». Este solar ocupaba un lugar denominado Pignario, topónimo
que parece aludir la presencia de pinos en las cercanías.
A finales del siglo X, el obispo Pedro de Mezonzo y los señores del Lugar Santo
acordaron que se fabricara dentro del claustrum de Pinario un pequeño habitaculum Dei,
en honra del obispo y confesor Martiño de Tours. Por lo tanto, el primer elemento
arquitectónico edificado en el solar de Pinario fue el claustro, con una comunidad de
monjes aún muy vinculada a la Iglesia de Santiago, de la cual, paulatinamente, se
distanciará hasta llegar a conformar las nuevas instalaciones y una comunidad
completamente segregada de aquella, para convertirse en monasterio benedictino.
Consta en la documentación que la primera iglesia románica del monasterio fue
consagrada, el 2 de noviembre del 1102, por el obispo don Diego II. A partir de este
momento, se debió iniciar la construcción de un nuevo claustro adosado a la iglesia. Con
el paso del tiempo, los monjes benedictinos fueron perdiendo protagonismo en la
custodia del sepulcro del apóstol en beneficio de los canónigos de la catedral que,
mediante la Concordia de Antealtares (1077), se convirtieron en únicos responsables del
culto en la catedral.
A partir del siglo XII el monasterio vivió una época de auge que lo llevó a convertirse
en el más rico y poderoso de Galicia, con rentas en toda la región y unos ingresos
cuantiosos. Pero esta etapa de expansión se vio frenada por la relajación moral y
religiosa, que propició la decadencia económica de la abadía.
La crisis espiritual, económica y material de los monasterios gallegos durante el
medievo condujo a la desaparición de los abades comendatarios por imposición de los
Reyes Católicos, que determinaba que el monasterio reformado de San Martiño Pinario
quedaba en condiciones de ser incorporado a la Congregación de San Benito de
Valladolid, cuyos monjes entran en el monasterio compostelano en el mes de febrero
de 1494.
El monasterio moderno nace de la suma de las tres abadías medievales
estrechamente vinculadas al culto de Santiago: Pinario, Antealtares y San Pedro de
Fóra, consolidando de este modo una comunidad benedictina, gracias a las
encomiendas de los Reyes Católicos, para garantizar la atención a los peregrinos,
convirtiéndose en casa matriz de la región.
Fueron años de prosperidad económica procedente de rentas y tierras, que propician
una gran actividad intelectual y un esplendor de la actividad artística, ligada a las
reformas y obras nuevas que se habían realizado a lo largo de los años, trayendo a
Santiago grandes artistas procedentes de toda la Península Ibérica. El resultado de la
aportación de estos grandes maestros fue la reforma de una de las fábricas más
poderosas de Galicia, que se constituye en imagen de poder frente a la catedral y la
ciudad.
La Desamortización supuso la exclaustración del monasterio y su abandono definitivo
en 1835, lo que supone, desde el punto de vista patrimonial, una renovación de las
ocupaciones del monasterio, que comienza a sufrir un proceso de utilización civil y sirve
como sede a instituciones diversas.
Estos usos implican un proceso de habilitación progresiva de las distintas
dependencias del monasterio para adaptarse a las nuevas necesidades, hecho que
tendrá como consecuencia la conservación y restauración patrimonial del monumento.
Este planteamiento de actuaciones de rehabilitación adquiere una dinámica más
intensa desde los años sesenta del siglo XX hasta la actualidad, manteniendo una
coherencia entre el pasado del edificio y los nuevos usos: el antiguo seminario conciliar
cambia a seminario mayor, como centro oficial de la formación superior; se crea el
Archivo Histórico Diocesano y el Museo Diocesano; la sede de la Delegación de la
Pastoral Universitaria; la biblioteca del Seminario Conciliar; la sede del Instituto Teológico
Compostelano, que supondría la implantación de la Facultad de Teología; el Centro del
Proyecto Home en Galicia; la Delegación Pastoral Vocacional; la librería Egeria; y,
finalmente, la Escuela Universitaria de Trabajo Social y la residencia de estudiantes.

cve: BOE-A-2021-7047
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Núm. 102